En ‘El revés de la trama’, Henry David Thoreau (Errata Naturae). La recensión es de Javier Morales
Título: Un paseo invernal
Autor: Henry David Thoreau
Editorial: Errata Naturae, 128
Ciudad: Madrid
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JAVIER MORALES | Figura clave del pensamiento y la literatura estadounidenses, la obra de Henry David Thoreau goza hoy de una gran actualidad por varios motivos, entre otros, por su defensa de una vida austera, acorde con la naturaleza, de un vivir bien con menos. Thoreau fue un gran caminante (solía caminar más de cuatro horas al día por los bosques que rodeaban su casa), y la editorial Errata Naturae, en una excelente traducción de Marcos Nava García, reúne ahora dos breves ensayos en torno a la idea del arte de caminar, Un paseo invernal, que da título al libro, y Caminar.
Vinculado a los trascendentalistas, a Emerson, Thoreau tiene una visión casi religiosa de la naturaleza y logra transmitirnos esa espiritualidad de la vida en el campo en Un paseo invernal, escrito en tono lírico y evocativo. “Por fin despertamos a la inmóvil realidad de una mañana de invierno. La nieve yace tibia como el algodón o se acumula sobre el alféizar de la ventana”. Ha llegado el momento de abrir la puerta y de enfrentarse al “aire afilado”, a pasear entre las montañas nevadas, acceder a lugares salvajes en los que “los hombres permanecen inmóviles o se mueven de forma lenta y cuidadosa por el paisaje”. Hombre, paisaje, naturaleza. “La nieve lo iguala todo y todo lo envuelve en el profundo seno de la naturaleza”.
Una reivindicación del lado salvaje de los humanos, de la libertad más absoluta, que desarrolla en Caminar. Thoreau nos incita a caminar, como un arte, como un dejarse llevar para descubrir nuevos territorios. “Tal vez deberíamos lanzarnos incluso al más corto de los paseos con imperecedero espíritu de aventura, sin descartar la idea de no regresar jamás, dispuestos a que solo nuestro corazón embalsamado sea repatriado algún día hasta este reino desolado que ahora habitamos”. El paseo como indagación, como descubrimiento de uno mismo a través del contacto con la naturaleza, en la que encontramos un eco de lo que somos. Ese es el reto que nos propone Thoreau.
En el nº 2.932 de Vida Nueva.
