Libros

‘Teresa de Jesús’ y ‘Fuga y retorno de Teresa’


Un libro de Carlos Ros y otro de Alfonso Crespo Hidalgo (San Pablo). La recensión es de Juan Martín Velasco

Teresa de Jesús y Fuga y retorno de Teresa, San Pablo

Título: Teresa de Jesús. Vida, mensaje y actualidad de la santa de Ávila

Autor: Carlos Ros

Editorial: San Pablo

Ciudad: Madrid, 2015

Páginas: 176

Título: Fuga y retorno de Teresa. La secreta seducción de Teresa de Ávila

Autor: Alfonso Crespo Hidalgo

Editorial: San Pablo

Ciudad: Madrid, 2015

Páginas: 192

JUAN MARTÍN VELASCO | Dos libros más sobre santa Teresa de Jesús, con ocasión del V Centenario de su nacimiento:

‘Teresa de Jesús’, de Carlos Ros

El primero, obra de un conocido y reconocido historiador de temas sevillanos, que ha escrito también la historia de tres importantes personajes muy ligados a santa Teresa (Jerónimo Gracián, María de san José y Ana de Jesús), ofrece aquí un resumen de su vida, seguido por dos capítulos sobre su mensaje y su actualidad.

En cuanto a la vida, se percibe en su relato la mano del historiador. Porque, aunque lo que Carlos Ros nos ofrece en ella sea una especie de prontuario, de “protocolo” de notario –el autor nos dice que lo ha escrito “como suelen escribir los notarios”, “con cierta premura”–, de resumen de las fechas, acontecimientos, personajes, obras importantes que llenan la vida de la santa, el relato de cada acontecimiento está lleno de detalles, nombres y anécdotas que solo un gran conocedor de ese tiempo y de la vida de Teresa de Jesús puede aportar.

Sus páginas reflejan, además, con fidelidad, la condición de mujer extraordinaria, fascinante, adornada de ese cúmulo de dotes naturales que le permitieron llevar a cabo una obra extraordinaria, en un siglo en el que imperaba una misoginia descarada. Naturalmente, el libro se refiere también a la condición de mística de Teresa, pero el autor parece haber prestado menos atención en su relato a la aventura interior de su vida.

En el volumen ocupa un lugar importante la figura de Gracián, a quien Ros ha dedicado todo un libro: El hombre de Teresa de Jesús (Rosalibros, 2006). De su mensaje, el libro subraya el carácter cristocéntrico de su mística, y la extensión a Francia y Flandes de su forma de vivirla y entenderla gracias a Ana de Jesús, “una de sus hijas predilectas”.

‘Fuga y retorno de Teresa’, de Alfonso Crespo Hidalgo

El libro de Alfonso Crespo, por su parte, no es una narración más de la vida de la santa. Describe –como señala el título– la “fuga” de Teresa ante el “acoso” amoroso al que la somete el Señor desde los primeros años de su vida y el lento retorno hasta llegar al acontecimiento decisivo de su segunda conversión.

El autor no se contenta con narrar los hechos; se implica en la lectura, y descubre en los textos, seleccionados con gran tino, la aventura, el drama interior que la autora vive y del que deja constancia para aprovechamiento de sus lectores. Uno de los grandes valores de este libro es, justamente, exponer el itinerario de Teresa, poniendo cada uno de sus pasos al alcance de lectores de hoy dispuestos a realizar la vocación mística de toda vida cristiana, que Teresa vivió ejemplarmente.

Crespo pone de relieve que, por más que en la Vida se transparente la personalidad avasalladora de la santa, su protagonista principal es Dios, que busca, espera, guía, “fuerza a forzarse” a una mujer en la que se proponía hacer grandes obras. En su primera etapa, el libro expone los episodios de la “huida” de Teresa, joven seglar, las personas que intervienen, los peligros que la rodean. La acción de Dios –comenta el autor– es narrada por Teresa con “antropomorfismos deliciosos”. Esta etapa inicial termina con la entrada en el monasterio y su primera victoria, cantada por ella en ese Magnificat teresiano que Crespo “desentierra” de Vida 4, 10, presentando, con acierto, en forma de verso, la jugosa prosa del texto de la santa.

Con idéntica sintonía espiritual relee el autor los capítulos 5 al 9 de la Vida que narran los largos primeros años de la vida de Teresa en el monasterio, la enfermedad que le hace salir de él y, tras una nueva “silenciosa huida”, perfectamente identificada y narrada en estas páginas, el acontecimiento decisivo de su segunda conversión, cuando, “quitada ya toda confianza en sí misma” y “puesta toda en Dios”, la contemplación de una representación de Cristo muy llagado y la lectura de san Agustín la animan a “entregarse toda a Dios” y la introducen definitivamente en una nueva vida.

Como en todas las páginas anteriores, la selección de los textos más elocuentes, la oportuna referencia a pasajes bíblicos que los iluminan –como el de Oseas: “La llevaré al desierto y le hablaré al corazón”– y los siempre cálidos y oportunos comentarios del autor dan un relieve especial y hacen más atractivo el ya de por sí rico y convincente mensaje de la santa. Se facilita así su asimilación por parte de lectores de hoy día que, por más diferente que sea su situación cultural, comparten con ella la misma condición humana, la misma presencia de Dios en su interior y la misma nostalgia por gozar de ella.

Estoy seguro de que la lectura de este gran pequeño libro suscitará en sus lectores la necesidad de agradecer a su autor el regalo que supone que lo haya escrito, como él mismo agradece a Teresa el texto de su Vida. Yo me atrevería a sugerirle que presentase, sin esperar a otro centenario, los pasos siguientes del itinerario teresiano.

En el nº 2.952 de Vida Nueva.

Actualizado
31/07/2015 | 00:30
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