Editorial

Reciclarse para revitalizar al rebaño

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EDITORIAL VIDA NUEVA | Lento, pero seguro. Con tropiezos, alguna zancadilla y un marco sociopolítico complejo. Para que, al igual que sucede en el Vaticano, el cambio sea irreversible. Así está siendo la transformación que está viviendo el Episcopado español para adaptarse a los signos de los tiempos y al proyecto de Iglesia en salida de Francisco. Han pasado tres años desde su llegada a la sede de Pedro y, si hay resistencias dentro y fuera de la Curia, aquí también los hay que confían en que pase este temporal de misericordia.

No en vano, la Iglesia española vive su particular “cambio de régimen”. Tras un largo perÍodo que entendía la relación con la sociedad como confrontación para marcar territorio, ahora se busca promover la cultura del encuentro, aun cuando quien está enfrente busque las cosquillas. No es tarea fácil revertir la imagen de la Iglesia como enemigo, pero urge desmarcar el mensaje del Evangelio de cualquier ideología para leerlo desde la defensa de la dignidad de la persona, especialmente de los últimos.

Este es el eje de los dos documentos marco elaborados bajo la presidencia del cardenal Ricardo Blázquez: Iglesia, servidora de los pobres y el Plan Pastoral 2016-2020.

El significativo nombramiento de
Luis Ángel de las Heras como obispo
revela el respaldo de Francisco
y de quien elabora las ternas
por la Iglesia de las periferias.

Este cambio de registro no es “postureo”. No tendría sentido. Nace de una profunda revisión y necesaria conversión que comienza a aterrizarse cuando la Conferencia Episcopal cumple 50 años. Frente a formas de gobierno ligadas al pensamiento único, la colegialidad, el consenso y el diálogo se abren camino en Añastro hoy como ayer.

Esta “operación reciclaje” no busca tirar a la basura el trabajo hecho hasta ahora. Sería un error. Reciclar pasa por acopiar toda la experiencia acumulada, seleccionar y depurar para darle una nueva vida. Este proceso pasa también por una regeneración en el propio Episcopado. Para muestra, el significativo nombramiento de Luis Ángel de las Heras como obispo de Mondoñedo-Ferrol. Que después de varios años de sequía, se acoja a un religioso en el Episcopado de nuestro país dice mucho de cuál es el perfil que configura las ternas de candidatos. Que el elegido, además, sea el actual presidente de Confer y provincial de los claretianos, supone mucho más que una declaración de intenciones del Papa hacia esa Iglesia que no teme embarrarse, que se siente comunidad y se quiere profeta en las periferias.

Francisco ya no sueña como utopía con pastores con olor a oveja ni con una Iglesia que no condene, sino que abrace las heridas del otro. Francisco lo sueña como algo posible en tanto que ya está moldeando a la Iglesia universal en lo concreto y, en el caso de España, esa Iglesia se está dejando modelar para revitalizar al rebaño, el espíritu conciliar y el seguimiento a Jesús de Nazaret sin condenar ni reservar el derecho de admisión.

En el nº 2.981 de Vida Nueva. Del 19 de marzo al 1 de abril de 2016

 

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