El Papa se encuentra con asociaciones civiles y con el mundo de la educación
La iglesia de San Francisco de Quito acogió el encuentro con los representantes de la sociedad civil
M. GÓMEZ | Martes 7 de julio por la tarde en Ecuador, martes por la noche-madrugada en España. El papa Francisco ha dedicado la segunda parte de su tercera jornada en América del Sur a un encuentro con los representantes de la sociedad civil, en la iglesia de San Francisco de Quito. En su discurso, les ha hablado de las “claves de la convivencia social” y les ha pedido que todos (indígenas, mujeres, asociaciones, etc.) sean impulsores y responsables de proyectos donde nadie se sienta excluido. Antes, había estado en la Universidad, donde reclamó vivamente que la comunidad educativa se implique en la búsqueda de soluciones y el cuidado del planeta.
- Discurso a los representantes de la sociedad civil
- Discurso al mundo de la educación
- Francisco en Quito: “Es necesario luchar por la inclusión a todos los niveles”
- ESPECIAL: Viaje del papa Francisco a Ecuador, Bolivia y Paraguay
El encuentro con los representantes de la sociedad divil comenzó a las 18:00 hora local (01:00 hora española). Francisco fue hilando su intervención profundizando en tres “valores sociales esenciales” que nacen en la familia: “la gratuidad, la solidaridad y la subsidiariedad”. “En la familia, todos contribuyen al proyecto común, todos trabajan por el bien común, sin anular al individuo; al contrario, lo apoyan (…). Nuestra sociedad gana cuando cada persona, cada grupo social, se siente realmente en casa”.
En la línea de otros llamamientos habituales del Pontífice, pidió superar el capitalismo salvaje que afecta negativamente a las relaciones sociales. “¿Amamos nuestro país, la comunidad que estamos intentando construir?”. Si damos gratuitamente lo que tenemos, indicó Francisco, “se supera el concepto económico de justicia, basado en el principio de compraventa, por un concepto de justicia social, que defiende el derecho fundamental del individuo a una vida digna”.
La inclusión, cosa de todos
Los nuevos desafíos sociales y culturales como las migraciones, las concentraciones urbanas, el consumismo, la crisis de la familia, el paro, la pobreza… “producen incertidumbres y tensiones que constituyen una amenaza para la convivencia social”, y en este sentido, tanto las leyes y normas como los proyectos de la comunidad civil “deben procurar la inclusión, para favorecer espacios de diálogo y de encuentro”.
“La esperanza de un futuro mejor radica en ofrecer oportunidades reales a los ciudadanos, sobre todo a los jóvenes, creando empleo, con un crecimiento económico que llegue a todos y no se quede en estadísticas macroeconómicas, creando un desarrollo sostenible que genere un tejido social fuerte y bien cohesionado”, resumió.
En esta tarea, todas las personas y agentes sociales han de ser protagonistas, y no solo espectadores. El llamamiento de Francisco provocó el aplauso de su auditorio: “En una democracia participativa, cada una de las fuerzas sociales, los grupos indígenas, los afro-ecuatorianos, las mujeres, las asociaciones civiles y todos los que trabajan por la colectividad de los servicios públicos, son protagonistas esenciales en este diálogo; no son espectadores”.
El Papa, a su llegada al acto con las fuerzas civiles de Ecuador
Una ecología integral
El Papa no dudó en abordar cuestiones de actualidad para los ecuatorianos, como el necesario cuidado del medio ambiente: “La explotación de los recursos naturales, abundantes en Ecuador, no debe buscar el rédito inmediato. Ser guardianes de esta riqueza que hemos recibido nos implica con la sociedad en su conjunto y con las generaciones futuras”.
Entre los representantes civiles que escuchaban al Papa, había una delegación de los pueblos indígenas de la Amazonía ecuatoriana. Francisco valoró la compleja biodiversidad de la zona y reclamó “un cuidado particular, por su enorme importancia para el ecosistema mundial”. “Aquí, en Ecuador –junto con otros países de la franja amazónica– está la oportunidad de practicar la pedagogía de una ecología integral. Nosotros hemos recibido el mundo en herencia de nuestros progenitores, pero también en préstamo para las generaciones futuras, para las cuales debemos cuidarlo”.
Por último, el entorno en el que se encontraban, la iglesia de San Francisco –el edificio católico más antiguo de toda América Latina–, le valió al Papa como metáfora y resumen de la historia de Ecuador y de su proyección al futuro; incluida una petición de perdón concreta a los pueblos indígenas: “Las paredes, los patios y los claustros de este lugar lo dicen con la mayor elocuencia: apoyado en los elementos de la cultura inca y caranqui, la belleza de sus formas y proporciones, la audacia de sus estilos combinados de manera admirable y las obras de arte que vienen a llamarse ‘de la escuela de Quito’, resumen un amplio diálogo, con éxitos y errores, de la historia ecuatoriana. Hoy todo es belleza, y si es verdad que en el pasado ha habido equivocaciones y abusos, ¿cómo negarlo?, podemos decir que la mezcla irradia tanta exhuberancia que permite mirar al futuro con gran esperanza”.
La intervención de Francisco estuvo precedida por varios testimonios y también por una breve ejecución musical, a cargo de la orquesta Sinamune, formada por jóvenes con discapacidad y síndrome de Down. Durante el acto, el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, le hizo entrega de las Llaves de la Ciudad.
Encuentro con el mundo de la educación
Antes de esta cita, el Papa mantuvo un encuentro con el mundo de la escuela. A las 16:30 h. (23:30 h. en España), Francisco acudió a la Pontificia Universidad Católica de Ecuador, donde se reunió con 30.000 estudiantes, ante los que fue desgranando los aspectos más destacados de su reciente encíclica Laudato si’.
El Pontífice pidió “espíritu crítico y libre” para cuidar del mundo de hoy, para “buscar nuevas repuestas a los múltiples desafíos” actuales, y apeló a los profesores: “¿Son capaces de estimular a sus alumnos a no desentenderse de la realidad que los circunda? ¿Cómo entra en el currículo universitario o en las distintas áreas del quehacer educativo, la vida que nos rodea, con sus preguntas, interrogantes, cuestionamientos? ¿Cómo generamos y acompañamos el debate constructor, que nace del diálogo en pos de un mundo más humano?”.
A los jóvenes, “presente y futuro de Ecuador, semilla de transformación de esta sociedad”, les recordó el “privilegio” que es el poder estudiar. “¿Para qué pasamos por este mundo? ¿Para qué luchamos y trabajamos?”, cuestionó en otro momento.
Próximo destino: Bolivia
El último acto del día fue una visita privada a la Iglesia de la Compañía. Hoy miércoles 8 de julio, a las 9:00 h. (16:00 hora española), Francisco vista el Hogar para ancianos de las Misioneras de la Caridad. Y a las 10:00 h. (17:30 hora española) mantendrá un encuentro con el clero, religiosos, religiosas y seminaristas en el santuario nacional mariano El Quinche. Será su última parada en Ecuador.
A mediodía, el avión papal volará a Bolivia. Está previsto que a las 16:15 h. (22:15 hora española) el Pontífice aterrice en el aeropuerto de El Alto en La Paz, donde tendrá lugar la ceremonia de bienvenida. Posteriormente, hará una visita de cortesía al presidente Evo Morales en el Palacio de Gobierno.
