El Vaticano rompe con una FIFA bajo sospecha

Tras la detención de siete altos cargos acusados de recibir sobornos

VATICANO-FIFA

ÁLVARO DE JUANA (ROMA) El Vaticano reaccionó con mano dura antes de que el escándalo de la corrupción en la FIFA comenzara a pudrir el corazón de la Iglesia. De esta manera, Scholas Occurrentes, la red mundial de escuelas que nació en Argentina bajo la inspiración de Bergoglio, suspendió un acuerdo suscrito (junto a la Pontificia Academia de las Ciencias) con la Conmebol, la asociación que reúne a las federaciones de fútbol suramericanas.

El convenio establecía una donación de 10.000 dólares a Scholas por cada gol o penalti atajado durante la Copa América, que se juega en Chile del 11 de junio al 4 de julio. Así, se calculaba que el ingreso sería de unos 700.000 dólares, si se tiene en cuenta los 72 goles que hubo en la edición anterior, sin contar los de las tandas de penalti.

Con la suspensión, que se dio a conocer horas antes del primer partido del campeonato, parece que la FIFA ha quedado sentenciada por el Vaticano debido a la gravedad de los escándalos de corrupción descubiertos recientemente, que han hecho que incluso su recién reelegido presidente, Joseph Blatter, se haya visto obligado a dimitir. Todo empezó en la madrugada del miércoles 27 de mayo, cuando la policía suiza detuvo a siete altos cargos de la FIFA acusados de recibir sobornos de representantes de medios y firmas de promoción deportivas por más de cien millones de dólares. A cambio, los que ofrecían los pagos recibían derechos mediáticos y de publicidad en conexión con torneos de fútbol en América Latina.

En declaraciones a Vida Nueva, el subsecretario del Pontificio Consejo de la Cultura y director de la sección Cultura y Deporte, el español Melchor Sánchez de Toca, se pregunta: “¿Hay quien se sorprende de esta noticia? Cada año, por estas fechas, hay un nuevo escándalo de corrupción que viene del mundo del deporte, del fútbol o de otros. Son los grandes males que afligen al deporte”. En este sentido, Sánchez de Toca destaca que “el deporte es la expresión de lo más noble que hay en el hombre y, al mismo tiempo, de su degeneración. Como la degeneración de todas las cosas buenas, esto también presenta su peor lado”.

“Creo que es evidente –concluye– que el mundo del deporte no es capaz de superar solo esos problemas, sino que hacen falta alianzas entre los distintos sectores de la sociedad. Este es, entre otros, el motivo por el que la Santa Sede está organizando un gran foro en el Vaticano, junto con el movimiento olímpico, sobre fe y deporte para el año 2016”.

En el nº 2.946 de Vida Nueva.

 

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