Blázquez advierte en la Plenaria del riesgo de “caos y división” de la sociedad

El presidente de los obispos, preocupado por quienes pretenden “romper España”

Blázquez, durante la lectura de su discurso inaugural en la CVI Asamblea Plenaria

Blázquez, durante la lectura de su discurso inaugural en la CVI Asamblea Plenaria

Blázquez advierte en la Plenaria del riesgo de “caos y división” de la sociedad [extracto]

J. LORENZO. Foto: SERGIO CUESTA | A pesar del tono siempre conciliador de su voz, sonó como un chispazo el párrafo –ya en la antepenúltima página de las 25 de la edición impresa del discurso inaugural– con la advertencia del cardenal Ricardo Bláquez sobre la deriva del proceso soberanista en Cataluña. No lo citó, pero todos entendieron a qué se refería cuando, dirigiéndose a los obispos reunidos en Madrid para su CVI Asamblea Plenaria (del 16 al 20 de noviembre), leyó: “Nos preocupa grandemente la grave situación creada por quienes, al margen y en contra de la ley, pretenden romper la unidad de España”.

Y continuó: “Hace ya varios decenios hicimos los españoles la transición a un régimen realmente democrático con satisfacción de los ciudadanos e incluso con la admiración de muchos no españoles. Poner en cuestión, de manera unilateral, esta situación constitucional introduce inseguridad, inquietud, incertidumbre, riesgo de caos, división de la sociedad. ¿Cómo ha sido posible que unas actitudes y unos hechos nos hayan llevado hasta pretender cambiar el sentido de nuestra historia secular?”.

Hubo sorpresa entre los obispos por esa alusión, mayor entre los catalanes, algunos de los cuales hubiesen querido enterarse antes. Y varias interpretaciones. Como ya adelantó Vida Nueva, hace unas semanas hubo un intento por parte de un prelado para que el tema de la situación de España fuese objeto de una nueva reflexión en la Plenaria. Preocupa Cataluña, pero también los partidos emergentes y algunas de sus propuestas de corte eminentemente laicista. Había igualmente una cierta irritación tras la postura soberanista del obispo de Solsona, Xavier Novell, que apoyó con una carta pastoral el mismo 27-S.

Pero también asombro por la del obispo de Getafe “ante la amenaza secesionista” coincidiendo con la declaración independentista del Parlamento catalán. A todo ese “discurso apocalítico” que ha calado entre algunos prelados –en expresión de uno de ellos consultado por esta revista–, se ha unido lo de los atentados en París (con cuya enérgica condena por parte Blázquez y un padrenuestro se inició esta Plenaria) y lo de los refugiados que huyen de Siria a Europa.

El pasaporte sirio encontrado entre los restos de unos de los terroristas resucita la sospecha verbalizada hace unas semanas por el cardenal Antonio Cañizares cuando se refirió al “trigo limpio”. Esta situación de incertidumbre habría querido ser atajada con un gesto claro del presidente de los obispos. “Un cortafuegos”, apunta la misma fuente, para poder hablar sosegadamente en sesión reservada en la mañana del jueves 19.

Con todo, se subraya “el ambiente positivo” que se vive entre los obispos y que se va imponiendo “la línea que marca el papa Francisco, de no querer intervenir en temas políticos, sino profundizar en la aportación que los valores cristianos pueden hacer a la sociedad”.

De hecho, también en su discurso, Blázquez recordó el deseo de la Iglesia “de vivir y convivir en esta sociedad respetando lealmente sus instituciones democráticas, reconociendo a las autoridades legítimas, obedeciendo las leyes justas y colaborando específicamente en el bien común”. Pero también subrayando la sorpresa ante “voces excluyentes del hecho religioso, especialmente de la fe católica en la vida pública y social. Pretensiones políticas que, además de separarse del espíritu y letra de nuestro marco constitucional, que es aconfesional, manifiestan una clara tendencia al laicismo”.

A pesar de estas apreciaciones, Blázquez comenzó su discurso con una amplia “mirada al pasado con gratitud y al futuro con esperanza”. Del pasado rescató “el estímulo para continuar la misión que hemos recibido” de la generación de obispos como Gabino Díaz Merchán, que ayudó a alumbrar desde la Iglesia el posconcilio eclesial y la Transición política. Y del futuro, se refirió a los nuevos nombramientos episcopales.

Esperanzada fue también su mirada al Sínodo sobre la Familia y lo que en él se debatió. Asimismo, se refirió al nuevo plan pastoral de la Conferencia Episcopal, que con el título Iglesia en misión, al servicio de nuestro pueblo, previsiblemente se aprobará en esta Plenaria. También se estudió el documento Jesucristo, salvador del hombre y esperanza del mundo y un informe sobre la situación del clero. Y sí, se habló de 13 TV, cuya línea política “sigue levantando ronchas”.

Juan Antonio Menéndez Fernández, obispo electo de Astorga

Juan Antonio Menéndez Fernández

Juan Antonio Menéndez, nuevo pastor de Astorga

“Para mí, ahora es tiempo de caminar con vosotros por vuestros caminos y salir a las encrucijadas para anunciar la alegría del Evangelio y consolar a los afligidos por cualquier causa”. Este fue el primer saludo de Juan Antonio Menéndez a sus nuevos diocesanos de Astorga justo en el momento en el que se dio a conocer, el 18 de noviembre, su nombramiento como nuevo obispo de la sede maragata, en sustitución de su pastor desde 1995, Camilo Lorenzo Iglesias, quien presentó su renuncia en agosto pasado por motivos de edad. Juan Antonio Ménedez, asturiano de 58 años, era obispo auxiliar de Oviedo desde 2013, cuando se convirtió en el primer prelado español nombrado por el papa Francisco.

 

En el nº 2.965 de Vida Nueva

 

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