Mosaico de espiritualidad en la “JMJ de los religiosos”

Los seis consejos de Francisco a los jóvenes consagrados

jóvenes religiosos participan en el Encuentro Mundial organizado en el Vaticano septiembre 2015

ÁLVARO DE JUANA. Fotos: DANIEL IBÁÑEZ | Hace meses, Francisco les pidió “despertar al mundo”. Y a juzgar por lo que se ha podido ver en Roma, del 16 al 19 de septiembre, más de 5.000 religiosos jóvenes de todo el planeta han tomado buena nota en el Encuentro Mundial organizado por la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica bajo el tema Despierten al mundo: Evangelio, profecía, esperanza. Sin duda, una de las actividades clave del Año de la Vida Consagrada, que finalizará el 2 de febrero.

Ellas, con hábito, sin él, de color azul, negro, beige, con toca o sin toca. Los hombres, unos con hábito (franciscano, dominico, agustino) y otros “de calle”. Un abanico de órdenes, congregaciones e institutos que intercambiaron experiencias y demostraron que el corazón de la Iglesia palpita a buen ritmo. Una experiencia que Francisco les pidió compartir con el resto en la audiencia a la que asistieron en el Aula Pablo VI, en la que el Pontífice les ofreció algunos consejos para vivir su vocación.

Pero “la JMJ de los religiosos” ha sido mucho más. Muy destacables fueron la vigilia del primer día en la Plaza de San Pedro, presidida por José Rodríguez Carballo, secretario de la Congregación, y el encuentro del viernes 18, con testimonios y artistas invitados.

Para Silvia, Adriana y Alessia, de la congregación Pequeñas Hermanas de la Sagrada Familia de Verona, “este encuentro ha sido importante porque ha reunido a una Iglesia joven, con varios carismas, y ha mostrado la riqueza que tiene en los consagrados”. Las tres coinciden en afirmar que “nos ha hecho descubrir que no estamos solas como congregación, sino que hay un mundo entero que tiene los mismos valores, a Jesucristo, y cada uno con su propio color”. Creen que, para ayudar a los jóvenes, “es muy importante el testimonio” y “descubrirles la belleza de seguir a Jesús de un modo radical, donándose a Dios y a los otros”.

Si Italia es uno de los países que más puede presumir de religiosos, España no se queda atrás. Desde distintos puntos llegaron a Roma 100 de ellos de diversas congregaciones. Mari Carmen Jiménez, jesuitina, es de Granada y se muestra contenta porque el encuentro le ha permitido “crecer como persona y religiosa. El Papa nos ha dado un impulso grande en la vivencia de la fraternidad, nos ha animado a hacer lío y acudir a las fronteras”. A pesar de lo que muchos dicen, cree que “la Vida Religiosa tiene futuro” y “hoy se vive de manera más auténtica, yendo donde están los problemas de la vida de la gente”.

Las seis recomendaciones de Francisco

El Papa recibió a los 5.000 consagrados el jueves 17 de septiembre en el Aula Pablo VI. Más que una audiencia formal, fue una conversación entre amigos en la que Bergoglio responde algunas cuestiones que le plantean. Él, como siempre sin tapujos, responde regalando algunos consejos:

  • No a la comodidad. Aseguró que están llamados a “la libertad que va unida al testimonio y a la fidelidad”, y que “la observancia no debe ser rígida”, puesto que sería “egoísmo personal”. También les alertó contra los chismorreos, que son “la peste de la vida comunitaria”.
  • Cuidado con las tentaciones. Recordó que “la lucha será hasta el final” y denunció la “cultura de lo provisional” que “ha entrado en la Iglesia, en las comunidades religiosas, en las familias, en el matrimonio”. Al contrario, existe la “cultura de lo definitivo” en la que “Dios ha enviado a su Hijo para siempre”.
  • Evangelizar hasta que arda el corazón. Pidió dar testimonio “con la vida”, pues “la capacidad de calentar los corazones no viene en los libros, viene del corazón”. Entonces, “si tu corazón arde de amor por Jesucristo, eres un muy buen evangelizador o una muy buena evangelizadora; pero si tu corazón no arde y mira solo las cosas organizativas, que son necesarias, pero secundarias…”.
  • Ser madres en la Iglesia. A las consagradas les dijo que “son madres” porque tienen la maternidad de la Iglesia, “que las hace ser cercanas”. “No pierdan esto porque la hermana es el icono de la Madre Iglesia y de la Madre María” y “ustedes tienen de verdad esta función en la Iglesia: ser icono de la Iglesia, icono de María, icono de la ternura de la Iglesia, de la maternidad de la Iglesia y de la maternidad de la Virgen”.
  • Cercanos y con memoria. Llamó a estar próximos a los demás y cultivar “la memoria de la propia vocación”. “En los momentos oscuros, en los momentos de tentación, en los momentos difíciles de nuestra vida consagrada, hay que volver a las fuentes, hacer memoria y recordar el estupor que hemos sentido cuando el Señor nos ha mirado”.
  • Prohibido el narcisismo. La tendencia “a mirarnos a nosotros mismos” es “una de las peores actitudes de un religioso”. Al contrario, “digamos sí a la adoración” a Dios.

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En el nº 2.957 de Vida Nueva

 

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