Nuevo obispo de Vitoria: "Todavía estoy viviendo bajo el efecto de la sorpresa"

Juan Carlos Elizalde ya ha comenzado a preparar el relevo con Asurmendi

Juan Carlos Elizalde, nuevo obispo de Vitoria

VICENTE L. GARCÍA (VITORIA) | “Todavía vivo bajo el efecto de la sorpresa por el nombramiento”, señalaba Juan Carlos Elizalde, en una primera conversación telefónica con Vida Nueva el pasado 9 de enero, un día después de que se hiciese público su nombramiento como nuevo obispo de Vitoria. Reafirmaba así sus sentimientos contenidos en el primer mensaje que envió a sus nuevos diocesanos, y que se difundió rápidamente a través de la web de ese obispado vasco y de las redes sociales.

Aunque ya le habían hablado algo sobre su nuevo destino pastoral, este sacerdote navarro, nacido el 25 de junio de 1960 en Mezquíriz y ordenado sacerdote el 3 de octubre de 1987 en Roncesvalles, de cuya colegiata es canónigo, ha tenido ya su primera toma de contacto con la diócesis. Fue el pasado martes 12 de enero, cuando mantuvo una reunión de carácter privado en las dependencias del Obispado con Miguel Asurmendi, hasta ahora titular de esa sede.

Si bien Elizalde observa una cierta similitud entre la diócesis de Pamplona y Tudela y la de Vitoria, también es muy consciente de que cada una tiene sus singularidades. La atención pastoral de las parroquias con un clero más escaso será uno de los temas que estará en la mesa del nuevo pastor. La implicación en la acción social con los más desfavorecidos, que la diócesis de Vitoria desarrolla a través de Cáritas y otras organizaciones, también será un tema importante a abordar. Y no faltarán, seguramente, las demandas que algunos sectores sociales y eclesiales puedan hacerle llegar respecto a posicionamientos que puedan tener tintes más políticos que pastorales. La experiencia de Asurmendi será, sin duda, un primer referente para Elizalde.

Salir a los más pobres

De hecho, en su mensaje a la diócesis, señala que “desde el primer momento me gustaría, como lo está haciendo D. Miguel durante 20 años, acompañar a todas las comunidades cristianas a seguir saliendo hacia las periferias que nos señala el papa Francisco: los más pobres, la gente golpeada por la violencia, la increencia deshumanizadora y la desunión entre nosotros. Y todo ello desde la alegría contagiosa del Evangelio”.

Elizalde, que se reconoce deudor de la espiritualidad ignaciana y de la espiritualidad sacerdotal de la dióceis de Vitoria, se pone “incondicionalmente” al servicio de la diócesis, y en la esperanza de “que juntos pudiéramos compartir la alegría de la misericordia en este Año Jubilar”.

Licenciado en Filosofía por la Universidad de Navarra, en Teología por Facultad de Teología del Norte de España, y en Teología espiritual por Comillas, en la actualidad era vicario episcopal de la zona pastoral de Pamplona-Cuenca-Roncesvalles y director del Secretariado de Pastoral Universitaria, materia en la que se le reconoce como un gran especialista.

Relevo generacional

Con Juan Carlos Elizalde se completa el relevo generacional en las tres diócesis vascas, con obispos que aún no han cumplido los 55 años, y, por tanto, con tiempo por delante para profundizar en el trabajo interdiocesano, pero en un nuevo marco social y eclesial. El obispo de Bilbao, Mario Iceta, según recogía un medio local, espera que “este sea un momento providencial para intensificar la colaboración con Vitoria”. De nuevo, un navarro estará al frente de la sede vasca. Miguel Asurmendi, quien ha visto aceptada su renuncia y nombrado a su sucesor a los diez meses de cumplir los 75 años, trasladará su residencia a un domicilio familiar en Pamplona, aunque siempre tendrá la posibilidad de residir en alguna de las casas de la congregación salesiana a la que pertenece.

En el nº 2.972 de Vida Nueva