La Iglesia alemana sale al paso de la ola de ataques a mujeres en fin de año

El obispo de Hamburgo advierte del riesgo de buscar un “chivo expiatorio”

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La catedral de Colonia recuerda a las víctimas de las agresiones sexuales

RUBÉN DEL BARRIO (BERLÍN) | La ola de agresiones sexuales y robos a mujeres vivida la noche del 31 de diciembre en Colonia y otras ciudades alemanas presagia un terremoto en el país, así como el renacer de oscuros prejuicios de los que empieza a alimentarse la extrema derecha. Un seísmo político y social que ha llevado a los obispos católicos a lanzar una llamada para que los fieles eviten cualquier confusión y, sobre todo, se comprometan a respetar la dignidad humana.

Dios está en contra de la agresión que sufrieron tantas mujeres indefensas por esa horda de saqueadores”, aseguró el cardenal Rainer Maria Woelki, arzobispo de Colonia, durante la pasada misa de la Epifanía. “Dios quiere que nosotros también nos opongamos a tales actos y defendamos por encima de todo la dignidad humana y, en este caso, la dignidad de la mujer”, añadió.

Según los últimos datos, ya se han presentado 516 denuncias por los delitos en Colonia la noche de fin de año, el 40% por agresiones sexuales, incluidas, al menos, dos violaciones. En Hamburgo, las denuncias suman 133. De los 19 agresores identificados hasta ahora, ninguno tiene nacionalidad alemana y la mayoría son refugiados. Por su parte, el obispo auxiliar de Hamburgo, Hans-Jochen Jaschke, muy comprometido con el diálogo con los musulmanes, advirtió sobre el riesgo que conlleva buscar un “chivo expiatorio”.

Refugiados y culpables

La llegada de más de un millón de refugiados procedentes de Siria, Irak y Pakistán ha provocado desde hace meses graves tensiones en Alemania, que podrían ir a peor tras estos ataques. A propósito de los mismos, la canciller Angela Merkel aseguró que “los culpables serán identificados de forma rápida, independientemente de su origen o su pasado”. Palabras defendidas por el obispo Jaschke, quien, además, exigió que los responsables sean castigados en nombre de unos valores fundamentales aceptados y compartidos por todos.

Durante una ceremonia ecuménica celebrada la semana pasada en Colonia, el cardenal Woelki deseó que el próximo carnaval en Colonia se lleve a cabo de manera segura. Para ello, las autoridades han prometido desplegar todos los medios para luchar contra esta “nueva forma de delincuencia organizada”.

En el nº 2.972 de Vida Nueva

 

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