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‘La entrañable misericordia de nuestro Dios’


Un libro de Alfonso Crespo Hidalgo (San Pablo) La recensión es de Antonio García Rubio

'La entrañable misericordia de nuestro Dios',  Alfonso Crespo Hidalgo (San Pablo)

Título: La entrañable misericordia de nuestro Dios. Para vivir el Año de la misericordia

Autor: Alfonso Crespo Hidalgo

Editorial: San Pablo

Ciudad: Madrid, 2015

Páginas: 248

ANTONIO GARCÍA RUBIO | Misericordia es “la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que se encuentra en el camino de la vida” (MV 2), dice el papa Francisco. Y esto es lo que encontrará el lector al leer La entrañable misericordia de nuestro Dios y al mirar a su autor, Alfonso Crespo Hidalgo, historiador, filósofo, teólogo, doctor en espiritualidad, canciller, vicario general, delegado de Pastoral Familiar de Málaga, profesor, párroco, autor de numerosos libros y colaborador en diversas publicaciones conjuntas de la Comisión Episcopal del Clero sobre la Formación Permanente.

Y esto porque él y su libro rezuman esa mirada que busca el lector en el Año Santo, dirigida con ojos sinceros tanto al hermano que se cruza en el camino como al Padre que le encuentra, y a ambos, ya que con ellos se tropieza en su peregrinación. Se ha de mirar fijamente la misericordia “para poder ser también nosotros signo eficaz del obrar del Padre”.

Cuatro grandes capítulos le esperan al lector, y todos ellos cargados de pasión, de profundo conocimiento del tema propuesto y de muy buena pluma, con un fin preciso: que todos acaben enamorándose de la Misericordia y apasionándose por este Año Santo.

El primer bloque muestra las manos misericordiosas de Dios Padre “paciente y misericordioso”; de Jesucristo, “el rostro de la Misericordia”; y del Espíritu que “guía hacia la misericordia”; el segundo bloque se detiene en la Iglesia como “casa y seno materno de la misericordia” y, proclamando “bienaventurados a los misericordiosos” a través de la parábola del buen samaritano, invita a practicar las obras de misericordia y a abrir de par en par la Puerta Santa; el tercer bloque, adentrándose en las entrañas de la Reconciliación, llama a “acoger y celebrar la misericordia”, mostrando “el itinerario de la conversión” y celebrando la fiesta del perdón; el cuarto bloque sitúa a la familia como “el hogar y la escuela de la misericordia”.

Y, por último, acaba apelando a la Virgen María, “profeta de la misericordia”, con la que la Iglesia envía a sus hijos como “misioneros de la misericordia”.

Visión completa

En realidad, todo lo que cualquier creyente puede necesitar para su reflexión, oración y discernimiento sobre la misericordia lo puede encontrar en este libro. Desde él podrá saber, orar, caminar, avanzar, hablar, misionar, comunicar la fe y vivir de la misericordia con todos los elementos que están en juego en el Año Santo, ya que se le ofrece una visión completa de todo lo que es esencial vivir y necesario conocer sobre la misericordia, magistralmente ordenado y apoyado en doce cuestionarios “para orar, reflexionar y trabajar en grupo”. El lector encontrará contenido suficiente para su meditación personal y para sus reuniones comunitarias.

Algunos se preguntan si llegará el día en el que la Iglesia supere la visión negativa de un Dios de rostro airado, convertido en un dios menor, raquítico, rencoroso y ensañado con el hombre pecador, un dios pintado con actitudes y decisiones violentas, dedicado a fustigar a unos hijos infantilizados y podridos por el pecado y la miseria. El autor hace concebir la esperanza de que ese día está a punto de llegar con este Año Jubilar de la Misericordia. La apuesta valiente del papa Francisco, al convocar este tiempo de gracia, llevará a la Iglesia a reconocerse, en cada creyente, en la eterna y novedosa imagen neotestamentaria del Dios Padre todo-misericordioso.

Un nuevo rostro de Dios que, por deseo expreso del Papa, ha de florecer en el corazón de esta humanidad que no ceja en su búsqueda de la verdad sobre Dios y sobre el hombre: “¡Cómo deseo que los años por venir estén impregnados de misericordia para poder ir al encuentro de cada persona llevando la bondad y la ternura de Dios! A todos, creyentes y lejanos, pueda llegar el bálsamo de la misericordia como signo del Reino de Dios que está ya presente en medio de nosotros” (MV 5).

La hondura del presente libro alcanza, en sus páginas centrales, momentos de máxima emoción, que son de agradecer, pues, sin perder el magisterio fundamental sobre la misericordia, su lectura se convierte también en una invitación a la transformación humana y espiritual, absolutamente necesaria si queremos restañar y revitalizar el tejido cristiano, personal y eclesial, previo a toda evangelización.

“La conversión es una especie de tarea siempre pendiente… La vida del hombre es vocación a la santidad… La expresión ‘adulto en Cristo’, perfecto en Cristo, indica un proceso de crecimiento hasta la madurez personal; la raíz y meta de esa madurez será Cristo (cf. Ef 4, 11-16)”.

En el nº 2.971 de Vida Nueva

Actualizado
08/01/2016 | 00:30
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