En la clausura del Año de la Vida Consagrada: gracias por ser y hacer

Iñaki Gabilondo, periodista, con su hermana Lourdes Gabilondo, religiosa Franciscana Misionera de María y delegada de Misiones de Tui-Vigo

Reunimos a representantes de la sociedad civil con religiosos para rendirles homenaje en primera persona

Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, y Jaime Garralda, jesuita y fundador de Horizontes Abiertos

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, colabora activamente con la Fundación Horizontes Abiertos, fundada por el P. Garralda; el jesuita que sigue trabajando a sus 94 años

ÁNGELES LOPEZ | Finaliza el Año de la Vida Consagrada, un tiempo en el que los religiosos y religiosas de los cinco continentes han radiografiado cómo responden hoy a los desafíos que plantean el Evangelio y el mundo. Vida Nueva ha querido aplaudir el ser y hacer de la Vida Consagrada, y para ello hemos organizado un sano diálogo entre los religiosos y aquellos que comparten con ellos su tarea, inquietudes, esperanzas y misión.

 

Cristina Cifuentes: “El P. Garralda representa todo lo bueno que una persona puede hacer por los demás”

La Fundación Horizontes Abiertos nació en el Pozo del Tío Raimundo. Allí Jaime Garralda conoció la droga, la cárcel, el sida, los “sin techo” y “sin papeles”. A ellos se dedica desde entonces este jesuita, voz de los desposeídos como otros tantos religiosos y espejo en quien la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, intenta mirarse en su íntimo ejercicio de solidaridad.

Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, y Jaime Garralda, jesuita y fundador de Horizontes Abiertos

JAIME GARRALDA, jesuita y fundador de Horizontes Abiertos

PREGUNTA.- ¿Qué cree, humildemente, que ha aportado su trabajo desde la Vida Consagrada?

RESPUESTA.- Ilusión y cariño para querer a los marginados, los que son peor que pobres, los que nadie quiere, salvo Jesucristo, para quien son sus preferidos.

P.- ¿Hubiera sido posible hacer todo lo que ha hecho, desde la vida no religiosa?

R.- ¡En absoluto! He tenido que ir a países pobres y lejanos, he vivido en una chabolita 15 años y en un piso con presos otros 15, y me he tenido que meter en muchos líos, como la Fundación Horizontes Abiertos… No me creo con derecho a hacer vivir esa vida a una mujer y unos hijos.

P.- Cristina Cifuentes dice que su ejemplo le hizo comprender la solidaridad desde otro prisma.

R.- Es que hay que conocer a Cristina, verla sufrir en La Paz, acariciar a los niños en la cárcel, y ser ella siempre a cara descubierta, esté quien esté delante. Cristina… es Cristina.

P.- ¿Qué impronta cree que está dejando en quienes le rodean?

R.- Que querer y servir a los marginados no puede quitar la sonrisa y las ganas de felicidad. Al contrario: queriéndoles a ellos, todo sonríe, porque sonríe Dios.

CRISTINA CIFUENTES, presidenta de la Comunidad de Madrid y voluntaria de Horizontes Abiertos

PREGUNTA.- ¿Desde cuándo se conocen el padre Garralda y usted?

RESPUESTA.- Desde hace muchos años, pero fue en mi etapa como delegada del Gobierno en Madrid, cuando pude ya colaborar más estrechamente con él, tanto a nivel institucional como personal.

P.- El hecho de conocer su trabajo, ¿en qué cambió su forma de ver la vida?

R.- El padre Garralda representa todo lo bueno que una persona puede hacer por los demás, de forma totalmente desinteresada. Su capacidad de entrega a lo largo de 30 años, su compromiso con quienes más lo necesitan, a través de asociaciones de vecinos, centros que atienden a personas gravemente enfermas, y desde la propia Fundación Padre Garralda-Horizontes Abiertos, le convierten en un auténtico referente para mí.

P.- ¿Qué destacaría de su figura? ¿Por qué motivo le daría las gracias?

R.- Destacaría, sobre todo, su espíritu solidario, y su capacidad para hacer el bien, por encima de todas las cosas. Esa voluntad permanente de hacer cosas buenas por los demás, constituye una guía que intento seguir allí donde tengo responsabilidades públicas que desempeñar.

 

Iñaki Gabilondo: “Mi hermana Lourdes tiene un aliento vital tan trascendental como tenía mi madre”

Es la mayor del clan Gabilondo Pujol. Lourdes siempre ha buscado el segundo plano, ese que no pueden esquivar ni Ángel, diputado socialista de la Asamblea de Madrid, ni tampoco Iñaki, maestro de periodistas. Todos llevan en sus genes el compromiso con la verdad. Como los otros 14.000 misioneros españoles, Lourdes es testimonio para los suyos de la Iglesia en salida de Francisco.

Iñaki Gabilondo, periodista, con su hermana Lourdes Gabilondo, religiosa Franciscana Misionera de María y delegada de Misiones de Tui-Vigo

El periodista Iñaki Gabilondo con su hermana Lourdes, Franciscana Misionera de María

LOURDES GABILONDO, Franciscana Misionera de María y delegada de Misiones de Tui-Vigo

PREGUNTA.- ¿Les agradó a sus padres que se hiciera religiosa o preferían que formara una familia?

RESPUESTA.- Yo era católica, pero también salía con amigas y tenía algún amigo especial… Se lo dije un día e ingresé rápido. Solo me dijeron que buscara mi camino, que las puertas de mi casa estaban abiertas por si quería regresar. Con el tiempo, comentaron que el día que me marché Dios entró en nuestra casa.

P.- ¿Cree que su opción de vida puede haber inspirado a sus hermanos en lo personal y en lo profesional?

R.- Mis hermanos siempre han tratado de luchar por la justicia, la paz, la libertad de las personas… Yo les he respetado a todos con sus opciones como ellos me han respetado a mí, siempre desde el amor. En concreto, Iñaki y Ángel, que son los más conocidos, son personas auténticas, leales. El hecho de reconocernos fieles en nuestras opciones nos ha hecho estar abiertos a la verdad. Mi madre era una mujer profundamente buena y eso nos ha marcado a todos. Solo trato de seguir, desde mi pequeñez, su estela

P.- ¿Ha cumplido los planes que se prometió el día que ingresó en la congregación?

R.- Eso solo lo puede decir Dios. Uno siempre se ve pequeño y cree que no da la talla. Solo puedo decir que mi vocación es tan grande que me siento obligada a ser portadora de esperanza. Y vivo muy cerca de la realidad, en un pequeño piso, con cinco hermanas, en la vida, próxima a los problemas.

IÑAKI GABILONDO, periodista

PREGUNTA.- ¿Le impactó que su hermana ingresara en las franciscanas?

RESPUESTA.- No me sorprendió nada. Mi familia era muy religiosa, nuestros padres tenían una profunda fe y, aunque la vida nos haya desplazado en muchos sentidos, nunca hemos perdido ese sentimiento. Era la mayor de nueve hermanos y una gran ayuda para mi madre, pero fue una noticia feliz. Lo recibimos como algo hermoso que ocurre en una familia católica con una madre, que a buen seguro fue santa.

P.- ¿El hecho de que sea religiosa le ha hecho ver la Iglesia con otros ojos?

R.- No el hecho de ser religiosa en sí, sino misionera. No siempre he estado de acuerdo con la jerarquía eclesiástica, y a veces en desacuerdo absoluto, pero el mundo de los misioneros mantiene un punto de la realidad con el que es imposible no tener una complicidad profunda. Me ha permitido no quebrar nunca del todo mi relación con la Iglesia porque, aunque hubiera estado en desacuerdo, había otra parte con la que me hubiera resultado imposible.

P.- ¿Por qué le daría las gracias a su hermana?

R.- Todos estamos orgullosos, sobre todo, de ser hijos de José Ignacio y Mª Luisa. Ese es nuestro aval en la vida. Quizás a Lourdes, amén de todo, le daría las gracias por un motivo: estar ella en este mundo es como si mi madre no hubiera muerto. No porque ejerza de ello, sino porque, como tiene un aliento vital tan trascendental, tan religioso, como mi madre lo tenía, queda asegurada la supervivencia de la estirpe a través de ella. Es un elemento clave en una familia unida, que es de lo que más felices se sentirían mis padres. Es un tesoro inmenso.

 

Más testimonios:

  • Juan de Isasa, marianista, expresidente de SM y exdirector del Colegio Ntra. Sra. del Pilar (Madrid), y Carolina Múgica, alumna pilarista y olímpica de baloncesto en Barcelona ’92
  • Carlos Diharce, misionero en la selva amazónica, y Carla Royo-Villanova, empresaria
  • P. Laurentino Sáenz de Buruaga, benedictino, exdirector de la Escolanía del Valle de los Caídos; y Juan Carlos Asensio, musicólogo

 

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