Misión compartida: los laicos son más que gestores

Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, en el encuentro de misión compartida Juntos Somos Más marzo 2015

En el encuentro ‘Juntos somos más’, Elías Royón defiende la vivencia como vocación

Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, en el encuentro de misión compartida Juntos Somos Más marzo 2015

El arzobispo Osoro charla con varios participantes

JOSÉ BELTRÁN | No son laicos que trabajan para religiosos. Sí laicos que trabajan con religiosos. Que no solo comparten misión, sino en muchos casos la vida en comunidad, sin que medie contrato alguno de por medio. Con estas premisas, el madrileño colegio Nuestra Señora del Recuerdo acogió el pasado 14 de marzo el II Encuentro de Misión Compartida, organizado por la CONFER.

Más de 500 participantes tomaron parte de una jornada de trabajo e intercambio de experiencias en la que se partió de la herencia de los carismas regalados a la Iglesia para analizar la relación cotidiana entre religiosos y laicos, pero, sobre todo, poner las bases de propuestas de camino conjunto en el futuro.

Elías Royón, coordinador de este encuentro Juntos somos más, expuso una ponencia marco con aires proféticos en la que no dudó en afirmar que “la responsabilidad no puede convertir a los laicos en simples gestores. Hay que dotarlo de significatividad apostólica”, mantuvo, la vez que subrayó que, “sin vocación, la misión se convierte en mera colaboración”, matizando que tampoco es “un voluntariado para con los religiosos”.

De la misma manera, dejó claro que “la misión compartida no es una simple sustitución de religiosos por laicos o una mera cooperación”. “Algunos –puso en valor el presidente de CONFER, Luis Ángel de las Heras– dicen que es la hora de los laicos… Es la hora de todos, sin descartar a nadie”.

Ser “el rostro de Cristo”

Estas palabras sirvieron de punto de partida para un trabajo en grupos donde afloraron las propuestas y sugerencias: desde la urgencia de una corresponsabilidad práctica o de crear estructuras e itinerario, hasta la necesidad de compartir tanto el discernmiento como la celebración…

La tarde fue el momento de contar con un acto festivo animado por el cantautor Álvaro Fraile y la eucaristía de clausura, presidida por Carlos Osoro, arzobispo de Madrid.

“Queremos estar comprometidos y ser cauce de la liberación que trae el Señor”, animó el pastor de la Iglesia madrileña durante la homilía, que encomendó una tarea a los laicos en misión compartida: “El rostro de Cristo está entre nosotros. Hagámoslo visible. Para que el mundo se salve, tiene que llegar ese rostro”.

En el nº 2.934 de Vida Nueva

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