Editorial

Delito y pecado en Granada

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EDITORIAL VIDA NUEVA | La prescripción civil de los delitos de abusos sexuales para 11 de los 12 miembros del llamado ‘clan de los Romanones’ no conlleva, de ningún modo, que, a efectos del procedimiento canónico que se sigue en la Santa Sede, esos gravísimos pecados queden también impunes. Por fortuna, en la Iglesia esos delitos no han prescrito aún.

Es cierto que durante demasiado tiempo la política imperante era mirar para otro lado o, en el mejor de los casos, poner paños calientes a los culpables de actos tan abominables. Eso ya pasó. Benedicto XVI marcó el camino que ahora Francisco sigue con paso firme.

Sería bueno que también en España nos acompasásemos a ese ritmo y se fijasen unos protocolos de actuación claros que nadie se pudiese saltar ni, por supuesto, escudarse en su desconocimiento. Lo sucedido en Granada, con una trama que actuaba de manera organizada, es un claro ejemplo de que no se estuvo a la altura.

En el nº 2.930 de Vida Nueva. Del 21 al 27 de febrero de 2015

 

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