La escuela concertada une fuerzas para defender su modelo educativo

Sus dirigentes piden a los partidos políticos “no fomentar el frentismo” con la pública

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De izquiera a derecha, Luis Carbonel (CONCAPA), Begoña Ladrón de Guevara (COFAPA), José Mª Alvira (EC) y Antonio Aguiló (CECE)

J. LORENZO | Informar a la sociedad sobre lo que es la escuela concertada en un momento en que existe incertidumbre por declaraciones de algunos grupos políticos sobre este tipo de enseñanza, y mostrar la unidad existente entre la patronal y los padres de alumnos en la apuesta por esta educación. Ese era el objetivo buscado en la presentación en Madrid, el 14 de octubre, de la plataforma Concertados, formada por Escuelas Católicas (FERE-CECA y EyG), CECE (Confederación Española de Centros de Enseñanza), CONCAPA (Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos) y COFAPA (Confederación de Padres de Alumnos).

“Queremos recordar y resaltar nuestra realidad, que vale la pena”, señaló en la apertura del acto José María Alvira. El secretario general de Escuelas Católicas quiso desde el primer momento desmontar esa imagen que se sigue fomentando de prejuicio y rivalidad con la pública. “Cuando se habla de la escuela concertada, se la suele contraponer a la pública, como si fuésemos antagonistas, cuando somos complementarios. A todos nos interesa que la escuela pública sea buena, de calidad y con los recursos necesarios. Apoyamos a la escuela pública, pero no queremos que sea la única, porque queremos que haya pluralidad en la enseñanza. No se trata de una lucha entre dos redes educativas, sino de ofrecer a la sociedad alternativas educativas”.

También quiso aclarar Alvira dos aspectos polémicos que acompañan como un mantra a la concertada: que no acogen a inmigrantes y que seleccionan a sus alumnos. Sobre la primera cuestión, señaló que aunque la concertada no representa la mitad de la escuela en España, sí que su proporción de alumnos inmigrantes “se acerca bastante”. Con un 25% de estos alumnos en sus centros, afirmó que la concertada “no quiere tratar como una carga a los inmigrantes. Su pluralidad supone una riqueza para el sistema. No es un mal a repartir, sino un bien al que hay que estar abiertos”. Pero también recordó que muchas veces esa escolarización exige de una atención específica para la que “se necesitan medios económicos”. “Queremos estar abiertos a todos –abundó–, pero a veces las condiciones no son iguales a las que existen en la escuela pública”.

Y en cuanto a que eligen alumnos, Alvira afirmó que “no nos inventamos reglas de admisión. No son los concertados los que eligen a su alumnos, sino al revés”.

Esta afirmación fue corroborada por los representantes de las asociaciones de padres de alumnos, porque, en palabras de Luis Carbonel, de la CONCAPA, “estos centros son muy valorados por los padres, como lo demuestra el hecho de que cientos de miles de familias se queden en las listas de espera cada año”.

A deshacer también malentendidos muy difundidos quiso contribuir Antonio Aguiló. El presidente de CECE afirmó que la escuela concertada en España “tiene un gran nivel de eficiencia y muy escaso de financiación”. Y recordó que, gracias a los 3.000 euros al año que un alumno de la concertada le cuesta al Estado, frente a los 6.000 de la pública, “ahorramos 6.000 millones de euros al año a la Administración”.

Asimismo, quiso remarcar que el dinero público que llega a través de los conciertos se destina en un 90% a pagar los sueldos de los profesores, con lo que ese dinero, realmente, “financia a las familias a través de las cuentas corrientes de los maestros”. “Somos un sistema educativo muy eficiente, que ahorra dinero al Estado y que permite que la escuela pública esté mejor atendida”, afirmó a continuación, subrayando la idea de que la concertada “no quiere sacar a nadie del tablero”, por lo que pidió a los partidos políticos y agentes sociales “no fomentar el frentismo que algunos están intentado impulsar”.

Sobre el tema del concierto se señaló que “el modelo actual es bueno, pero mejorable”, aunque Alvira se lamentó de que este aún no se haya renovado, a pesar de estar vigente desde los años 80. “Algunos no lo han hecho porque no se atreven; otros no lo hacen por convicción ideológica; y otros por animadversión. Este Gobierno no lo ha hecho porque, quizás, no era una cuestión demasiado popular”.

“Que dejen a mis hijos fuera de las disputas”

La escuela concertada, con casi 4.000 centros, más de dos millones de alumnos y que da trabajo a 200.000 personas, acoge al 25% del alumnado español. Y con esta realidad pidió Begoña Ladrón de Guevara, presidenta de COFAPA, “que no se juegue”. “Las familias sabemos cómo queremos educar a nuestros hijos. Por eso pido un pacto por la unidad, para que dejen a nuestros hijos fuera de disputas que responden a otros intereses”.

En el nº 2.960 de Vida Nueva

 

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