‘Spotlight’: entre el orgullo y el bochorno

fotograma de la película Spotlight

La película narra cómo se destaparon los casos de abusos sexuales en la Iglesia en Boston

fotograma de la película Spotlight

J. L. CELADA | Qué, quién, dónde, cuándo y por qué. Cualquier periodista que se precie debería dar respuesta a estas cuestiones si busca despertar la atención del lector, oyente o espectador, ganarse su confianza y crecer en credibilidad. Una lección que tiene bien aprendida Tom McCarthy. Al menos, esa es la impresión que se desprende de su último trabajo, dos horas de gran cine “clásico” (¿quién no recuerda Todos los hombres del presidente?), que te atrapa en su maraña argumental al ritmo trepidante que impone la prensa diaria, pero sin dejar cabos sueltos. Porque tan importante como el tema, los protagonistas, el lugar, la época y los motivos es cómo gestiona el realizador y guionista este material sensible.

Spotlight debe su título al equipo de investigación de The Boston Globe, responsable de destapar los incontables casos de abusos sexuales a menores cometidos durante décadas por sacerdotes de la archidiócesis bostoniana, mientras destacadas autoridades locales –incluido el cardenal– miraban hacia otro lado.

Desde que el nuevo director de la publicación decidiera, en 2001, llevar a los tribunales a la mismísima Iglesia católica hasta que el resultado de las pesquisas se convirtió en portada de la prestigiosa cabecera, transcurrieron meses de frenética actividad. Un período que constituye el núcleo de interés de esta cinta, ejemplarmente narrada y muy necesaria para iluminar uno de los capítulos más oscuros en la historia reciente de la institución eclesial.

Cuatro reporteros –liderados por Michael Keaton y con Mark Ruffalo como punta de lanza– desmontan la red de mentiras, presiones y encubrimientos tejida en torno a esos depredadores de la dignidad y de la fe y a cuantos con sus medidas disuasorias (traslados, bajas, permisos…) consintieron su conducta abominable y delictiva. A través de las entrevistas con algunas de las víctimas y sus abogados, de los archivos judiciales o de viejos recortes, descubrimos el recorrido y el alcance de un “fenómeno psiquiátrico reconocible”; que no se limita a “unas cuantas manzanas podridas”, sino que adquiere dimensiones escandalosas; con mediaciones y acuerdos de confidencialidad de los que no queda rastro documental y sí mucho sonrojo.

Aunque caben todas las precauciones y puntos de vista –como ponen de manifiesto las reuniones de Spotlight–, sus profesionales nos enseñan que la responsabilidad editorial es tan poderosa como la moral.

Y el periodista católico abandona la sala con una sensación agridulce, a medio camino entre el orgullo y el bochorno, tras compartir tan extraordinario testimonio.

 

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: Spotlight.

DIRECCIÓN: Tom McCarthy.

GUIÓN: Josh Singer y Tom McCarthy.

FOTOGRAFÍA: Masanobu Takayanagi.

MÚSICA: Howard Shore.

PRODUCCIÓN: Blye Pagon Faust, Steve Golin, Nicole Rocklin, Michael Sugar.

INTÉRPRETES: Mark Ruffalo, Michael Keaton, Rachel McAdams, Liev Schreiber, John Slattery, Brian d’Arcy James, Stanley Tucci, Jamey Sheridan, Neal Huff, Billy Crudup.

En el nº 2.975 de Vida Nueva

 

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