Una “mirada femenina” para examinar la tradición cristiana

seminario sobre el papel de la mujer en la Iglesia organizado por LOsservatore Romano Roma mayo 2015

‘L’Osservatore Romano’ organiza un seminario sobre el papel de la mujer hoy en la Iglesia

seminario sobre el papel de la mujer en la Iglesia organizado por LOsservatore Romano Roma mayo 2015

Una “mirada femenina” para examinar la tradición cristiana [extracto]

Texto y fotos: DARÍO MENOR (ROMA) | “Son ya muchos, sobre todo jóvenes, los que se están dando cuenta de que el punto de vista cristiano es el único verdaderamente libre, verdaderamente revolucionario respecto a los pesados condicionamientos culturales a los que estamos sometidos. No ha sido siempre así: se trata de una novedad, y tal vez por eso muchos siguen siendo incapaces de advertirla”. Lucetta Scaraffia, coordinadora de Donne Chiesa Mondo, el suplemento femenino de L’Osservatore Romano que publica en español Vida Nueva, terminaba con estas palabras su relación conclusiva del seminario celebrado en la Casina Pío IV del Vaticano del 29 al 31 de mayo, organizado por el diario vaticano, para debatir sobre la Iglesia frente a la condición de las mujeres hoy. “Un punto de vista femenino radicado en la tradición cristiana –abundó– ofrece una mirada crítica a esta cultura homologada”.

La profesora de Historia Contemporánea en la Universidad La Sapienza de Roma recordó el “rico patrimonio” con que cuenta la comunidad eclesiástica para mejorar la situación de la población femenina. El problema es que “no se da cuenta de ello”.

Tras recordar las tesis de Manlio Graziano, quien pide una alianza de las principales religiones para hacer frente a los desafíos de la sociedad contemporánea, Scaraffia propuso al Papa como líder de esta unión, destacando que solo el cristianismo garantiza “una verdadera igualdad espiritual”. Con esta “base simbólica” puede después construirse una auténtica “igualdad social”. “Es particularmente importante que, en este momento, la Iglesia vuelva a tomar contacto con sus propios orígenes feministas”, pidió la intelectual.

Retomando algunas de las cuestiones planteadas en las intervenciones del seminario, como la violencia doméstica, el aborto o las violaciones en los conflictos armados, Scaraffia pidió a la Iglesia que examine la tradición cristiana “con una mirada femenina” para buscar respuestas a los problemas de las mujeres: “Muchos de ellos el mundo laico no los afronta y ni siquiera los considera”.

El documento conclusivo de la asamblea, que será entregado al papa Francisco, contiene varias propuestas interesantes. Una de ellas la lanzó Yudith Pereira Rico, religiosa española de Jesús-María, quien pidió que, antes del Sínodo sobre la Familia del próximo octubre, se organice una reunión, “mitad hombres y mitad mujeres”, para desarrollar algunos de los temas que afectan a la situación familiar.

Otra iniciativa fue la invitación a los órganos jerárquicos de la Iglesia a que reflexionen para proponer un modelo de familia “adaptado a la sociedad actual, a los papeles que el hombre y la mujer tienen que realizar”.

Nuevos modelos de familia

Respondió a estas peticiones el arzobispo Vincenzo Paglia, presidente del Pontificio Consejo para la Familia, quien participó en la última jornada del seminario. Consideró poco probable poder realizar un encuentro previo al Sínodo, “pues ya vamos retrasados con la reflexión”.

Respecto a la idea de lanzar un nuevo modelo de familia, reconoció la “gravísima crisis” en que se encuentra esta institución: “No hay duda de que la Iglesia, con su patrimonio, es la más preparada para reflexionar y proponer nuevos modelos de familia. Por desgracia, lo hemos hecho poco. Encuentros como este son indispensables para ponernos en marcha”.

El arzobispo se mostró esperanzado en que la reforma de la Curia romana que prepara el papa Francisco lleve a una mayor presencia de mujeres en los puestos de decisión de la Santa Sede. “Espero que en mi dicasterio se nombre a una madre de familia como subsecretaria”, confesó.

Entre las ponencias del encuentro, destacaron tres por el impacto que lograron entre el auditorio. Todas ellas estaban centradas en África. Pereira Rico, miembro del proyecto Solidaridad con Sudán del Sur, habló sobre la situación de las mujeres en este país, surgido en 2011 y asolado por una guerra civil desde 2013.

“El cuerpo femenino es el campo de batalla del siglo XXI”, denunció por su parte la religiosa congoleña Clotilde Bikafuluka, quien asiste a las víctimas del conflicto armado en esta nación africana. En su intervención, denunció cómo las violaciones colectivas de mujeres se han convertido en un arma común de los contendientes. La brutalidad de estas agresiones en grupo provoca cientos de muertes y genera una espiral de dolor, ya que estas mujeres son repudiadas por sus maridos y tienen hijos no deseados que muchas veces acaban convirtiéndose también ellos en violentos.

Otra religiosa congoleña, Rita Mboshu Kongo, habló sobre la crisis de identidad de las monjas africanas, desvelando los abusos sexuales y de poder que sufren por parte de algunos sacerdotes.

El seminario concluyó con una eucaristía presidida por el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, y celebrada en la basílica de Santa María sopra Minerva, donde está sepultada Catalina de Siena. En su homilía, Parolin pidió que se utilizara el testimonio de la santa como una fuente de fuerza para afrontar los problemas de las mujeres.

En el encuentro intervinieron las dos únicas subsecretarias de dicasterios de la Santa Sede. Se trata de Flaminia Giovanelli, del Pontificio Consejo Justicia y Paz, y de Nicla Spezzati, de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.

También participaron el director de L’Osservatore Romano, Giovanni Maria Vian; el jesuita Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede; y José Beltrán, director de Vida Nueva.

En el nº 2.944 de Vida Nueva

 

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