Teresa Forcades se dedicará a la política sin dejar de ser monja

La diócesis y su congregación le conceden una “excedencia” de tres años

Teresa-Forcades

JORDI LLISTERRI (BARCELONA) | El activismo político de la benedictina Teresa Forcades le ha llevado a abandonar el Monasterio de Sant Benet de Montserrat temporalmente. Deja su comunidad y las obligaciones de la vida monástica, pero sin dejar de ser monja ni renunciar a sus votos.

Una decisión hecha pública el 15 de junio, coincidiendo con la presentación de su nuevo libro y con una asamblea de Procés Constituent, el grupo que lidera junto al activista Arcadi Oliveres. Forcades aspira a encabezar una candidatura de confluencia de grupos independentistas y de izquierda en las elecciones catalanas previstas para septiembre.

Como ya explicaba la propia Forcades hace dos semanas en Vida Nueva (nº 2.943), ha sido un proceso discernido junto a su comunidad monástica. Constatado que el activismo no era compatible con la vida consagrada, finalmente se ha decidido a solicitar la exclaustración temporal a la Santa Sede. Forcades siempre ha argumentado que “no es una crisis vocacional”, sino que se encuentra ante la llamada a realizar un servicio en un momento político singular.

La exclaustración le permitirá ejercer esta dedicación a la política durante tres años, con la posibilidad de regresar al monasterio en cualquier momento. De hecho, la perspectiva es que la dinámica política catalana provoque que la próxima legislatura tampoco llegue a los cuatro años.

Aunque aún no se ha hecho pública esta salida de Forcades, Vida Nueva ha podido confirmar que la decisión cuenta con el beneplácito de la comunidad, de la abadesa Montserrat Viñas, y del obispo de Sant Feliu de Llobregat, Agustí Cortés. Forcades también había consultado a la Congregación para la Vida Consagrada esta posibilidad.

Decisión consensuada

A pesar de que Sant Feliu no ha querido pronunciarse públicamente sobre este tema que afecta a la comunidad benedictina, fuentes del obispado destacan que ha sido un proceso marcado por el diálogo y la comprensión mutua. La petición de exclaustración ha sido plenamente consensuada y es la conclusión de un largo camino de diálogo y reflexión a la que siempre ha estado abierto el obispo Cortés.

Esto no significa que Cortés comparta los planeamientos políticos de Teresa Forcades, pero ha querido enfocar el tema desde un planteamiento pastoral, en diálogo con la religiosa y con la abadesa.

También se destaca la disponibilidad de Forcades para encontrar una solución ajustada al derecho canónico. Y que facilitara una solución aceptable para la comunidad, en la que ha habido planteamientos distintos sobre la oportunidad del salto al mundo de la política por parte de una de sus religiosas.

Además, esta decisión ha coincidido con el relevo de la abadesa del monasterio. Montserrat Viñas había presentado hace tres años la preceptiva renuncia que establecen las constituciones de la comunidad benedictina femenina, al cumplir los setenta años.

Hace semanas que se había fijado para el jueves 11 de junio la elección de la nueva abadesa en un capítulo monástico presidido por el obispo Cortés. Los días antes de la elección, la comunidad celebró un retiro con el abad de Montserrat, Josep Maria Soler. Y es que las benedictinas mantienen una estrecha relación con la comunidad vecina, aunque no tengan ninguna dependencia jerárquica de la Abadía de Montserrat.

Una candidatura aún incierta

El salto a la vida política de Forcades aún tiene un recorrido incierto. La idea sería emular una candidatura como la que ha dado la alcaldía de Madrid a Manuela Carmena, o la victoria a Ada Colau en Barcelona. Sin embargo, aún no se ha concretado ningún acuerdo entre los partidos tradicionales de izquierda, los grupos emergentes como Podemos, o los sectores independentistas de base que podrían integrar esta posible candidatura. Un acuerdo que, además, debería después organizar un proceso de primarias para elegir el cartel electoral. Por lo tanto, continúa abierta la incógnita de si una religiosa liderará una de las candidaturas a la presidencia de la Generalitat. Lo que está claro es que, tras años de activismo social y público que ha compaginado con la vida monástica, la exclaustración de Forcades llega en un momento decisivo para concretar este compromiso dentro del tablero político y electoral.

En el nº 2.943 de Vida Nueva.

 

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