Habrá amplio programa de actividades religiosas y culturales hasta septiembre de 2016
Real Monasterio de Santa María de Guadalupe
F. J. PÉREZ VALERO | El Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, enclavado en el esplendoroso paisaje cacereño de la comarca de Las Villuercas, quiere restablecer su papel central como lugar de peregrinación mariana en la Península Ibérica. Y la oportunidad acaba de darse con la apertura, el pasado día 5, del Año Santo Guadalupense, jubileo que se prolongará hasta el 8 de septiembre de 2016.
Por eso, por vez primera, una Comisión del Año Santo ha sido la encargada de coordinar un amplio programa de actividades religiosas y culturales, así como de crear puentes de colaboración con las administraciones públicas y diferentes instituciones civiles. Se pretende que Guadalupe “recupere el protagonismo que tuvo en el pasado”. Así lo explica el vicepresidente de la Real Asociación de Caballeros de la Virgen de Guadalupe, Antonio Ramiro: “Que Guadalupe vuelva a recobrar su lugar como meta de peregrinaciones que siempre le correspondió desde que la Virgen se apareció en el siglo XIII”.
Como recuerda Ramiro, “durante siglos fue el centro mariano más importante, y de ahí que la Virgen de Guadalupe tenga la advocación de Reina de la Hispanidad. Ante la virgen morenita se han postrado decenas de santos, personajes ilustres como Cristóbal Colón, Miguel de Cervantes o Hernán Cortés, y casi todos los reyes de España.
“La peregrinación nunca se ha adormecido; las fiestas de septiembre son el manantial que los peregrinos buscan, pero ahora se pretende ofrecer el lugar como sitio de peregrinación todo el año”. La Comisión del Año Santo va a establecer “las bases, como en Santiago de Compostela, para que las distintas entidades regionales, locales y nacionales lo vean como algo necesario para Guadalupe, Extremadura y España; que todos estemos a una, porque la peregrinación redunda en la difusión de los valores naturales y culturales de la comarca de Las Villuercas”. Por eso, se están recuperando los caminos y renovando las infraestructuras de acogida. Ramiro asegura que para este jubileo “esperamos miles de peregrinos de todas partes, también de América”.
El primer año jubilar fue establecido por el papa Paulo III en el siglo XVI. Pero fue en 2005 cuando san Juan Pablo II, que visitó el monasterio durante su primera visita a España, en 1982, concedió el jubileo para Guadalupe cada vez que la solemnidad litúrgica (6 de septiembre) cayese en domingo. El anterior Año Santo fue en 2009.
“Peregrinar hacia Guadalupe es una experiencia interior de cada peregrino que se abre a la ternura del amor misericordioso de Dios, la que nos trajo y la que ofrece la Virgen María, su Madre y Nuestra Madre”, ha recordado con este motivo Amadeo Rodríguez, obispo de Plasencia.
En el nº 2.956 de Vida Nueva.
