Tesfaye Tadesse Gebresilasie: “Nuestro objetivo no es sobrevivir, sino servir al Evangelio”

Nuevo superior general de los Misioneros Combonianos

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Tesfaye Tadesse, nuevo superior general de los Misioneros Combonianos

JOSÉ LUIS CELADA. Foto: DANIEL IBÁÑEZ | El pasado 30 de septiembre, en el marco de su XVIII capítulo general celebrado en Roma, los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús eligieron como nuevo superior general al padre Tesfaye Tadesse Gebresilasie, hasta ahora asistente general, responsable de la Formación de Base y de las provincias y delegaciones del África anglófona (excepto Eritrea) y Mozambique. Nacido el 22 de septiembre de 1969 en Harar (Etiopía), el padre Tesfaye es el primer africano al frente del instituto religioso fundado hace siglo y medio por san Daniel Comboni.

PREGUNTA.- Es usted el primer africano que asume la responsabilidad de superior general de los Misioneros Combonianos. ¿No ha tardado mucho en llegar este momento, teniendo en cuenta el carisma específicamente misionero de su instituto?

RESPUESTA.- Mi nombramiento ha llegado cuando Dios lo ha querido, dentro de una historia de salvación que no se detiene nunca. Nuestro fundador, san Daniel Comboni, soñó, hace 150 años, un Plan para la Regeneración de África. Él y otros muchos misioneros y misioneras sembraron por décadas, con fe y perseverancia, la semilla del Evangelio en el continente africano. En este sueño y en esta siembra de evangelización, estamos participando, desde hace ya muchos años, africanos y africanas de distintos países y procedencias. Ahora que nuestro número está creciendo, participamos también en los servicios internos del instituto. Es un proceso normal, que va incluyendo serenamente todas las nacionalidades. Yo, por ejemplo, recibo este servicio de un competentísimo comboniano mexicano, el padre Enrique Sánchez, con el que he colaborado muy a gusto durante los últimos seis años.

P.- A la hora de unificar y optimizar esfuerzos para hacer frente a esta realidad, ¿no temen caer en la tentación de sentirse más preocupados por la supervivencia del instituto que por ofrecer un servicio de calidad a la misión?

R.- No me parece que estemos en una situación de supervivencia. Siento que el instituto mantiene viva la pasión por la misión, que hemos heredado de san Daniel Comboni. Nuestro objetivo no es sobrevivir, sino servir al Evangelio y a los hombres y mujeres de nuestro tiempo con nuestro aporte dentro de las Iglesias locales y en colaboración con otros religiosos y laicos.

P.- ¿Qué espera del futuro en estos próximos años al frente de los Misioneros Combonianos?

R.- Nuestra esperanza está en las manos de Dios. Por nuestra parte, queremos seguir prestando con pasión nuestro servicio misionero, que ha comenzado en el corazón de África y, más tarde, se ha extendido a otras partes del continente, a América y Asia. En estos momentos, también Europa está pidiendo que, en colaboración con otros, aportemos la dimensión evangelizadora de nuestro carisma.

Entrevista íntegra solo para suscriptores
En el nº 2.959 de Vida Nueva.

 

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