Beatificación de 26 capuchinos en Barcelona: mártires de ayer y hoy

La persecución de cristianos en Siria, presente durante la celebración en la catedral

beatificacion-martires-capuchinos-barcelona-G

JORDI LLISTERRI (BARCELONA) | “Una tradición de generosidad en nombre de Cristo Resucitado”. Así se refirió el ministro general de los Capuchinos, Mauro Jöhri, a los mártires beatificados el pasado sábado 21 de noviembre en Barcelona y a los mártires actuales. La catedral de la Ciudad Condal acogió la beatificación de 26 hermanos capuchinos de la provincia catalana asesinados en los primeros meses de la Guerra Civil.

En el parlamento final, el hermano Jöhri recordó que esta experiencia de persecución la están sufriendo hoy los hermanos que huyeron de Siria. “Abandonaron su convento cuando toda la comunidad cristiana ya había podido huir. Otros frailes están ahora en el Líbano y en Jordania acogiendo a refugiados, sean musulmanes o cristianos”.

La ceremonia fue presidida por el prefecto para la Causa de los Santos, Angelo Amato. En la homilía, el cardenal también resaltó la actualidad de la persecución contra los cristianos, que denunció que hoy se produce por lo menos en 22 países del mundo. “¿Y cómo reaccionar ante esta carnicería? Mirando al crucificado”, aseguró Amato. Y teniendo como modelo la respuesta de los capuchinos beatificados, que “murieron perdonando”. Amato insistió en esta propuesta de paz y perdón, ya que así “los cristianos son indispensables para lograr una humanidad reconciliada y en paz”.

Además de la comunidad capuchina, se sumaron a la celebración la mayoría de obispos catalanes, con el cardenal Lluís Martínez Sistach como administrador apostólico de Barcelona.

Asesinados en 1936

En 1936, la provincia catalana de los capuchinos tenía 204 hermanos, 36 de los cuales fueron asesinados. Aunque se dispersaron las comunidades y se cerraron los conventos, muchos fueron ejecutados durante los primeros meses de la contienda. Varias familias se jugaron la vida para protegerles en sus casas, pero no todos lograron escapar de los controles de los comités revolucionarios. El grupo de 26 nuevos beatos está encabezado por fray Frederic de Berga, que había sido ministro provincial y visitador en Centroamérica. Fue asesinado en febrero de 1937, tras mantener durante varios meses una gran actividad apostólica clandestina en Barcelona.

En el nº 2.966 de Vida Nueva

Compartir