Martínez Sistach: “Si la gente se casa para ser feliz, lo que hay que hacer es evitar separaciones”

El cardenal de Barcelona valora los trabajos del Sínodo en su última semana

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Lluís Martínez Sistach (cardenal arzobispo de Barcelona) saluda durante el Sínodo a Gianfranco Ravasi (presidente del Consejo Pontificio para la Cultura)

M. PÉREZ | La rueda de prensa celebrada hoy martes 20 de octubre en la sala Stampa del Vaticano ha tenido un marcado sabor hispano. Y es que, junto al jefe de prensa, el P. Federico Lombardi, se han sentado el español Lluís Martínez Sistach (cardenal arzobispo de Barcelona) y el mexicano Alberto Suárez Inda (cardenal arzobispo de Morelia). Ambos cardenales, acompañados por presidente delegado del Sínodo Wilfrid Fox Napier, han explicado cómo se están desarrollando los trabajos durante esta última semana de la Asamblea sinodal.

 “Hemos recorrido un camino largo durante estas tres semanas”, ha afirmado el cardenal arzobispo de Barcelona al inicio de la rueda de prensa, “pero lo hemos hecho en un clima sinodal, caminando juntos, tal y como nos pidió el Santo Padre”. Y es que los trabajos sinodales están llegando a su término: durante la tarde de hoy tendrá lugar la última reunión de los círculos menores, en la que cada grupo lingüístico entregará sus conclusiones tras las reflexiones con la III parte del Intrumentum Laboris.

La preparación al matrimonio y la reciente reforma de las nulidades de Francisco han sido los dos grandes temas que han centrado la rueda de prensa de hoy. “Si la gente se casa para ser feliz, lo que hay que hacer es evitar separaciones”, ha afirmado rotundamente Martínez Sistach. “Por eso es muy importante la preparación al matrimonio: es mejor prevenir que curar”.

Wilfrid Fox Napier, cardenal arzobispo de Durban (Sudáfrica), ha declarado que “los obispos africanos vemos en el Sínodo el optimismo de Dios, y también el ejemplo del papa Francisco”. Respecto a la necesaria preparación de los esposos, el sudafricano ha aclarado que “no pedimos 6 meses de preparación antes del matrimonio, lo que pedimos es la oportunidad para que los jóvenes puedan discernir su vocación”. “Nuestra expectación para este Sínodo es que le dé un impulso a las iglesias locales para asegurar que tengamos buenos matrimonios”.

Respecto a la reforma en el proceso de nulidad matrimonial, Suárez Inda ha afirmado que “los obispos ahora tenemos una mayor responsabilidad: el Papa nos reconoce como jueces en la diócesis, pero jueces misericordiosos”. “Creo que va a ser un gran reto el asegurar que tengamos el personal adecuado y se respete el proceso”, ha manifestado Napier. “Algunos no piden la nulidad porque piensan que si la piden sus hijos no son hijos del matrimonio, pero todo lo contrario: la declaración de nulidad lo que confirma es que ese matrimonio ha fallado”, ha reiterado Sistach, “si consiguen la declaración de nulidad, pueden rehacer su vida”.

Próximo destino: México

Si bien el portavoz del Vaticano, Federico Lompardi ya había confirmado que el papa Francisco visitará México en los primeros meses del 2016, el cardenal mexicano Alberto Suárez Inda ha indicado que “ya solo nos falta que el Santo Padre señale las fechas de los lugares que va a visitar. Lo que es seguro es que tocará el tema de la reconciliación, la paz, seguro que visitará alguna cárcel y estará con los jóvenes”

Francisco, que visitó Cuba y Estados Unidos el pasado mes septiembre, afirmó que había considerado visitar México antes de entrar a la nación estadounidense, pero finalmente fue descartado. Su visita de 2016 “será no solamente un bálsamo sino un acicate para toda la sociedad”, ha concluido el mexicano Inda.

“Escuchad a las mujeres”

Durante la semana pasada, fueron varias las auditoras que comparecieron ante los padres sinodales. Entre los temas dominantes, el papel de la mujer en la familia, la sociedad y la Iglesia, las diferencias culturales, la inquietud por la ética en la medicina o la situación de los familias cristianas perseguidas.

Agnes Offiong Erogunaye, responsable de la Organización de Mujeres Católicas en Nigeria, recordó a los cardenales que “las mujeres africanas son conocidas por ocuparse de sus familias, con o sin la contribución de sus cónyuges y especificó que ese papel es todavía mas fuerte frente a la insurgencia del grupo terrorista de Boko Haram porque las mujeres redoblan sus esfuerzos para que sus familias sobrevivan”.

La religiosa estadounidense Sor Maureen Kelleher, pidió “a nuestros líderes de la Iglesia que reconozcan cómo muchas mujeres que se sienten llamadas a ponerse al servicio del Reino de Dios no encuentran un lugar en nuestra Iglesia. A pesar de sus grandes dotes, no pueden llevar sus talentos a las mesas de toma de decisiones y de planificación pastoral”.

Por su parte, Lucia Scaraffia, directora de Donne Chiesa Mondo, el suplemento mensual de L’osservatore Romano, subrayó que “las mujeres son las grandes expertas de la familia: si salimos de las teorías abstractas, habría que dirigirse especialmente a ellas para saber que hacer, como sentar las bases de una nueva familia, abierta a la relación con todos sus miembros, y no fundada ya sobre la explotación de la capacidad de sacrificio de la mujer, sino que asegure a todos un alimento afectivo solidario”.

Maria Harries, directora de los Servicios Sociales Católicos en Australia, destacó las diversidades culturales poniendo como ejemplo la condición de los aborígenes: ”Para la mayoría de ellos es ajena la idea de familia presentada por la enseñanza de la Iglesia. Para algunos, el sistema matrilineal significa que tienen muchas madres. El niño se cría en un grupo de parentesco, no con una madre y un padre. Las mujeres desempeñan un papel dinámico en su mundo parental y esperan que sean visibles”.

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