Familias en el EMF: “El reto de la Iglesia es transmitir la alegría del matrimonio”

Tras el encuentro con Francisco en Filadelfia, distintos participantes hablan con ‘Vida Nueva’

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Francisco bendice a una familia afroamericana en el EMF

RUBÉN CRUZ | Era la última parada, pero queda lejos de ser la menos importante. El 26 y 27 de septiembre, Francisco participó en el Encuentro Mundial de las Familias 2015. El Benjamin Franklin Parkway de Filadelfia acogió la fiesta de los abuelos, padres e hijos. El Pontífice fue recibido entre gritos y aplausos. Los americanos lo sienten cerca. Es el Papa que vino del fin del mundo.

El arzobispo de Filadelfia, Charles Chaput, le agradeció su presencia: “Que Dios bendiga a Francisco por muchos años más”. Visiblemente cansado por las largas horas de viaje, el Papa escuchaba el testimonio de familias que le narraban su día a día. Lágrimas, emoción y hasta discursos que se olvidan. Y es que no se tiene delante al Santo Padre todos los días. “Una sociedad crece buena si se edifica en la base de la familia”, afirmó Bergoglio durante su discurso en el que, una vez más, el Papa “sin papeles” dio lugar a la improvisación.

Francisco Bossa y Luisa Sánchez, de Argentina, dieron testimonio de su fe y su vida marital y familiar, ya que tienen dos hijos. De hecho, su hijo pequeño, José María (3 años) se hizo famoso en el mundo entero cuando tenía sólo un año, puesto que fue el primer niño que Bergoglio besó siendo Papa. Nueve años de matrimonio dan para mucho, pero no son nada cuando se viven con amor. Ellos tienen claro que el principal reto de la Iglesia en cuanto a la familia se refiere es “transmitir la alegría del matrimonio”. “Los pastores tienen que frenar la cultura que se ha instaurado en la sociedad occidental de no casarse, no tener hijos y, simplemente, vivir en pareja”, explicó Luisa a Vida Nueva.

Por su parte, su marido hace hincapié en la labor de evangelización del Papa latinoamericano: “Ha ayudado a que muchas personas cambien la visión de la Iglesia. Él ha ido a las periferias a buscar a personas que sufren y las ha traído a su casa. Por ejemplo, las personas que han sufrido el divorcio no se sienten juzgadas, sino amadas, acogidas”.

Es una realidad el acercamiento de los alejados que ha conseguido el sucesor de Pedro. Francisco ha logrado que el mensaje del Evangelio vuelva a escucharse con fuerza en un mundo cada vez más secularizado. “Es una alegría que una persona que vive las beatitudes y pregona lo que ha vivido toda su vida sea un ejemplo y modelo para el mundo entero”, subrayó Luisa.

El Papa ha querido poner a la familia en el centro. “Sin la familia, tampoco la Iglesia existiría: no podría ser lo que debe ser, es decir, signo e instrumento de la unidad del género humano”, indicó durante su audiencia con los obispos invitados al evento. Del mismo modo, añadió: “La familia es nuestra aliada, nuestra ventana al mundo, la evidencia de una bendición irrevocable de Dios destinada a todos los hijos de esta historia difícil y hermosa de la creación, que Dios nos ha pedido servir”.

En este sentido, Luisa destacó que “hay que afrontar con alegría los retos de la familia y fomentar lo valioso que son los hijos, y como esta comunidad de amor que es la familia nos salva de nuestro egoísmo de querer la libertad, el dinero y la diversión individualista, y la cultura de usar al otro según nuestro interés”.

“Luz en un mundo oscuro”

Durante el encuentro, muchos pastores y laicos mantuvieron reuniones con familias. Es el caso de la conferencia ofrecida por el español Luis Granados, vicario de la parroquia de Santa María en Littleton (Colorado) desde 2013, a donde fue enviado por su comunidad, los Discípulos de los corazones de Jesús y María. “La familia está llamada a ser ‘luz en un mundo oscuro’. Eso supone que para sobrevivir y seguir siendo luz, la familia necesita una fortaleza especial. Esa fortaleza se basa en la presencia de otras familias que la apoyan y acompañan. No es bueno que la familia esté sola”, comenta el sacerdote a esta revista. Además, “para adquirir esa fortaleza, la familia necesita pastores que sepan acompañarla y alimentarla, como el pastor acompaña y da la vida por las ovejas”.

Como la preparada por el padre Granados, decenas de simposios fueron realizados por sacerdotes, que no desoyen las palabras del Papa y salen de sus “cuevas” para ser pastores “con olor a oveja”. En concreto, el objetivo de la sesión impartida por Granados era “mostrar que la persona se realiza cuando se entrega, cuando promete amar para siempre en el matrimonio o en la vida religiosa. La tarea de la intervención es mostrar a la familia como el lugar donde aprendemos a prometer. En la familia recibimos el amor radical e incondicional de nuestros padres hacia nosotros y entre sí. Ese amor funda nuestra confianza en el mundo y nos hace capaces de prometer amor para siempre. La familia es un ‘curso natural’ de preparación al matrimonio y, al mismo tiempo, el mejor seminario para los futuros sacerdotes”, explica.

Como ha señalado Francisco, uno de los retos más importantes para la familia es la preparación al matrimonio y los primeros años después de la boda. En palabras del padre Granados, que ya participó en el Encuentro Mundial de las Familias de Valencia en 2006, “la raíz del problema no está en la declaración de nulidades o en el divorcio. La raíz está en una preparación al matrimonio deficiente y en la falta de acompañamiento de los recién casados. Necesitamos pastores que muestren la belleza del matrimonio y acompañen a los esposos”.

Atención a los voluntarios

Otros grandes protagonistas del Encuentro Mundial de las Familias fueron los voluntarios, ya que sin ellos el evento no habría podido realizarse. Dos de las miles de manos que ayudaron durante varios días son las de Baltazar Enrique, un trabajador social de ascendencia mexicana que vivió “con gran emoción” la bendición del Papa. Sabedor del drama que viven los 11 millones de ilegales residentes en Estados Unidos, los asesora para que no pierdan sus casas en Chicago, donde reside desde que abandonara México con sus padres con tres años.

“El Papa le ha dado un nuevo aire a la Iglesia, porque habla de problemas latentes: de inmigración, de derechos laborales… Ha tocado el corazón de los ciudadanos, porque habla de temas que interesan a todos. A mí, en particular, me ha devuelto el orgullo de ser católico y de vivir mis costumbres como me las ensenaron mis padres”, dice Baltazar a Vida Nueva.

Para este joven, consciente de la importancia de la visita del Pontífice a su país, Francisco “ha traído paz a Estados Unidos, porque aquí también se necesita. En Chicago, por ejemplo, hay una gran marginalidad y muchos incidentes y crímenes. En los medios de comunicación se oye hablar siempre de los crímenes por la droga en México, pero en Chicago hay incluso más. El mensaje del Papa nos va a ayudar a ser más humanos, a ayudar más al prójimo”, mantiene.

Bergoglio tuvo palabras de agradecimiento para las familias que compartieron su testimonio durante el encuentro. “¡No es nada fácil hablar abiertamente de la propia vida! Sin embargo, su sinceridad y humildad ante el Señor y ante cada uno de nosotros nos han hecho ver la belleza de la vida familiar en toda su riqueza y variedad”, indicó en su discurso de despedida en el Aeropuerto Internacional de Filadelfia.

Como reflexión final, Francisco, en la misa de clausura del Encuentro Mundial, lanzó una pregunta al aire: “¿En mi casa se grita o se habla con amor y ternura? Es una buena manera de medir nuestro amor”.

En el nº 2.958 de Vida Nueva

 

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