Una postal del Papa reabre un presunto caso de abusos en el País Vasco

Francisco anunció a la familia la instrucción de juicio canónico al colegio del Opus Dei

Colegio Gaztelueta, obra corporativa del Opus Dei en Vizcaya

Colegio Gaztelueta, obra corporativa del Opus Dei en Vizcaya

BLANCA RUIZ ANTÓN | Una simple felicitación navideña ha hecho que se reabra un caso que en tres ocasiones la justicia ha cerrado. Sin embargo, esta postal está firmada por el mismo papa Francisco, y en ella muestra su apoyo a la familia del joven bilbaíno supuestamente víctima de abusos sexuales por parte de un profesor del colegio Gaztelueta, obra corporativa del Opus Dei en Vizcaya. “Cuando recogí la carta personalmente, se me saltaron las lágrimas de la emoción que me produjo”, explicó el padre a los medios de comunicación.

Los hechos se remontarían al curso 2008-2009, cuando el joven habría sufrido los abusos por parte de su “preceptor” durante el horario de las tutorías que se realizan quincenalmente en el colegio Gaztelueta, el primero del Opus Dei en España. Sin embargo, el alumno dejó el centro sin denunciar los supuestos hechos y no hubo noticias de él hasta más de un año después. En octubre de 2011, todo vendría como en una cascada: acoso escolar, presiones y marginación por parte de varios alumnos instigados por el profesor en cuestión. Y la punta del iceberg de lo que comenzaron como preguntas, imágenes y vídeos poco convenientes, que terminarían siendo tocamientos y caricias.

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Postal de Francisco a la familia

Ante esa situación, los padres formularon una denuncia en la Inspección de Educación del Gobierno Vasco, que también dio lugar a un procedimiento en la Fiscalía de Menores. Posteriormente, el Fiscal Superior del País Vasco abrió unas diligencias de investigación para comprobar la existencia de indicios de delito. Sin embargo, los supuestos hechos nunca fueron denunciados ante los tribunales competentes por la familia, pero posteriormente sí que se dieron a conocer a los medios de comunicación.

Desde Gaztelueta, Imanol Goyarrola, actual director del centro y subdirector del mismo cuando habrían sucedido los presuntos abusos, asegura en un comunicado que “desde el colegio colaboramos con las autoridades en estos procedimientos. Todas las instancias concluyeron que no había elementos suficientes para mantener la acusación contra el profesor y archivaron el caso”.

Sobre el exprofesor aseguran desde el centro educativo que “ha colaborado con las autoridades y ha manifestado su deseo de poder defenderse ante los tribunales de unos hechos que considera completamente falsos”. Y el director le apoya. “Con los datos que se tienen hoy –dice Goyarrola–, no hay motivo para dudar de la inocencia del profesor”. Además, recientemente, declaró que “si la justicia determina que no pasó nada, volvería a contratarle”.

La felicitación navideña de Francisco señala también que enviaría “la documentación a la Congregación para la Doctrina de la Fe para que instruyan un juicio canónico al educador y al colegio, pero sin molestar al chico”. Sin embargo, desde el colegio aseguran no tener ninguna noticia de “las conclusiones de esta investigación” e insisten en que tienen “el mayor interés en secundar las indicaciones” del Papa, por lo que “todo lo que venga del Santo Padre será muy bien atendido”. Por su parte, desde el Obispado de Bilbao poco pueden hacer porque, según un comunicado emitido el pasado día 2 de octubre, “la curia pastoral del colegio pertenece jurídica y canónicamente a la Prelatura del Opus Dei”, por lo que “queda fuera de la jurisdicción del Obispo diocesano”.

Es el precio de la tolerancia cero. Ni un caso más de abusos dentro de la Iglesia, ni una sospecha, ni una acusación, ni una denuncia sin investigar. “A usted y a su familia les deseo un santo y esperanzador año 2015”, escribe Francisco en la postal a la familia. “Ojalá también que sea el año en el que salió toda la verdad sobre el caso Gaztelueta”, añade.

“Es muy dura la cruz”

Siete años después, este tormento continúa para los padres, que, convencidos, presentaron en julio de 2015 una querella contra el profesor y el colegio, desde donde se repite que están dispuestos a colaborar con cualquier investigación legítima que aporte luz. Pero no se avanza. Desgaste físico, psíquico y psicológico para todas las partes envueltas, pero, sobre todo, para la supuesta víctima quien, según afirma su padre, “continúa en shock postraumático después del acoso escolar y el abuso que sufrió en el colegio Gaztelueta”. Bien lo dice el Papa en su carta: “Es muy dura la cruz. Pido para que el Señor le ayude a llevarla”.

En el nº 2.959 de Vida Nueva.

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