Francisco: “El que sirve a los demás sin honores ejerce la verdadera autoridad en la Iglesia”

El Papa canoniza a Vincenzo Grossi, Madre María de la Purísima, Ludovico Martin y Maria Azelia Guérin

Francisco, durante la ceremonia de canonización de Vincenzo Grossi, Madre María de la Purísima, Ludovico Martin y Maria Azelia Guérin

Francisco, durante la ceremonia de canonización de Vincenzo Grossi, Madre María de la Purísima, Ludovico Martin y Maria Azelia Guérin

M.PÉREZ | El descanso dominical no fue hecho para el Sínodo. Si no, que se lo digan al papa Francisco: en la mañana de hoy, domingo 18 de octubre, ha oficiado ante miles de fieles la canonización de Vincenzo Grossi, Madre María de la Purísima, Ludovico Martin y Maria Azelia Guérin en la Plaza de San Pedro. Tras ello, ha rezado su tradicional ángelus, en el que ha pedido por el cese de los conflictos en Oriente Medio.

En la plaza de San Pedro, sabor y color español. Y es que la beata sevillana María de la Purísima, superiora general de la Congregación de las Hermanas de la Compañía de la Cruz, ha sido una de las canonizadas hoy, arropada por los más de 6.000 fieles sevillanos presentes.

En la ceremonia, junto al postulador, el capuchino fray Alfonso Ramírez Peralbo; han acudido el vicario general de la Archidiócesis de Sevilla, deán de la Catedral y vicepostulador, Teodoro León; además de la madre general de las Hermanas de la Cruz, sor Reyes María de la Cruz.

Junto a ella, también han sido en santos otros tres beatos: el sacerdote diocesano italiano Vincenzo Grossi, fundador del Instituto de las Hijas del Oratorio (1845-1917); y el matrimonio francés Louis Martin (1823-1894) y Maria Azelia Guérin (1831-1877), padres de la carmelita descalza Santa Teresita de Lisieux.

“El que sirve a los demás y vive sin honores ejerce la verdadera autoridad en la Iglesia”, ha afirmado el papa Francisco durante la ceremonia de canonización. “Jesús nos invita a cambiar de mentalidad y a pasar del afán del poder al gozo de desaparecer y servir; a erradicar el instinto de dominio sobre los demás y vivir la virtud de la humildad”.

Santa María de la Purísima vivió personalmente con gran humildad el servicio a los últimos, con una dedicación particular hacia los hijos de los pobres y enfermos”, ha expresado el Santo Padre refriéndose a la beata sevillana.

“Los santos esposos Luis Martin y María Azelia Guérin vivieron el servicio cristiano en la familia, construyendo cada día un ambiente lleno de fe y de amor; y en este clima brotaron las vocaciones de las hijas, entre ellas santa Teresa del Niño Jesús”.

Respecto al sacerdote italiano, Francisco ha afirmado que “San Vicente Grossi fue un párroco celoso, preocupado por las necesidades de su gente, especialmente por la fragilidad de los jóvenes. Distribuyó a todos con ardor el pan de la Palabra y fue buen samaritano para los más necesitados”.

“El testimonio luminoso de estos nuevos santos nos estimulan a perseverar en el camino del servicio alegre a los hermanos, confiando en la ayuda de Dios y en la protección materna de María. Ahora, desde el cielo, velan sobre nosotros y nos sostienen con su poderosa intercesión”, ha concluido el Papa.

Paz para Oriente Medio

Al finalizar la canonización, Francisco ha rezado el ángelus junto a los miles de fieles y peregrinos que cada domingo abarrotan la Plaza de San Pedro. “Sigo con gran preocupación la situación de fuerte tensión y violencia que aflige a Tierra Santa”, ha explicado. “En este momento necesitamos mucho coraje y mucha fortaleza para decir no al odio y la venganza y hacer gestos de paz. Oremos para que Dios fortalezca en todos, los gobernantes y los ciudadanos, la valentía de oponerse a la violencia y tomar medidas concretas para la distensión”.

También ha querido saludar a todos los fieles llegados desde Italia, España y Francia para rendir homenaje a los nuevos santos. “Saludo a los peregrinos que han venido de España, particularmente de Sevilla, y a las Hermanas de la Compañía de la Cruz –ha afirmado el Santo Padre, ante el aplauso de la delegación española–. Que el testimonio de santa María de la Purísima nos ayude a vivir la solidaridad y cercanía con los más necesitados”

Continúan los trabajos sinodales

Mañana lunes 19 de octubre comienza la última semana de trabajos en el Sínodo de la Familia 2015. Los padres sinodales, que ya han comenzado a debatir la tercera parte del Instrumentum Laboris (que comprende temas como: la relación entre familia, formación e instituciones públicas; el acompañamiento e integración eclesial; la procreación responsable y la educación; o la vida humana como ministerio intangible) se reunirán mañana y tarde en los denominados círculos menores: trece en total, divididos por grupos lingüísticos.

El papa Francisco será el encargado de clausurar el Sínodo el próximo domingo 25 de octubre, con la Santa Misa en la Basílica de San Pedro.

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