Rouco Varela: “La ley natural por encima de cualquier cosa”

Once cardenales se unen para expresar su oposición ante los divorciados vueltos a casar

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Rouco Varela saluda al papa Francisco (imagen de archivo)

R. CRUZ | El arzobispo emérito de Madrid, Antonio María Rouco Varela, y otros diez purpurados recogen en el libro Once cardenales hablan sobre el matrimonio y la familia (Ed. Ignatius) –publicado en inglés– su rechazo a que los divorciados que se vuelven a casar puedan comulgar.

Así, consideran que las rupturas matrimoniales son una pandemia y afirman que las uniones de parejas homosexuales desafían el buen sentido. En el texto, que se dio a conocer en los días previos al Sínodo de la Familia, los prelados también apuntan a que hay un problema más profundo que se relaciona con la educación en los principios católicos.

Rouco, en su capítulo: Testimonio de la verdad del Evangelio de la Familia: un desafío pastoral urgente para la Iglesia de emprender el viaje al Tercer Milenio, mantiene que “nada es más existencialmente necesario o más históricamente urgente que regresar a un conocimiento de la ley natural, que funda y apoya el matrimonio, por encima y más allá de cualquier cosa”.

Como publicó Vida Nueva (nº 2.956), existe una fuerte oposición a Francisco en el ala más conservadora de la Curia, que no para de mostrar su descontento con las ideas aperturistas del Papa. En concreto, Rouco y los otros diez cardenales –el arzobispo de Bolonia, Carlo Caffarra; el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de la India, Baselios Clemis; el arzobispo de Praga, Dominik Duka; el arzobispo de Utrectht, Willem Jacobus Eijk; el arzobispo Emérito de Colonia, Joachim Meisner; el arzobispo de Abuja, John Onaiyekan; el vicario emérito de la diócesis de Roma, Camillo Ruini; el prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Robert Sarah; el arzobispo de Caracas, Jorge Urosa Savino; y el presidente emérito del Pontificio Consejo Cor Unum, Joseph Cordes– han unido sus plumas para expresar su férrea oposición a abrir las puertas de la Iglesia a los divorciados vueltos a casar.

Según informa La Reppublica, y recoge EP, los once cardenales responden en esta publicación a preguntas como: “¿Cómo podemos acompañar mejor a los que han sido abandonados por el cónyuge y siguen fieles al matrimonio? ¿Y cómo la preparación del matrimonio puede responder más directamente a la situación de los jóvenes que tienen una pobre catequesis y que han sido fuertemente influenciados por la cultura secularizada?”.

En el nº 2.958 de Vida Nueva.

 

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