Francisco: “Misericordia es el carné de identidad de nuestro Dios”

El nombre de Dios es Misericordia, primer libro-entrevista del papa Francisco en conversación con el periodista Andrea Tornielli en Planeta Testimonio publicado en enero de 2016

‘Vida Nueva’ publica en exclusiva un avance del primer libro-entrevista del Papa

El nombre de Dios es Misericordia, primer libro-entrevista del papa Francisco en conversación con el periodista Andrea Tornielli en Planeta Testimonio publicado en enero de 2016

VIDA NUEVA | La revista Vida Nueva, en su primer número de 2016, ofrece en exclusiva a sus suscriptores el adelanto de dos extractos de ‘El nombre de Dios es Misericordia’ (Planeta Testimonio), el primer libro-entrevista del papa Francisco, en conversación con el periodista italiano Andrea Tornielli, que estará en las librerías el martes 12 de enero. En esta obra, el pontífice argentino invita a toda la Iglesia a “salir al encuentro de los muchos ‘heridos’ que necesitan atención, comprensión, perdón y amor”.

CAPÍTULO 1. Tiempo de misericordia

Andrea Tornielli.- ¿Qué es para usted la misericordia?

Papa Francisco.- Etimológicamente, misericordia significa abrir el corazón al miserable. Y enseguida vamos al Señor: misericordia es la actitud divina que abraza, es la entrega de Dios que acoge, que se presta a perdonar. Jesús ha dicho que no vino para los justos, sino para los pecadores. No vino para los sanos, que no necesitan médico, sino para los enfermos. Por eso se puede decir que la misericordia es el carné de identidad de nuestro Dios. Dios de misericordia, Dios misericordioso. Para mí, este es realmente el carné de identidad de nuestro Dios.

CAPÍTULO 5. ¿Demasiada misericordia?

(Papa Francisco:) La Iglesia condena el pecado porque debe decir la verdad. Dice: “Esto es un pecado”. Pero al mismo tiempo abraza al pecador que se reconoce como tal, se acerca a él, le habla de la misericordia infinita de Dios. Jesús ha perdonado incluso a aquellos que lo colgaron en la cruz y lo despreciaron. Debemos volver al Evangelio. Allí vemos que no se habla tan solo de bienvenida o de perdón, sino que se habla de una “fiesta” para el hijo que regresa.

(…) Siguiendo al Señor, la Iglesia está llamada a difundir su misericordia sobre todos aquellos que se reconocen pecadores, responsables del mal realizado, que se sienten necesitados de perdón. La Iglesia no está en el mundo para condenar, sino para permitir el encuentro con ese amor visceral que es la misericordia de Dios.

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En el nº 2.971 de Vida Nueva. Del 9 al 15 de enero de 2016

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