Fernando Maletti, el compatriota de Bergoglio que ha inspirado una nueva política en Argentina

Alcaldes, legisladores y representantes eclesiales del país se suman a las inquietudes sociales del Papa

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Los firmantes del Pacto de San Antonio de Padua, con el obispo Maletti

NICOLÁS MIRABET (BUENOS AIRES) | Poco tiempo después de la sanción del presupuesto bonaerense para el ejercicio de 2016, los alcaldes peronistas que impulsaron su aprobación han vuelto a aparecer juntos en un acto encabezado por Fernando Maletti, obispo de Merlo-Moreno. Y lo han hecho para firmar el llamado Pacto de San Antonio de Padua, un documento de dos páginas que combina palabras del papa Francisco y sentencias de Juan Domingo Perón, en donde se postulan diversas problemáticas que afectan a la sociedad, como las derivadas del cambio climático y la protección de los más vulnerables.

Apenas recién nacida, esta iniciativa ya contaba con la adhesión de unos 200 referentes, entre líderes de distintas plataformas políticas, dirigentes de movimientos sociales y legisladores. Las acciones del documento apuntan a buscar estrategias comunes para luchar contra diversos flagelos que atentan contra la vida de las personas, con el objetivo de que se conviertan en políticas de Estado de los municipios.

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La gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, durante un operativo contra la droga

Los principales puntos del Pacto de San Antonio de Padua son: la lucha contra el narcotráfico; la prevención de la drogodependencia; la lucha contra el hambre; el combate contra la violencia de género; la defensa de la familia y el rechazo al aborto; el impulso de las energías renovables; el combate contra la pobreza; el acceso universal a la salud, a la educación y al agua potable; la erradicación del abuso infantil y la trata de personas; y la creación de observatorios para el cuidado de la casa común.

Cada vez más apoyos

Los regidores firmantes renuevan “el deber asumido ante el Santo Padre en el Vaticano el 22 de julio de 2015, ocasión en que se efectuó el encuentro de alcaldes sobre Esclavitud moderna y cambio climático”. Ya son firmantes del Pacto de San Antonio de Padua algunos de los más destacados alcaldes bonaerenses, como los de Merlo, Lomas de Zamora, Malvinas Argentinas, Morón, San Isidro, Quilmes, San Miguel, Moreno, La Plata o Concordia, entre otros de distintas partes de Argentina. Pese a no haberlo firmado aún, María Eugenia Vidal, la gobernadora de Buenos Aires –la provincia con mayor población del país, con casi 17 millones de habitantes–, hizo llegar su apoyo al documento mediante un escrito.

Contra la lacra de la droga

Uno de los puntos más complejos del Pacto de San Antonio de Padua es el del narcotráfico. Así lo demostró el segundo informe del Barómetro del Narcotráfico y las Adicciones de la Universidad Católica Argentina (UCA), difundido recientemente. En él se advierte que Argentina es un país de “consumo, fabricación y tránsito” de drogas. El rector de la UCA, Víctor Manuel Fernández, destaca que el objetivo del estudio “es colaborar con cualquier Gobierno para saldar esta deuda social y no solo indicarla”. En consonancia con este barómetro, Néstor Dos Santos, párroco de San Luis Rey, en la provincia de Formosa, denunció a la prensa: “Prácticamente en todos los barrios de la ciudad de Formosa la droga es una realidad que está instalada. A veces, en los medios se reduce a un tema, pero la droga es una realidad que está afectando a adolescentes y jóvenes, sobre todo en los estratos sociales más humildes”.

En el nº 2.980 de Vida Nueva

 

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