El arzobispo de Barcelona denuncia a una entidad benéfica por presunto fraude

Juan José Omella interviene la Pía Unión de los Hermanos Misioneros de los Hermanos Pobres

Juan José Omella, arzobispo de Barcelona

JORDI LLISTERRI (BARCELONA) | “Vamos a por todas y queremos que salga todo. Queremos hacer limpieza”. Así de contundente se mostró el arzobispo de Barcelona al anunciar la intervención de la Pía Unión de los Hermanos Misioneros de los Hermanos Pobres y la denuncia por fraude ante los tribunales de uno de sus responsables. El 13 de abril, Juan José Omella explicó en rueda de prensa que se habían descubierto irregularidades contables que apuntaban a una desviación de fondos de esta asociación canónica de laicos, que gestiona centros residenciales para ancianos y talleres para discapacitados intelectuales en Cataluña y en Galicia.

Fruto de esta intervención del Arzobispado es que un comisario designado por Omella dirige ahora la hermandad, que el apoderado de la obra ha sido denunciado en los juzgados y detenido, y que la sede de la entidad ha sido registrada por la policía catalana. Además, el apoderado y el responsable de la entidad en Vigo también han sido destituidos y expulsados.

La Pía Unión de los Hermanos Misioneros de los Hermanos Pobres es una unión canónica de laicos fundada en 1946 en Barcelona y que jurídicamente depende del arzobispo de la diócesis. Aunque se les conoce popularmente como los Padres Camilos (no confundir con los padres camilos de la Orden de los Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos), no son una orden religiosa. En Barcelona gestionan una residencia de ancianos y, en Vigo, la Casa de Acogida Nuestra Señora de la Salud de Teis. Se ha garantizado la continuidad de todas las obras asistenciales.

Denuncia en Galicia

Como pasa en otras obras pías, el número de miembros de la entidad se ha reducido y han envejecido los últimos años. Ante las dificultades de gestionar el patrimonio, el superior general confió toda la gestión a un hermano más joven venido de Perú. Los indicios de fraude llegaron a principios de este año, cuando el apoderado intentó vender una propiedad de la obra sin el preceptivo permiso del Arzobispado.

Al mismo tiempo que se presentaba la denuncia contra el apoderado en Barcelona, se tuvo noticia de otra denuncia contra el provincial de Galicia. En este caso, por una posible estafa por apropiarse del testamento de una mujer con demencia senil. El obispo Vigo, Luis Quinteiro, compareció ante los medios dos días después que Omella para dar cuenta de los hechos tras ser informado por el comisario designado por este.

En ningún momento se ha concretado oficialmente el alcance de la estafa, pero se apunta a cantidades que podrían superar el millón de euros. La vía judicial y la investigación interna del Arzobispado de Barcelona no descartan otro tipo de irregularidades.

En el nº 2.985 de Vida Nueva

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