El crecimiento del islam responde sobre todo a un factor demográfico, según el Pew Research Center
En 2050 habrá tantos musulmanes como cristianos [extracto]
LARA MARTÍNEZ (AMÉRICA DEL NORTE) | Sostenía Heráclito que “todo fluye, nada permanece”. Y esta afirmación bien puede aplicarse al mapamundi religioso, destinado también “a transformarse con la historia, el tiempo y las dinámicas sociales, físicas y naturales”. En menos de 40 años, los musulmanes serán el grupo religioso de mayor crecimiento: mientras hoy representan el 23% de la población mundial, en 2050 alcanzarán el 30% (2.700 millones), y se equipararán en número a los cristianos (2.900), según un estudio fundamentado en factores demográficos y realizado por el Pew Research Center (PRC), un reconocido think tank norteamericano con sede en Washington.
En entrevista exclusiva con Vida Nueva, el mánager de Datos e integrante del equipo investigador de este prestigioso centro, Juan Carlos Esparza, explica que las conclusiones del informe –titulado El futuro de las religiones del mundo: proyecciones de crecimiento poblacional 2010-2050– van más allá, y de cumplirse y mantenerse estas tendencias, la población musulmana podría superar, incluso, a la cristiana en 2050. Así, si las estimaciones no sufren alteraciones notables, a finales de siglo cristianos y musulmanes representarán algo más de dos tercios de la población mundial: el 69% frente al 55% que representaban en 2010. “La razón principal para el crecimiento del islam es demográfica. Los musulmanes tienen un promedio de fertilidad superior al de cualquier grupo religioso y, además, se caracterizan por ser una población más joven”, declara.
A pesar de que la información recogida por el PRC no se refiere a cuestiones de extremismo religioso, sino a la identidad religiosa, cabe mencionar que el sociólogo norteamericano Jack Goldstone considera que el rápido crecimiento de la población musulmana “presagia más conflicto en lugar de menos”. Y apunta que, en países como Nigeria, donde opera el terrorismo islamista de Boko Haram, la situación será especialmente complicada. Precisamente en este país, el número de musulmanes y cristianos era casi el mismo en 2010, y el PRC prevé que los musulmanes constituirán casi el 60% de su población en 2050.
En este sentido, Esparza argumenta que algunos académicos señalan como un factor importante para el extremismo la alta concentración de población juvenil: “Los jóvenes, muchas veces sin empleo estable, pueden tener mayor tendencia a adherirse a grupos extremistas. Si esta hipótesis es correcta, podríamos decir que, más que una relación entre el crecimiento y el extremismo, existe una vinculación entre ambos y la edad”.
Sin embargo, no será un país africano el que registre mayor proporción de fieles musulmanes –hoy esta cifra la posee Indonesia–, sino la India, con más de 310 millones de musulmanes, equivalentes al 18% de la población local. Aun así, continuará siendo predominantemente hinduista: ocho de cada diez de los 1.200 millones de ciudadanos indios son hindúes. “La fertilidad de la población musulmana explica en gran medida su crecimiento en lugares como China o la India. Igualmente, en el África subsahariana el porcentaje de musulmanes crecerá más del doble. Sin embargo, la región mayoritaria seguirá siendo Asia y el Pacífico, aunque el crecimiento sea del 24 al 30%”, detalla Esparza.
África, esperanza cristiana
En el caso de la población cristiana, a pesar de que permanecerá estable –superior al 30% a nivel mundial–, las estimaciones del PRC indican que la distribución geográfica de los creyentes cristianos también variará: aproximadamente, cuatro de cada diez cristianos vivirán en el África subsahariana y no en Europa, un 24% más que en 2010. Europa pasará de albergar a la gran mayoría de católicos (el 66% en 1910 y el 26% en 2010), a sufrir una caída de hasta el 16% en 2050. Además, la proyección del PRC es que, en Europa, la población musulmana casi se duplicará entre el 2010 y el 2050.
“Es importante reconocer que la migración juega también un papel central. Por ejemplo, en España se esperaría un crecimiento del 2,1% al 4,1% si no hay migración, pero la población musulmana llegaría al 7,5% si consideramos los patrones migratorios observados”, relata Esparza. Asimismo, subraya que, al igual que en Estados Unidos, en nuestro país hay un crecimiento significativo de personas sin afiliación religiosa (del 19,0% al 26,5% en España; del 16,4% al 25,6% en Estados Unidos) y una reducción del porcentaje de cristianos (del 78,6% al 65,2% en España; del 78,3% al 66,4% en Estados Unidos).
Por otro lado, el grupo que engloba a ateos, agnósticos y personas que no se adhieren a ninguna religión crecerá en países como Estados Unidos, pero tendrá una participación cada vez menor en la población mundial, dadas sus bajas tasas de natalidad (del 16,4% en 2010, pasarán al 13,2% a mediados de siglo).
Este estudio, que reúne a cerca de 2.500 fuentes, que van desde censos hasta encuestas y estudios de población, ha sido desarrollado en base a una metodología de Naciones Unidas fundamentada en la estructura de la edad, la fertilidad, la mortalidad y la migración de cada país, además de la variable de la identidad religiosa, añadida por el Pew Research Center. Sin embargo, Esparza revela que acontecimientos imprevistos, como, por ejemplo, guerras, hambrunas, epidemias, conflictos políticos y hasta innovaciones tecnológicas, podrían alterar los datos de algunos grupos religiosos en determinadas regiones.
Asimismo, entre los factores que afectarían a estas proyecciones, destaca el comportamiento futuro de la población china, mayoritariamente atea en la actualidad y –que según algunos expertos– podría tornarse cristiana.
Todo cambia, aunque, de momento, un dato prevalece: la afiliación religiosa parece que continuará predominando en el mundo. Queda por ver si las diferentes religiones sabrán afrontar los cambios y se encaminarán al año 2050 por la senda del diálogo y la tolerancia mutua.
Crece la afiliación religiosa
Contra los pronósticos agoreros que predecían un planeta aconfesional, el estudio, realizado en 198 países, indica también que, a mediados de siglo, encontraremos un escenario global más religioso que el actual. Según Juan Carlos Esparza, es posible afirmar que “muchas predicciones hechas en términos de auge de la desafiliación religiosa y de la secularización son poco consistentes con la evidencia demográfica. La baja fertilidad de los no afiliados los sitúa en desventaja en términos de crecimiento demográfico”. Así, en aquellos lugares en los que las poblaciones son más jóvenes, se pronostica un mayor crecimiento de fieles. Actualmente, una mujer de fe islámica tiene de media 3,1 hijos, mientras que entre las cristianas es de 2,7 y entre las que no se adhieren a ninguna fe, de 1,7. Aunque el estudio supone que el fenómeno de desafiliación continuará, según el mánager de Datos de PRC, el crecimiento de los no afiliados (9%) no podrá superar el crecimiento de otros grupos ni mantenerse al ritmo del crecimiento de la población global (35%).
En el nº 2.940 de Vida Nueva.
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