Caso ‘Romanones’: la causa sigue solo contra el padre Román

El juez considera prescritos los abusos sexuales cometidos presuntamente por los otros imputados

pintada en un templo en Granada después del caso de abusos sexuales

RUBÉN CRUZ | Sin sorpresa. Así acoge la defensa del denominado clan de los ‘Romanones’ el auto de la Sección Primera de la Audiencia de Granada. En él, se da la razón al juez instructor, Antonio Moreno, y a la fiscalía, que limitaron el caso al supuesto cabecilla del grupo, Román Martínez, al considerar prescritos los delitos de abusos sexuales sin introducción, exhibicionismo o encubrimiento cometidos presuntamente por los otros 11 imputados –nueve sacerdotes, un seglar y un profesor de religión–. “Era lo esperado. Jurídicamente no tiene discusión porque la legislación es la que es”, explicó el abogado de los acusados, Javier Muriel.

La defensa de “Daniel”, el monaguillo que denunció los abusos ante el propio Francisco y posteriormente ante la Justicia, y la acusación popular, Pro Derechos del Niño –Prodeni–, en el recurso de apelación insistían en que la causa continuara contra todo el clan, puesto que podrían ser juzgados por asociación ilícita y por agresión sexual (abusos con intimidación), delitos que no tienen una prescripción tan baja. Sin embargo, la Audiencia granadina no lo ha considerado así. Ahora la causa continua solo contra Román Martínez por el delito de “abuso sexual continuado con introducción de miembro corporal por vía anal y prevalimiento”, castigado con penas de prisión de 4 a 10 años y con una prescripción de 10 años, por lo que el delito continuaría vigente.

“Vamos a pedir una condena alta para Román”, dijo Juan Pedro Oliver, presidente de Prodeni. El letrado mostró su enfado, puesto que mientras “Daniel” sufre, “hay 11 presuntos abusadores que brindan con champán”. Y es que, aunque no se les pueda juzgar, “eso no quiere decir que no hayan cometido el delito”, puntualizó. Por su parte, Jorge Aguilera, el abogado de “Daniel”, considera que la Audiencia “no ha hecho una valoración de fondo. Tenemos un sentimiento de frustración, pero no con los juzgados, sino con el legislador, porque la corrupción de menores es un delito que no debe prescribir tan rápido”

Y es que los hechos que se le imputaban a los 11 acusados sucedieron entre 2004 y 2007 y prescriben a los tres años. No obstante, “Daniel”, de 25 años, confía en la Justicia y espera que el padre Román pague por lo que hizo, según pudo saber Vida Nueva. Mientras, Muriel sigue manteniendo que no hay pruebas contra Román y que la intención de su cliente es, como señaló el Papa, “que salga la verdad”.

En el nº 2.957 de Vida Nueva

 

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