Carolina Aznar: “La arqueología nos ayuda a entender el origen de nuestra fe”

Arqueóloga y directora de la única expedición española en Tierra Santa

Carolina Aznar en Tel Regev (Israel)

Carolina Aznar en Tel Regev (Israel)

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | Carolina Aznar se ha ganado un amplio prestigio en la arqueología de los territorios bíblicos de Oriente Medio desde su participación en las excavaciones del yacimiento de Ascalón al de Tel Regev (Israel), que actualmente dirige. Doctorada en Harvard y catedrática en el campus Madrid de la Saint Louis University –imparte clases de Arqueología y Antiguo Testamento–, Aznar acude cada verano a Tierra Santa al frente de la única expedición española en Israel, el denominado Proyecto Llanura Sur de Akko, cerca de la ciudad de Haifa, a las puertas del valle de Yizreel, al pie de la cara norte del Monte Carmelo.

PREGUNTA.- ¿Cuál es la realidad de la arqueología de los territorios bíblicos ahora mismo?

RESPUESTA.- La respuesta varía según la zona de la que hablemos. Lo que se entiende tradicionalmente por “territorios bíblicos” incluye hoy en día Israel, los territorios palestinos, Jordania, Egipto, Líbano, Siria, Irak y Turquía. Y algunos añadirían Irán y, quizás, Arabia Saudí y los países del Golfo Pérsico. Obviamente, la realidad de la arqueología es muy diferente en los lugares que son actualmente escenario de guerra o de fuerte inestabilidad política, donde la investigación es casi imposible y donde numerosos yacimientos arqueológicos están siendo expoliados o destruidos, de aquella en los lugares que no se hallan en esa situación.

P.- ¿Cómo afronta usted las noticias de destrucción de Palmira, de Nínive… y cómo debemos valorarlas?

R.- Las informaciones procedentes de Siria e Irak son muy preocupantes. A la terrible y enorme pérdida de vidas humanas, hay que unir la destrucción intencionada de patrimonio cultural milenario. El autodenominado Estado Islámico (EI) está destruyendo muchos materiales y yacimientos arqueológicos anteriores o ajenos a su versión del islam. La destrucción busca llamar la atención e impresionar, sobre todo en Occidente, que es donde existe mayor sensibilidad hacia la arqueología, de ahí los vídeos con los que se filma. Y por las noticias que me llegan, me temo que peor que la destrucción es el tremendo expolio que el EI está haciendo de todo aquello que consideran que se puede vender en el mercado ilegal de antigüedades en Occidente y Japón, con el que financia sus actividades. Tristemente, el asunto no tiene solución de momento.

P.- ¿Qué se puede hacer frente ante la barbarie del EI?

R.- Por mi parte, recomiendo leer las informaciones sobre lo que pasa, pero no ver los vídeos que hace el EI, pues precisamente eso es lo que quieren, que los veamos. Y no comprar jamás algo que proceda del mercado ilegal de antigüedades –ya sean de allí o de España–, pues al hacerlo contribuimos al expolio arqueológico.

P.- ¿Aún sigue investigando en esa colina de la llanura de Akko?

R.- Sí, seguimos investigando. El Proyecto Llanura Sur de Akko, que incluye las excavaciones de Tel Regev, sigue en marcha. Este proyecto se centra en investigar las relaciones entre los cananeos costeros y del interior en el período del Bronce Final (siglos XV-XIII a.C.) y entre los fenicios e israelitas en el período de Hierro (siglos XII-VI a.C.), prestando también atención a los demás períodos que aparecen durante los trabajos. Las excavaciones de Tel Regev llevadas a cabo hasta el momento nos han permitido exponer un edificio de pilares de estilo fenicio del período persa (siglos VI-IV a.C.), así como una habitación de culto junto a una construcción de tipo fortificado a la entrada de la ciudad, datados preliminarmente hacia el siglo X a.C.

P.- ¿Qué aportan a la arqueología bíblica estas relaciones entre fenicios e israelitas mil años antes de Cristo?

R.- Ayuda a los creyentes en general y a los biblistas en particular a entender mejor el trasfondo histórico y social de los textos bíblicos. Esperamos, por ejemplo, que los resultados de la excavación aporten luz sobre hasta dónde llegó la extensión de ambos pueblos y su influencia en relación al episodio de la Tierra de Cabul en época de Salomón (1 Re 9, 10-14) y al episodio del desafío de Elías a los sacerdotes de Baal en época de Ajab (1 Re 18).

Parón en zonas de guerra

Yacimiento de Ascalón al de Tel Regev (Israel)

Yacimiento de Ascalón al de Tel Regev (Israel)

P.- Ha habido expediciones españolas con gran prestigio internacional en Oriente Medio. ¿Cuál es la situación de estas expediciones que parten de España?

R.- En este momento somos la única expedición institucional española en Israel. En años no muy lejanos también ha habido expediciones institucionales españolas en Líbano, Egipto, Siria y Emiratos Árabes. Como es lógico, se tuvo que interrumpir la investigación en zonas de guerra. Pero aun antes de los conflictos, los recortes presupuestarios en la investigación científica de los años más duros de la crisis en España detuvieron varios de los proyectos, sobre todo en 2013. Afortunadamente, en los últimos años la inversión pública ha comenzado a regresar, aunque el apoyo a la investigación todavía dista de ser el ideal.

P.- ¿Qué argumento es el que más os motiva como arqueólogos?

R.- La investigación científica, la aportación de nuevos conocimientos, es una tarea larga y desgraciadamente costosa, ya sea en biología, en física, en sociología o en arqueología. Es básico que los ciudadanos valoren la importancia del conocimiento científico y que los gobiernos y las fundaciones lo apoyen. Como argumento motivador en relación a la investigación arqueológica específicamente, yo hablaría de lo importante y necesario que es que conozcamos nuestro pasado para conocer nuestras raíces y a nosotros mismos. La investigación en el Próximo Oriente, en concreto, ayuda a conocer las raíces de la civilización occidental y del mundo judío y cristiano y, por tanto, las de todos los que se integran en estas comunidades.

Una segunda excavación en 2017

La primera fase de las excavaciones del Proyecto Llanura Sur de Akko se inició en 2010 como trabajo conjunto de la Saint Louis University y la Universidad de Haifa, junto con la colaboración de la Universidad Internacional SEK de Ecuador y el Instituto Español Bíblico y Arqueológico en Jerusalén (Casa de Santiago).

“El primer verano hicimos una prospección en trece yacimientos, y los siguientes, hasta el de 2014 incluido, excavamos el yacimiento de Tel Regev –explica Carolina Aznar–. Ahora estamos trabajando en la publicación de los resultados, esperando iniciar la segunda fase en verano de 2017. El trabajo de nuestro equipo me llena de orgullo y el poder estar llevando a cabo una investigación arqueológica en el Próximo Oriente me produce una enorme satisfacción”.

Expediciones científicas como la que dirige esta arqueóloga pueden enseñar mucho a los católicos de hoy. “Sin duda –afirma–. El conocimiento de las tierras de la Biblia y de su historia ayuda a entender mejor el origen de nuestra fe desde la época del Antiguo Testamento hasta la del Nuevo Testamento. Unida a los estudios bíblicos, la arqueología ayuda a entender mejor el trasfondo histórico y social de la Biblia”.

Y pone pone algunos ejemplos relevantes y recientes: “La arqueología ha proporcionado abundante información sobre ciudades como Samaría, capital del reino del Norte; Meguido, donde tuvieron lugar muchas batallas citadas en la Biblia y donde el Apocalipsis sitúa la batalla final; Jerusalén, donde se ha encontrado el sistema de agua del período jebuseo por donde David pudo entrar a la ciudad para conquistarla, así como la plataforma del Templo donde Jesús rezó, entre otras muchas cosas; Cafarnaún, donde Jesús tanto predicó, y Magdala, de donde era María, una rica ciudad según revelan las excavaciones. La arqueología proporciona información muy concreta sobre los objetos, las construcciones y los modos de vida que los autores bíblicos tenían en mente cuando escribieron”.

En el nº 2.957 de Vida Nueva.

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