Libros

‘Estilo rico, estilo pobre’


En ‘El revés de la trama’, un libro de relatos de Luis Magrinyà (Editorial Debate). La recensión es de Javier Morales

Estilo rico, estilo pobre, Luis Magrinyà (Editorial Debate)

Título: Lo que miran los vagos

Autor: Luis Magrinyà

Editoriales: Editorial Debate

Ciudad: Barcelona, 2015

Páginas: 224

JAVIER MORALES | Hace años, cuando todavía no existía Internet, manuales como el clásico de Seco Serrano animaron a periodistas y “comunicadores” a cuidar el lenguaje, al fin y a cabo su herramienta de trabajo. En las redacciones, los profesionales comenzaron a guiarse por manuales de estilo y hasta quedaba bien corregir a un compañero cuando ponía una preposición inadecuada o empleaba un verbo incorrectamente.

La llegada del correo electrónico –con el que en cierta forma se recuperó el género epistolar–, la explosión de Internet, de los blogs y de las revistas digitales, los mensajes vía teléfono móvil, la televisión basura con tertulianos que gritan e insultan, han contribuido a una merma aún mayor en el uso preciso de la lengua. Sin duda, la precarización del oficio periodístico, la idea de que cualquiera puede escribir y opinar, unida a una menor exigencia por parte de los lectores, ha devaluado el nivel de lo que se escribe y de cómo se escribe. Parece que todo vale. Pero no es así o, al menos, no debería serlo.

El libro de Luis Magrinyà, Estilo rico, estilo pobre, cubre un hueco en los manuales de escritura. Su interés es doble. Por un lado, como señala en el prólogo José Antonio Pascual, está escrito por alguien, un lingüista, que trabajó en la Real Academia de la Lengua antes de publicar sus primeras obras de ficción (Magrinyà es uno de nuestros grandes cuentistas, dicho sea de paso).

Pero también por el abordaje que hace. Nos alerta no solo contra el estilo pobre y acomodaticio, poco riguroso y perezoso, de quienes no tienen el menor interés por la lengua, sobre el que hasta ahora se ha prestado –quizás– mayor atención. También nos avisa del exceso de celo, del estilo artificioso al que nos puede llevar la huida obsesiva de lo que sin razón a veces se tiene como vulgar. Nos anima a escribir con libertad, a dejarnos llevar, a mirar al frente mientras escribimos, pero siempre con un ojo puesto en el espejo retrovisor.

En el nº 2.946 de Vida Nueva.

Actualizado
19/06/2015 | 04:16
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