Luis Antonio Tagle: “Francisco sabe que no podrá completar su reforma”

Luis Antonio Tagle, cardenal arzobispo de Manila, Filipinas, y presidente de Caritas Internationalis

Entrevista con el cardenal de Manila y presidente de Caritas Internationalis

Luis Antonio Tagle, cardenal arzobispo de Manila, Filipinas, y presidente de Caritas Internationalis

JOSÉ BELTRÁN | Sonríe. Casi de forma permanente. No por cortesía. Tampoco como armadura. Le nace. La alegría del Evangelio encarnada en un cardenal. Luis Antonio Tagle (Manila, 1957). Viaje exprés a Madrid para participar en la 45ª Semana Nacional de Vida Consagrada, organizada por el Instituto Teológico de Vida Religiosa. No se le percibe cansado después del largo viaje desde Manila. Es más, sorprende su paciencia ante la agenda engarzada con encaje de bolillos para exponer su planteamiento a los religiosos, encontrarse con la comunidad filipina en España y atender a los periodistas. Ni una queja. Tampoco veto o control alguno sobre las preguntas. Cuando alguna resulta incómoda o deja algún fleco, inicia un diálogo para buscar juntos una salida. Y vuelve a sonreír.

Solo cambia el gesto cuando se pone sobre la mesa el drama de los refugiados, con los que ha conversado y tocado en primera persona como presidente de Caritas Internationalis. Con esta cercanía, uno comprende cómo los filipinos, no solo sus conocidos, llaman “Chito” –de Luisito– a este aspirante a médico al que Dios le inoculó otro virus: el de la vocación sacerdotal que hoy es normalidad en color púrpura.

PREGUNTA.- Estamos en unas Jornadas de Vida Consagrada. ¿Cree que está lo suficientemente valorado el papel de los religiosos en la Iglesia? ¿O le debe la Iglesia un mayor reconocimiento a la Vida Religiosa?

RESPUESTA.- La Iglesia ha valorado siempre la Vida Religiosa pero la Vida Religiosa también ha cambiado sus formas en la historia de la Iglesia. Pero hay algo que se mantiene: la Vida Religiosa siempre ha sido una voz profética dentro de la Iglesia y también en la misión de la Iglesia en el mundo. Creo que esta es la razón por la que la Iglesia valora a los religiosos, porque siempre necesita la profecía de la gente que abraza el Evangelio en su forma más radical: pobreza, obediencia, castidad… Esto es siempre un buen recuerdo profético dentro de la Iglesia y para el mundo.

P.- ¿Francisco va a poder llevar a término la reforma que tiene entre manos o lo ve imposible?

R.- ¡Nadie puede completarlo! Él mismo sabe que no puede hacerlo todo, por lo que tiene prioridades en su reforma. Pero incluso en el caso de que él lograra cumplir aquello que quiere conseguir, en el mundo siempre surgirán nuevos dilemas que plantear, nuevas realidades que afrontar… Si miras la realidad así, te das cuenta de que las cosas que ya has hecho necesitan reformarse de nuevo. De hecho, pienso que no hay nada blindado, acorazado o protegido que no pueda ser cuestionado en el futuro.

P.- Francisco confesó en los primeros días de su pontificado que soñaba con “una Iglesia pobre y para los pobres”. ¿Cómo es la iglesia con la que sueña el cardenal Tagle?

R.- Ese no es el sueño del papa Francisco… ¡es el sueño de Jesús! ¡Es el sueño de todos! Cuando la gente me dice “Francisco quiere esto o lo otro…”, yo les contesto: “No, ¡es Jesús el que quiere esto o lo otro!”. Cuando Francisco dice “¿quién soy yo para juzgar?”, no es él quien lo dice… ¡Es Jesús el que dijo eso! La gente se olvida de Jesús y piensan solo en el papa Francisco.

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