Una obra de Antonio Rodríguez (Desclée De Brouwer). La recensión es de Juan Francisco Sampedro de la Torre
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Título: Gastronomía para aprender a ser feliz
Autor: Antonio Rodríguez
Editorial: Desclée De Brouwer
Ciudad: Bilbao, 2015
Páginas: 320
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JUAN FRANCISCO SAMPEDRO DE LA TORRE | En palabras de Lourdes Ventura, prologuista de Como agua para chocolate, la exitosa novela de Laura Esquivel, la presente obra es una invitación “a rescatar el fuego civilizador… y a recuperar el culto a la cocina, para que dentro de ese espacio de libertad y democracia, podamos recordar cuál es el significado de nuestra existencia”.
Dirigida a educadores, padres y madres, cocineros, aprendices de cocina, aficionados gastronómicos y personal en general interesados por temáticas psicológicas y culinarias, estamos ante una original propuesta de reflexión gastronómica en la que lo culinario es un pretexto metodológico para abordar el desarrollo socioemocional. Ante una escuela-sociedad anoréxica de emociones y bulímica de burocracia y activismo, se proponen vivencias y experiencias en contextos sociales de relación y vinculación.
Organizada como si de un menú se tratase, Antonio Rodríguez comienza con unos entrantes, en los que desarrolla los principios teórico-metodológicos de lo que denomina psicocina socioafectiva. Partiendo de la afirmación de que “somos lo que comemos”, desglosa los ingredientes nutriafectivos, los alimentos que aportan nutrientes para que funcionemos adecuadamente en el plano socioemocional; los fines socioafectivos que se desean conseguir, como la autorregulación, la autoconfianza o la relación con los demás; y las pautas de interacción docente-gastronómicas que tiene que usar el psicocinero para fomentar en sus comensales determinados contenidos socioemocionales: valorar al aprendiz, fomentar la expresión, ayudar a reflexionar-generar o dar probabilidades de éxito.
El primer plato ayudará a asimilar la propuesta mostrando la correspondencia entre nutrientes, alimentos y fines socioafectivos, analizando la contribución biopsíquica de cada alimento, en función de los nutrientes que contiene y en relación con el fin socioafectivo que queremos conseguir, y mostrando qué pautas docente-gastronómicas se deben usar en cada momento educativo.
Entre platos, un diccionario de simbolismos psicogastronómicos atribuidos al alimento mismo, a lo que hacemos con él, a los utensilios que usamos y al contexto del acto culinario, que conllevan significados más allá de su realidad material.
Como es esencial la planificación, tanto en el acto de cocinar como en el de enseñar-aprender, de segundo plato se nos ofrece un conjunto de recetas para traducir, de manera operativa, la propuesta de aprendizaje para la gastrofelicidad.
Para seguir satisfaciendo al comensal saciado, el postre, una reflexión compartida y creativa sobre gastronomía y felicidad con el prestigioso chef Carlos Gamonal.
Y un deseo del autor para los tres actos de gastrofelicidad, comer (ser feliz tú mismo), comer juntos (ser feliz con los demás), dar de comer (hacer felices a los demás): que les aprovechen todos ellos.
En el nº 2.954 de Vida Nueva
