Propuestas del Instituto Superior de Pastoral para acompañar las reformas de Francisco

XXVI Semana de Teología sobre ‘La conversión pastoral’ en la UPSA

ISP

Foto de archivo de unas jornadas del Instituto Superior de Pastoral

J. LORENZO. Foto: LUIS MEDINA | No se sabe muy bien aún qué es. Por eso, para salir a su encuentro, el Instituto Superior de Pastoral de Madrid-UPSA dedicó su XXVI Semana de Teología a La conversión pastoral. Casi 250 personas participaron en unas jornadas en donde, del 27 al 29 de enero, teólogos y sociólogos, pero también sacerdotes, religiosos y laicos que trabajan en la pastoral del día a día, trataron de aportar intuiciones partiendo de un análisis de la realidad que busca “mirar al futuro, pero intentando reinventarlo, porque no valen fórmulas anteriores”, como señaló en la clausura el que fuera director del Instituto, Antonio Ávila.

“La conversión pastoral –apuntó el encargado de elaborar las conclusiones y propuestas– sería la tercera recepción del Concilio Vaticano II”. La primera –abundó– se dio en los años de Pablo VI, a la que siguió la de Juan Pablo II, “en donde se buscaba reimplantar un orden de cristiandad”. “La tercera sería la actual, con Francisco, aunque me gustaría creer que no es un proyecto del Papa, de volver a una estructura piramidal, sino que nos gustaría que fuese un proyecto compartido”. De hecho, advirtió del peligro de que “sea entendido como un proyecto para los clérigos, que no tenga en cuenta la participación del Pueblo de Dios”.

Según el profesor, “no estamos al final del Vaticano II. Hay que dar pasos más allá del Concilio, y Francisco lo está haciendo”, en alusión al Sínodo sobre la Familia y al intento del Papa de introducir en él temas que, en su momento, “fueron sacados del aula conciliar, como el de la natalidad”.

Pero en esta tercera recepción se constata un déficit: el de la experiencia de Dios. “Francisco nos pide a los centros teológicos que pensemos y repensemos la fe. Es necesario hacer una teología viva, en libertad, sin la permanente tutela de la ortodoxia”, señaló Ávila.

Revisión de la moral

En este nuevo contexto, se ve necesaria “una revisión profunda sobre la moral, superar la concepción de que la moral es únicamente la sexual, porque hoy es más urgente una moral social ante la situación del mundo”. Igualmente, invitó a reconocer con humildad “que no tenemos respuestas para todas las preguntas que se plantea la sociedad, aunque sí tenemos principios evangélicos”. Hoy, afirmó Ávila, “el reto es estar presentes en el mundo, pero con sencillez, con una pastoral de engendramiento, en donde enseñemos a seguir buscando para lograr creyentes maduros, que viven radical y comprometidamente su fe. Para esto son necesarios nuevos lenguajes… Un cambio de zapatos es más significativo que la Evangelii gaudium; un viaje a Lampedusa, más que toda la DSI”.

En el nº 2.928 de Vida Nueva

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