Libros

‘Laberintia’


Un libro de Josep Otón (Desclée De Brouwer). La recensión es de Fernando Cordero, SS.CC.

Laberintia, Josep Otón, Ediciones Mensajero

Título: Laberintia

Autor: Josep Otón

Editorial: Ediciones Mensajero

Ciudad: Bilbao, 2015

Páginas: 176

FERNANDO CORDERO, SS.CC. | Josep Otón Catalán (Barcelona, 1963) lleva años reflexionando y escribiendo sobre la interioridad, de ahí sus ensayos en torno a este asunto. Horta de Sant Joan, un pueblo al sur de Cataluña, se ha convertido en su lugar de inspiración, su propio “laberinto/montaña”, donde se ha gestado esta novela de misterio que cautivará a jóvenes y adultos, en la que este profesor ha transformado su pensamiento en atractiva narración.

Y es que nuestro autor, galardonado con prestigiosos premios de narrativa, combina una serie de elementos que engancharán a los lectores con facilidad después de cinco años de minucioso trabajo: un monasterio medieval, unas monjas sabias, el cambio interior de un inquisidor, la habitación secreta de la biblioteca, el amor de unos jóvenes, el laberinto, un libro perdido, un incendio apocalíptico… De fondo, El nombre de la rosa, de Umberto Eco, del que se ha interesado en tres niveles de lectura: la intriga, la ambientación histórica y las ideas. Habría que añadir un nivel que representa el sello singular del autor: la experiencia espiritual, eje vertebrador del relato.

Sinceramente magistral la imagen de fondo de la novela: el laberinto, que representa el viaje simbólico al interior de uno mismo, hacia su propio corazón. “Transitar por el laberinto puede ser un ejercicio de recogimiento que permite reflexionar sobre la propia existencia” (p. 102). Incluso el propio argumento es en sí mismo un laberinto. En ese buscar las moradas que plenifican el itinerario vital, como si se tratara de Teresa de Jesús, la andariega y experta en lo hondo del alma, estas páginas nos adentran en el misterio de la persona que busca caminos para encontrar el Camino.

El que comience a leer pasará un rato entretenido, enriquecerá su bagaje cultural con nociones de mitología clásica, como el Minotauro o el hilo de Ariadna (la gracia que nos rescata del error), sugerentes palíndromos (palabras o frases que se leen igual hacia delante o hacia atrás), personajes de la talla de Hildegarda de Bingen, Clara de Asís, Ramón Llull o Ángela de Foligno. Es el particular homenaje de Otón a las mujeres valientes y sabias del medievo. Para alumnos de 3º de Secundaria en adelante, puede ser muy útil para completar contenidos de Lengua, Historia, Latín, Cultura Clásica, Dibujo, Religión y Ética.

El lenguaje es sencillo, ágil y rico en su vocabulario, con intencionalidad pedagógica. Es un estilo cuidado, meditado, que seduce desde el primer momento. Al mismo tiempo, la emoción irá in crescendo a lo largo de la narración. Desarrolla unas descripciones que nos sumergen en el espacio y el tiempo de la Edad Media. Los personajes son creíbles y tienen personalidad. No resultan desconcertantes, tampoco previsibles. Poseen la grandeza de la creación.

Inevitablemente, con esta novela el entretenimiento lleva aparejado una notable dosis de invitación a pensar y a entrar en el “laberinto interior” de cada cual, con el arte de saber manejar la fluidez narrativa con una serie de aventuras que presentan de fondo temas como la verdad, el miedo (un “dragón infernal”), la intransigencia y la dignidad del ser humano. Es una potente llamada a no tener miedo en la búsqueda del sentido de la vida y a tender puentes que susciten el diálogo entre la sabiduría secular y el cristianismo. Esta novela es un nuevo areópago.

Como ya hiciera el gran literato catalán Salvador Espriu, el laberinto que nos muestra Josep Otón es metáfora de una escritura que se eleva en espiral en el camino de constitución del propio sujeto en busca de la verdad. Una senda que pasa por la medicina de la misericordia, con tonos franciscanos y del papa Francisco. Algo muy necesario para quienes peregrinamos hoy.

En el nº 2.954 de Vida Nueva

Actualizado
04/09/2015 | 00:48
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