El Ministerio de Justicia regula la declaración de notorio arraigo para las minorías
Una misa de la comunidad anglicana en España
RUBÉN CRUZ | Inscripción en el Registro de Entidades Religiosas durante 30 años o durante 15 si se acredita su reconocimiento en el extranjero durante 60 años; implantación en, al menos, 10 comunidades autónomas; más de 100 lugares de culto inscritos en el Registro y una estructura adecuada. Estos son los cuatro requisitos que necesitará cualquier confesión para obtener la declaración de notorio arraigo.
“Se crea así un procedimiento justo y ecuánime”, explica a Vida Nueva el subdirector general de Relaciones con las Confesiones, Ricardo García. Y es que, hasta la fecha, las confesiones que habían obtenido este reconocimiento lo habían solicitado a la Comisión Asesora de Libertad Religiosa. Ahora, las solicitudes se dirigirán a la Subdirección General de Relaciones con las Confesiones, y la Comisión Asesora de Libertad Religiosa emitirá un informe preceptivo, no vinculante, que será resuelto por el Ministerio de Justicia.
El Consejo de Ministros aprobó el pasado 3 de julio dos reales decretos. Uno, para regular (por primera vez para las minoritarias) la declaración de notorio arraigo de las confesiones en España; el otro, para actualizar el Registro. Esta nueva norma ahonda en la libertad religiosa de todos los españoles, pese a que la gran mayoría se declaran católicos. En este sentido, la Conferencia Episcopal Española mantiene que, “dado que vivimos en un Estado aconfesional de cooperación y colaboración con el Estado en todos los ámbitos, es lógico que estén registradas todas las entidades religiosas. De este modo, se les pueden reconocer sus deberes y derechos”.
Actualmente, en España son declaradas confesiones de notorio arraigo el islam, con dos millones de fieles; la Iglesia ortodoxa, con 1,5; la Iglesia evangélica, con 1,4; los Testigos Cristianos de Jehová, con 170.000; la Federación de Entidades Budistas de España, con 80.000; la Iglesia Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones), con 50.000; y el judaísmo, con 45.000. La Comunidad Bahá’i también solicitó en su día su reconocimiento, pero desistieron de su solicitud. Por su parte, la Comunidad Odinista presentó una solicitud de reconocimiento que aún está pendiente de resolverse.
La inscripción en el Registro y el reconocimiento de notorio arraigo son las condiciones necesarias para poder suscribir acuerdos con el Estado. La nueva regulación pone fin a 35 años de indeterminación jurídica. Además, como expresó el ministro de Justicia, Rafael Catalá, se trata de una normativa que cuenta con el consenso de todas las confesiones. Por otra parte, Catalá explicó que el Registro será telemático, se actualizará cada dos años para poder eliminar las inscripciones de entidades que no estén en funcionamiento y exigirá la inscripción de los ministros de culto, ya que hasta ahora no hay un número exacto de ellos.
Apuesta por la modernidad
Ricardo García, al ser preguntado sobre si se intenta acabar con los supuestos privilegios que algunos achacan a la Iglesia, explicó: “Simplemente, es una forma de trabajar en la modernización de la gestión de la libertad religiosa, haciendo más fáciles los trámites e introduciendo en esta materia la moderna administración electrónica, que ahorra trámites y gestiones a los ciudadanos y permite una transparencia absoluta de la gestión”. Además, el real decreto que regula el Registro sigue las directrices que la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) marca para el ámbito religioso.
Fuerte crecimiento del islam
En el Registro de Entidades Religiosas están inscritas casi 20.000 entidades de diversa índole. De ellas, el 76% son católicas, pero en los últimos 10 años se ha incrementado el número de islámicas. De hecho, mientras que hasta 2004 solo había inscritas 251, desde 2005 en adelante se han inscrito 1.163 más. Asimismo, en esta última década, el número de entidades inscritas en el Registro se ha incrementado en un 30%.
En el nº 2.949 de Vida Nueva.
