Tras las huellas de Don Bosco: 200 años ayudando a soñar a los jóvenes

Castelnuovo acogió a 5.000 jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano

Castelnuovo acogió a 5.000 jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano

Tras las huellas de Don Bosco: 200 años ayudando a soñar a los jóvenes [extracto]

FABIO ATTARD, SDB, responsable mundial de la pastoral juvenil salesiana

Al preparar el Bicentenario del nacimiento de Don Bosco, los salesianos queríamos celebrarlo según el estilo de nuestro padre y maestro. Por eso, desde el principio quisimos recoger la experiencia de los jóvenes en este momento de su historia, y nos hemos preguntado: ¿qué están viviendo?, ¿qué es lo que buscan?, ¿qué esperan?

Por ello, quedó claro que una fiesta llena de fuegos artificiales no solo sería inútil, sino también trivial. Se hacía necesario conmemorar el nacimiento del santo de los jóvenes con un corazón que latiese en sintonía con el carisma, revitalizándolo en el presente y atendiendo al futuro.

En la preparación de esta experiencia que ha sido el SYM Don Bosco 2015 –encuentro del Movimiento Juvenil Salesiano, celebrado del 10 al 16 de agosto en Turín y Castelnuovo, lugar natal de nuestro fundador—, nuestro rector mayor, Ángel Fernández Artime, marcó los temas claves: ser como Don Bosco hoy (LIKE Don Bosco); ser con los jóvenes (WHITH the Young); y para los jóvenes (FOR the Young).

Así, a lo largo de toda una semana, se han construido diversas experiencias elaboradas por los propios jóvenes, con su lenguaje, centradas en la Palabra de Dios. De estos momentos, me ha quedado el convencimiento de que jóvenes y Palabra son un binomio armónico, fuertemente deseado y cultivado por parte de los propios jóvenes.

Otra lección que extraigo de estas jornadas, en las que participaron 5.000 chicos y chicas llegados desde 133 países, es que la dimensión comunitaria de la fe no es solo para “consumir”, sino que es, antes que nada, una realidad a construir. El camino de una comunidad que se edifica es un proceso claramente educativo, porque saca lo mejor de cada joven.

Don Bosco, en su primera obra de Valdocco, en Turín, propuso una forma de vida, una experiencia diaria de sencillez espiritual, humana y profunda. Esto es lo que hemos querido que los jóvenes se lleven de lo experimentado estos días, que puedan decir: “Esto nos lo llevamos con nosotros. ¡Lo podemos vivir también en nuestro país!”. Esta es la convicción que nos había inspirado en el encuentro organizado durante la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid 2011. Allí, en uno de los días, se ofrecieron una serie de propuestas para ser revividas de vuelta a casa.

Y así fue. Aquí, en el SYM Don Bosco 2015, hemos tratado de hacer esto, y creo que el uso extendido de todas las redes sociales –vinculadas entre sí con la misma etiqueta #symdonbosco– nos ayudará a fortalecer esta conexión que permitirá crecer un nuevo paradigma pastoral.

Auténticos santos

Después de esta semana, estoy más convencido que nunca de que tenemos unos jóvenes muy amables y solidarios, y que además son ¡auténticos santos! Hablando de la santidad, uno puede parecer ingenuo o anticuado. Sin embargo, no nos engañemos: la clave es la santidad. Y no tenemos derecho a apagar ese fuego del Espíritu que los jóvenes llevan en sus corazones. Si, como educadores y pastores, nosotros mismos no estamos convencidos de la búsqueda de sentido y la santidad de los jóvenes, nuestras propuestas simplemente expresarían nuestra incapacidad para soñar, para vivir la gran belleza de la fe y la alegría de la caridad evangélica.

En la última noche de SYM Don Bosco 2015, entre el 15 y 16 de agosto, la del cumpleaños de Don Bosco, el tiempo nos dio una “sorpresa”: una tormenta hizo que tuviésemos que buscar un lugar a cubierto en el que pudieran dormir los miles de jóvenes. Esta emergencia fue la mejor de las sorpresas, y seguramente permanecerá en los corazones de los jóvenes durante muchos años.

Un salesiano, Gianmarco Partridge, que vivió esta aventura, la narró así en Facebook: “Esta noche hemos revivido la multiplicación de los panes y los peces, pero esta vez se multiplicó el Pan verdadero: el de la comunión, las relaciones, la solidaridad, la oración espontánea, el encuentro verdadero con Dios. Y éramos también 5.000, como en aquel día…, en aquel tiempo… Y hoy, el Señor, a través de las manos de Don Bosco, nos pide continuar multiplicándonos dando a los jóvenes nosotros de comer. ¡Qué lección de vida la de esta noche! Una noche santa salesiana. ¡Don Bosco, feliz cumpleaños! ¡200 años y mucho más joven con los jóvenes de todo el planeta!”.

En el nº 2.953 de Vida Nueva.

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