‘El clan’: negocios de familia

'El clan',  fotograma de la película

J. L. CELADA | La dictadura militar argentina (1976-1983) no solo dejó impresa la huella del horror en la memoria de todo un pueblo, sino que promovió y amparó actividades de la denominada “guerra sucia” que forman parte ya de la crónica negra del país. Uno de esos episodios de infausto recuerdo tuvo como protagonistas a los Puccio, una familia de San Isidro que, en la trastienda de su apacible hogar, ocultaban un siniestro plan de secuestros, extorsiones y asesinatos.

Este caso, que en su día sacudió a la opinión pública argentina, da ahora el salto a la gran pantalla de la mano de Pablo Trapero, posiblemente uno de los valores más seguros de aquella cinematografía desde su debut con Mundo grúa (1999). Haciendo gala de un firme pulso narrativo, exhibido ya en trabajos como El bonaerense (2002), Leonera (2008), Carancho (2010) o Elefante blanco (2012), el último León de Plata al mejor director en la Mostra de Venecia nos muestra –con absoluta frialdad y sin el menor atisbo de juicio paralelo– la doble vida de El clan encabezado por un exdiplomático cuya sola mirada hiela la sangre (un camaleónico Guillermo Francella, alejado de sus registros cómicos habituales).

Mientras un recién llegado Raúl Alfonsín recordaba a sus compatriotas “la enorme responsabilidad de asegurar la democracia y el respeto por la dignidad del hombre”, todavía había gente desubicada tras siete años de muertes, desapariciones e impunidad. Y no nos referimos únicamente a los héroes malditos de las Malvinas, sino a quienes “se quedaron sin laburo cuando se fueron los milicos”, como le ocurriría al patriarca –¿o habría que decir padrino?– de este clan. Un personaje emparentado con los capos mafiosos de Coppola o Scorsese, capaz de todo en nombre de la seguridad y el bienestar de su familia. La misma a la que somete a sus mentiras, chantajes, manipulaciones y amenazas, convirtiéndola en víctima y cómplice de sus negocios.

A caballo entre el retrato de un lobo con piel de cordero y la radiografía sociopolítica de una época especialmente convulsa en la historia de Argentina, El clan se mueve entre apacibles escenas familiares (la ambigua relación con los hijos podría dar aún más de sí) y secuencias propias de los mejores thrillers (¡atención a ese rapto fallido!), con un propósito muy claro: denunciar la corrupción moral de un sistema enfermo y a cuantos lo encubren y sustentan.

Una excelente película, sin duda, para que el futuro mandato de Mauricio Macri al frente de la nación entienda la necesidad de iluminar las sombras del pasado y no repetir viejas prácticas.

 

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: El clan.

DIRECCIÓN Y GUIÓN: Pablo Trapero.

FOTOGRAFÍA: Julián Apezteguia.

MÚSICA: Sebastián Escofet.

PRODUCCIÓN: Hugo Sigman, Matías Mosteirín, Agustín Almodóvar, Pedro Almodóvar, Esther García, Pablo Trapero.

INTÉRPRETES: Guillermo Francella, Peter Lanzani, Lili Popovich, Gastón Cocchiarale, Giselle Motta, Franco Masini, Antonia Bengoechea, Stefanía Koessl.

En el nº 2.966 de Vida Nueva

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