Siéntense, pero no se acomoden

JESÚS SÁNCHEZ CAMACHO | Profesor CES Don Bosco

Con su nuevo diseño, la revista no solo ha reforzado su dimensión estética; la creatividad de las nuevas secciones sitúa a Vida Nueva en la vanguardia. Pero no llovió al gusto de todos los lectores en el nuevo diseño estrenado por Vida Nueva en 1966. Mientras algunos concedían un sobresaliente a la nueva maqueta, otros se mostraban decepcionados por una desorganizada distribución de los artículos. La revista sufrió la mutilación del Editorial y, en la portada, se creó una columna llamada Sinfirma.

El 22 de enero de 1966 (nº 506) esta sección reprueba el eslogan auspiciado por Johnson (la Gran sociedad): “No negaremos que nos sabe a burgués, que preferíamos la mística de una Nueva frontera kennedyana”. Para el columnista, la idea del presidente estadounidense era compatible con “la guerra en el Vietnam”. Y hacía un llamamiento a todos los gobernantes del mundo: “Que vuelvan a sentarse, una y otra vez, sin desaliento, en la mesa de las negociaciones”.

La pasada semana, el 62% de los asientos del Congreso fue ocupado por nuevos parlamentarios. Aunque la imagen que impera estos días es la de los codazos dialécticos, nuevas iniciativas parlamentarias abren puertas a la esperanza. Es hora de actualizar el reloj del diálogo y mirar por el interés de todos los españoles. Así que, siéntense, nuevos diputados. Pero, por favor, tengan cuidado con el sillón; es muy fácil acomodarse.

En el nº 2.973 de Vida Nueva

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