Programa Xtantos: el referéndum anual de la Iglesia

La Conferencia Episcopal invita a marcar la casilla de la X en el IRPF “desde lo cotidiano”

Programa Xtantos: el referéndum anual de la Iglesia [extracto]

JOSÉ LORENZO | “Queremos transmitir lo cotidiano, lo que es habitual en la vida de la Iglesia, y mostrarlo, además, con alegría, como lo podemos percibir cada día en las parroquias, con muchísimas personas entregando su vida por los demás”. Este es el objetivo de la campaña Detrás de cada X hay una historia, con la que la Conferencia Episcopal Española (CEE) quiere animar a marcar la casilla de la X en la declaración de la Renta 2015, según señaló Miguel Ángel Jiménez, director del Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia, en rueda de prensa el pasado 6 de mayo en Madrid.

La campaña, que forma parte del Programa Xtantos, estará vigente, en dos fases, del 27 de abril al 30 de junio, coincidiendo con el período activo para realizar la declaración del IRPF, y podrá verse, además de en 40.000 vallas publicitarias, en los medios con mayor difusión controlada en televisión, Internet, radio y prensa escrita. Una inversión de tres millones de euros –el mismo coste de los últimos cuatro años, según se señaló– para concienciar de la labor de la Iglesia y “someternos al referéndum anual de la X”, como afirmó el sacerdote.

En declaraciones a Vida Nueva, Jiménez señaló que son dos los objetivos de la campaña: “Buscar y profundizar en el autosostenimiento de la Iglesia sin depender de nadie, ni tampoco de circunstancias o momentos históricos. Y, por otra parte, animar a los contribuyentes a que marquen la X, bien porque sean creyentes, o porque, no siéndolo, valoren la inmensa labor de la Iglesia en beneficio de la sociedad”.

Una tarea para la que la Iglesia, continúa el director, “no pide el DNI de creyente o de persona religiosa, sino que mira a los ojos y pregunta por la dignidad de la persona, por su necesidad material, por sus sufrimientos espirituales”. Y añade: “Digo esto porque un no creyente puede valorar mucho todo lo que la Iglesia está aportando a la sociedad y, por eso, tener muy claro que quiere marcar la X, a pesar de no creer”.

El Programa Xtantos se puso en marcha en el año 2007. Por primera vez desaparecía el llamado complemento presupuestario, por lo que el sostenimiento de la Iglesia pasaba a depender únicamente de quienes marcasen su casilla en la declaración del IRPF, de donaciones y de las aportaciones periódicas de particulares. El cambio hacia esa autofinanciación se había gestado en diciembre de 2006, con el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, por el que se reformaba el sistema de asignación tributaria y la adaptación del régimen del IVA de la Iglesia a los requerimientos que llegaban desde la Unión Europea.

Con el nuevo modelo –que causó gran irritación en los grupos más anticlericales, también dentro del PSOE, cuyo Gobierno se convirtió en el más generoso con respecto a la política económica con la Iglesia– se incrementaba el coeficiente en la declaración de la Renta del 0,5239% al 0,7% a partir del ejercicio fiscal de 2007 y desaparecía la exención del IVA.Programa Xtantos

Balance positivo

En palabras de Miguel Ángel Jiménez, el de estos años “es un balance positivo. La tendencia de los resultados, el número de contribuyentes marcando la X de la Iglesia ha ido aumentando. Pero, además, aquel año era la primera vez que la Iglesia entraba en el mercado publicitario y se embarcaba en la realización de spots de televisión, de una modesta campaña publicitaria, pero con todos los elementos y materiales que conforman este tipo de acciones. Con un buen equipo de profesionales en cada una de las áreas… Un gran reto, mucho trabajo y quizá también sufrimiento, pero buenos resultados”.

En los últimos años, además, se han dado pasos en cuanto a la transparencia, algo fundamental cuando se pide la colaboración económica de la sociedad. “Incluso antes de que estuviera de moda, la Iglesia en España estaba empeñada en mostrar sus cuentas y sus actividades desde sus parroquias, desde sus diócesis y, por supuesto, con la Memoria de Actividades, de la que es responsable la Vicesecretaría de Asuntos Económicos de la CEE”, afirma Jiménez, quien añade que el destino del dinero está siendo auditado en los últimos años por una “auditora independiente y de una gran trayectoria”.

Enfrente de la sede de la CEE, donde se celebró la rueda de prensa, un señor en edad de jubilación se manifestaba en solitario con una pancarta protestando por lo que llamaba financiación con dinero público de la Iglesia. Sobre esto, el director del Secretariado niega la mayor: “La Iglesia no recibe para su sostenimiento ninguna cantidad de los Presupuestos Generales del Estado”. Y añade: “En la disposición adicional Quincuagésimo primera de los Presupuestos de 2015 –y viene siendo así desde 2007– se dice que la Iglesia recibirá algo más de 13 millones de euros a cuenta de lo que los contribuyentes estén asignando a la Iglesia al marcar la X. Como si el Estado lo cogiese con una mano y, respetando la voluntad libre de quien marca la X, se lo entregase a la Iglesia. Ni más, ni menos”.

Antes al contrario, apunta que “la Iglesia le ahorra mucho dinero y tiempo al Estado en multitud de ámbitos”. Y cita a Cáritas o la tarea en el campo de la educación, el sanitario…”. “La Iglesia es sensible a las necesidades de los otros”, añade, para animar a marcar la X de la Iglesia, y “también la de Otros Fines de Interés Social”.

En la campaña de la Renta de 2014, el 35,20% de los declarantes marcaron la casilla de la Iglesia, “una tendencia sostenida al alza y concretada en dos décimas”, apunta Miguel Ángel Jiménez. En total, 247, 6 millones de euros. Esta cantidad, como señala el sacerdote a Vida Nueva, “supone en torno al 25% del dinero de la Iglesia en España. El otro 75% restante procede de donativos, colectas, suscripciones públicas, etc.”.

Sor Carmen Señor

La misionera sor Carmen Señor, uno de los rostros de la campaña ‘Detrás de cada X hay una historia’, durante la presentación en Madrid

La declaración de la renta de sor Carmen

Sor Carmen Señor es una de los rostros que ponen cara en los carteles y anuncios publicitarios a esa Iglesia “que no es solo de los curas, las monjas o el Papa, sino de todos los bautizados”, como dijo en la rueda de prensa. Desde que esta religiosa de las Siervas de Jesús de la Caridad tomó la palabra, su testimonio eclipsó el resto de las explicaciones de los comparecientes en la rueda de prensa. Adiós cifras, targets, porcentajes y estrategias enunciados por Miguel Ángel Jiménez, el publicista Ignacio Lacasa o el director de la Oficina de Información de la CEE, José Gabriel Vera.

En apenas un cuarto de hora, el testimonio de esta mujer –misionera por medio mundo y que ahora baila con los ancianos que su comunidad atiende en Logroño– fue la plasmación de que no hay mejor campaña que dejar hablar a quienes son testigos vivientes. “Allí donde he estado, he luchado por la persona, porque quería ser presencia viva de la Iglesia de Cristo. En los abandonados he visto el rostro de Dios mirándonos. Es una experiencia que toca el corazón”, dijo antes de que la emoción entrecortase su voz.

Sor Carmen ha conocido y tocado todas las pobrezas. También las de los leprosos, intocables en Filipinas. Se sentó ante las puertas de los poderosos para que atendieran las necesidades más básicas de la que gente con la que convivió. Ahora, con sus viejitos en La Rioja –“que lo han dado todo y ahora tienen que recibirlo todo”–, sigue viendo en ellos “la ternura de Dios”. Y concluye su testimonio con una frase que parece de publicista, pero que sale con la espontaneidad de quien está acostumbrada a practicarla cada día: “Quiero vivir la vida apasionada y apasionante”. Eso es lo que está detrás de la X de sor Carmen.

En el nº 2.940 de Vida Nueva.

 

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