Anglicanos ‘made in Spain’

‘Vida Nueva’ se adentra en el día a día de la Iglesia de Inglaterra en España

Iglesia Española Reformada Episcopal IERE, rama de la Iglesia Anglicana en España. Foto de Sergio Cuesta

JESÚS SÁNCHEZ CAMACHO. Fotos: SERGIO CUESTA | Con emoción y orgullo, la primera mujer obispo de la Iglesia de Inglaterra, Libby Lane, dio gracias a Dios cuando salió a la luz su nueva misión. Declaró ser consciente de su protagonismo “un día histórico en el que la Iglesia de Inglaterra anuncia el nombramiento de la primera obispa”. Y, en efecto, el final del año 2014 ha sido un día histórico para la Iglesia madre de la Comunión Anglicana porque las “mujeres, durante décadas, han esperado este momento”. Vida Nueva ha aprovechado esta ocasión para conocer el anglicanismo en España y analizar los pasos que esta confesión cristiana ha dado en los últimos años.

De las 37 Iglesias de la Comunión Anglicana asentadas en más de 160 países, dos de ellas están presentes en España: la Iglesia de Inglaterra, origen del anglicanismo; y la Iglesia Española Reformada Episcopal (IERE), gestada en España bajo la fundación de disidentes de la Iglesia católica. Dos Iglesias distintas con un elemento común: la comunión con Justin Welby, arzobispo de Canterbury.

En pleno corazón de Madrid, entre los barrios de Chueca y Tribunal, se localiza la Catedral del Redentor, de la IERE. Dentro de la catedral nos acoge amablemente Ana Rodríguez, la esposa de Carlos López Lozano, obispo de la única diócesis existente. Ambos son protestantes de cuarta generación. Y, ambos, están plenamente implicados en la pastoral de la Iglesia nacional española de la Comunión Anglicana.

En la actualidad, esta Iglesia anglicana cuenta con 38 parroquias de una única diócesis dividida en tres arcedianatos. Un obispo, 33 presbíteros, 2 presbíteras, 7 diáconos y una diaconisa representan el total de ministros consagrados. Y, junto con la Iglesia Evangélica, participan en una fundación que sostiene a dos colegios. Carlos López, nombrado obispo en el sínodo de 1995, conserva el deseo de llegar a más personas. “Esperamos que en el futuro estos tres arcedianatos se conviertan en tres diócesis”.

Son dos los aspectos que cultivan las parroquias de la IERE: la vida comunitaria y la social. La primera dimensión se refiere al culto público, catequesis y estudios bíblicos. La segunda, se concreta en una junta parroquial presidida por un presbítero, grupos de jóvenes, boy scouts, convivencias, retiros y acción solidaria. “Muchas de nuestras parroquias tienen programas sociales de ayudas a los necesitados o marginados. En algunas parroquias hay tiendas solidarias en las que se venden productos del comercio justo, ropa de segunda mano o se distribuyen alimentos”, explica el obispo.

Iglesia Española Reformada Episcopal IERE, rama de la Iglesia Anglicana en España. Foto de Sergio Cuesta

El autor del reportaje con Natalia Flores, Aloisi Busquets y el obispo anglicano Carlos López Lozano

El rol de la mujer

Natalia Flores, ordenada diaconisa el Domingo de Ramos de 2005, se dedica a la docencia. Su obispo aclara que, “en una Iglesia que es minoritaria, es importante compatibilizar el trabajo secular con el de la Iglesia, como hacían algunos curas obreros de los años 60. Es la forma de subsistir, porque nosotros nunca hemos recibido nada del Estado y nos mantenemos de lo que aportan nuestros fieles”.

Natalia aún no sabe si está preparada para el sacerdocio. Pero tiene claro que su vocación es el servicio. Sobre su labor ministerial, asegura estar contenta con el respaldo de la Iglesia anglicana. “Me apoyó en todo momento y jamás tuve comentarios como ‘la mujer no debe hacer esto, o no está lo suficientemente preparada’”.

En pocas ocasiones ha usado el clergyman y, cuando circunstancialmente lo ha llevado puesto, ha recibido algún comentario fuera de lugar. “Aún no estamos preparados para ver en España a una mujer con un alzacuello, ni tampoco al frente de una Iglesia. Pero no soy menos diácono por no llevar la indumentaria”.

Sobre la ordenación de Libby Lane, Paul Ormrod, párroco de la St George’s Anglican Church (el lugar de culto y reunión de la Iglesia de Inglaterra en Madrid), argumenta: “El significado para mí es que las mujeres pueden ser no solo diáconos o presbíteros, sino también obispas. Cuando yo estaba en el seminario, hace 30 años, las mujeres no podían ser presbíteras. En consecuencia, esto no ha sido una decisión ni repentina ni autocrática, sino que ha acarreado un largo proceso en el que obispos, clérigos y laicos han decidido democráticamente”.

Desde la IERE, el obispo Carlos López muestra el mismo entusiasmo: “Estamos muy contentos. Acogemos el nombramiento y la consagración con mucha alegría. Entendemos que el ministerio es único. Y si una mujer puede ser diácono o presbítero, también puede ser obispo. Muchas otras Iglesias anglicanas tenían mujeres obispo, pero la Iglesia madre de Inglaterra, por motivos de legislación canónica, no. La Iglesia Española Reformada Episcopal aprobamos el acceso de la mujer al ministerio completo en 1992”.

Reportaje completo solo para suscriptores

En el nº 2.932 de Vida Nueva

 

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