J. L. CELADA | Decía Albert Einstein que hay dos formas de vivir: como si nada fuera un milagro o como si todo fuera un milagro. Y si nos cuesta tanto entenderlo es porque la realidad se empeña en demostrarnos que no todo es blanco o negro; que el azar, la necesidad, la voluntad o la fe corrigen el rumbo de los acontecimientos en la incierta aventura humana; que un día cualquiera, en un suspiro, la vida puede sufrir un revolcón de imprevisibles consecuencias.
No tardará en descubrirlo la familia protagonista de Los milagros del cielo, una historia basada en hechos reales que arranca en Texas, durante un domingo de iglesia y barbacoa comunitaria, y se cierra con las palabras del insigne físico alemán, para subrayar que esos milagros están por todas partes, revelándose del modo más insólito en personas y situaciones que salen a nuestro encuentro. Por el camino, Patricia Riggen pone en pie un drama de alto voltaje, que escapa de la afectación propia de los seriales televisivos de sobremesa gracias al excelente reparto infantil y al rostro sufriente de Jennifer Garner, esa madre coraje zarandeada por la grave enfermedad de una de sus tres hijas.
El súbito tránsito de la felicidad a la desesperación, la rabia y el desconsuelo que experimenta esta mujer no solo tensa las costuras de las relaciones familiares y de pareja, sino que sacude con fuerza sus convicciones religiosas: “¿Por qué un Dios bueno permite que una niña sufra así?”, clama, mientras se siente tan incapaz de rezar como de responder a las preguntas de su pequeña. Mucho menos de admitir que “todo irá bien”, como insiste esperanzado su esposo. Una lucha interior que la realizadora mexicana adereza con otras batallas, contra la burocracia médica, y oportunos chispazos de humor personificados en la gran Queen Latifah.
Apenas un respiro antes de acometer el segundo giro dramático en forma de accidente doméstico. Cuando todo parece perdido, tras asistir a dos de los momentos más emotivos de la cinta (no resulta fácil contener las lágrimas al escuchar las confidencias de esas dos compañeras de hospital, o al ver a la abatida matriarca rezar un padrenuestro amarrada al tronco de un árbol centenario), se hace la luz, se obra el milagro. No importa cómo lo llamemos: amor, perdón, Dios… Cada cual creerá cuando tenga que creer, aunque esta película nos enseña que la fe y la familia son a menudo el mejor antídoto contra el dolor, el miedo o la soledad tantas veces inexplicables. Y el cine con alma también ayuda.
FICHA TÉCNICA
TÍTULO ORIGINAL: Miracles from heaven.
DIRECCIÓN: Patricia Riggen.
GUIÓN: Randy Brown y Christy Beam, sobre el libro de esta última.
FOTOGRAFÍA: Checco Varese.
MÚSICA: Carlo Siliotto.
PRODUCCIÓN: DeVon Franklin, T. D. Jakes, Joe Roth.
INTÉRPRETES: Jennifer Garner, Kylie Rogers, Martin Henderson, Brighton Sharbino, Courtney Fansler, Queen Latifah, Bryce Zentkovich, Eugenio Derbez, Kelly Collins Lintz-
En el nº 2.984 de Vida Nueva
