Refugiados: el ser o no ser de Europa

refugiados crisis humanitaria en Europa septiembre 2015

Entidades civiles y eclesiales critican la incapacidad de la UE para responder a la crisis humanitaria

refugiados sirios en la frontera entre Macedonia y Grecia crisis humanitaria septiembre 2015

Refugiados sirios esperan en el paso fronterizo entre Macedona y Grecia

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | Con más de 60 millones de refugiados en todo el mundo, ya nadie duda que vivimos, en este sentido, la peor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial. No hay excusas, no se puede mirar hacia otro lado… Aunque la Unión Europea (UE), la principal receptora de este caudal humano al borde del abismo, se encuentra paralizada, incapaz de ofrecer una respuesta mínimamente coordinada. Así, a expensas de que se pueda consensuar al fin una estrategia común en la cumbre extraordinaria que, el 14 de septiembre, reunirá en Bruselas a todos los ministros de Justicia e Interior de los estados miembros, queda la imagen de un puzzle desdibujado en el que cada pieza salta por los aires.

Esta sensación de caos se recrudece ante cada noticia que llega y que supera en crueldad a la anterior: Calais (Francia), Hungría, Austria, Grecia, Turquía, Italia, España… Dramas y más dramas que no ocultan el dato que lo engloba todo: en lo que va de año, 322.914 inmigrantes, en su gran mayoría refugiados, han llegado a Europa por el Mediterráneo para solicitar asilo, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Sin olvidar a los que no llegaron: más de 2.000 personas han engrosado la lista de luto del gran cementerio en el que se ha convertido el principal mar europeo.

En conversación con Vida Nueva, Rosa Otero, portavoz de la delegación española de ACNUR, es categórica a la hora que pedir a la UE que “no traicione su esencia, asentada desde su nacimiento en la solidaridad”. De este modo, pide analizar fríamente las cifras antes de emitir juicios alarmistas: “Han llegado hasta nuestro territorio, que es uno de los más ricos y cuenta con 508 millones de habitantes, 300.000 personas en situación de emergencia… ¿Es tan inasumible, teniendo en cuenta que Líbano, con 4,4 millones de habitantes, acoge a 1,1 millones de refugiados, estando por tanto en esta situación uno de cada tres de sus habitantes? Y no es el único caso en los países fronterizos con aquellos más sacudidos por la guerra y la persecución: Turquía acoge a cerca de dos millones de refugiados y Jordania a 620.000”.

Otero reclama que, además de solidaria, “la respuesta de la UE sea coordinada y eficaz”. Algo que, a su juicio, solo puede lograrse “si no son solo uno o dos países los que asumen la responsabilidad, sino que sea algo de todos”. De este modo, llama a que los estados de la UE “acepten las cuotas a las que se comprometieron recientemente. Son insuficientes, pero al menos son un primer y necesario paso”.Luis Okulik, responsable de Migraciones del Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas

 

Luis Okulik: “Habría que revisar la legislación migratoria”

JOSÉ LORENZO | El P. Luis Okulik es el secretario de la Comisión ‘Caritas in Veritate’ del Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas (CCEE), en donde se encuadra toda la pastoral migratoria del continente. Afirma que la sociedad europea no es indiferente a esta crisis humanitaria que se vive a sus puertas:

“Yo no diría que toda Europa se comporta con indiferencia. Europa, como sociedad, sigue teniendo gestos de compasión y comprensión ante los muchos signos de sufrimiento y pobreza que han aumentado tanto en los últimos años. Pensemos en la solidaridad de muchas familias griegas, que en las últimas semanas han abierto sus casas para acoger a los inmigrantes que eran recogidos de la costa sin anteponer las propias dificultades económicas por la crisis que atraviesan. Lo mismo se podría decir de tanta gente solidaria en Lampedusa (Italia), en Melilla (España), en Röszke y Szeged (Hungría) y en tantos otros lugares de paso o llegada de estas personas. Es realmente una frontera de la solidaridad europea, muchas veces hecha de gestos espontáneos y profundamente humanos”.

Sin embargo, sí considera que debería revisarse la legislación comunitaria sobre migraciones: “La dificultad mayor es la lentitud de los gobiernos para tomar decisiones acertadas que respondan de la mejor manera a esta situación. La Unión Europea podría garantizar una acción coordinada, eficaz y basada en la cooperación de todos sus estados. Parte de la incapacidad demostrada para dar respuesta adecuada a esta situación se debe a que cada gobierno ha respondido desde su propia experiencia, cuando una acción conjunta resultaría mucho más conveniente. Por otra parte, más allá de la emergencia humanitaria, quizás sería oportuno que la Unión Europea revisara su legislación en materia de migraciones y de acogida de refugiados, porque el fenómeno migratorio ha adquirido una dimensión tal que no era pensable cuando se elaboró la normativa vigente”.

 

Dura denuncia de la Iglesia española

M. GÓMEZ | “Es necesario un cambio en la política migratoria: el control y el miedo no son aceptables”. Lo dicen Cáritas, CONFER y Justicia y Paz, que el jueves 3 de septiembre publicaron un comunicado conjunto denunciando “los sangrantes e inhumanos acontecimientos” a los que estamos asistiendo.

“No es solo una crisis de refugiados. No podemos ni debemos quedarnos solo en una respuesta de emergencia a todas esas personas que, efectivamente, necesitan de nuestra protección. La realidad que hoy vivimos es el resultado de una falta de políticas coherentes que aborden la complejidad de las causas que motivan la movilidad humana. Falta de coherencia en política exterior, en política económica, en políticas de cooperación para el desarrollo”, denuncian con dureza.

Y siguen: “Es el momento de reconocer al otro, al diferente, no como un invasor, sino como un igual con los mismos derechos, como un aporte positivo a nuestra sociedad mestiza; como un hermano en dificultad para el que hay que buscar un sitio, aunque estemos más estrechos”.

Poco después, la Comisión Episcopal de Migraciones de la CEE también emitió una nota en la que exigen una “mayor generosidad en la acogida” a refugiados y desplazados.

Hace ya dos años, desde la CEE pidieron al Gobierno que España acogiera algún grupo de refugiados sirios, “sin obtener respuesta”, aseguran. Ahora, la Comisión reitera la petición de “la más amplia generosidad”, y también “la comprensión y colaboración de todos los ciudadanos, a la vez que ofrecemos la de nuestras comunidades y centros de acogida. Los cristianos tenemos por razones humanitarias y evangélicas un especial deber de justicia y caridad, distintivo de nuestra condición”.

Refugiados: el ser o no ser de Europa (solo suscriptores)

Entrevista completa con Luis Okulik (solo suscriptores)

En el nº 2.954 de Vida Nueva

 

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