Burkina Faso y Níger tejen lazos de solidaridad cristiana

Niger

Los obispos de Burkina desean que Níger recupere la paz

J. L. CELADA | Profundamente “consternados”. Así se sienten los obispos de Burkina Faso ante todo lo ocurrido en diversas partes del mundo a raíz de las polémicas caricaturas publicadas por el semanario francés Charlie Hebdo. Unos acontecimientos que todavía resultan “más inquietantes” cuando tienen lugar en un país vecino, “contra nuestros hermanos cristianos de Níger, produciendo angustia y miedo en el corazón de muchas personas” (VN, nº 2.926). Y, para mostrarles su “solidaridad”, han pedido a los fieles burkineses y a todos los hombres de buena voluntad que se sumen a la jornada de ayuno y oración convocada para este 28 de enero.

En un breve mensaje, el presidente de la Conferencia Episcopal de Burkina y arzobispo de Bobo-Dioulasso, Paul Y. Ouedraogo, lamenta que los hechos de las últimas semanas “suscitan dudas y desconfianza entre gentes unidas por lazos seculares de proximidad y fraternidad”. Unos lazos “africanos” –recuerda– que “nos unen desde la noche de los tiempos”, por lo que “no podemos dejarnos distraer por ideas venidas de fuera…”.

Más adelante, parafraseando a san Pablo en su carta a los Efesios, la nota episcopal insta a hablar con “palabras constructivas” (cf. Ef 4, 29) y hace suya una de las afirmaciones del papa Francisco que más debate ha suscitado recientemente: “¡No podemos provocar, no podemos insultar la fe de los otros, no podemos burlarnos de la fe de los demás! Cada religión posee su dignidad”. Reflexión a propósito del respeto a la libertad religiosa que el Pontífice compartió con los periodistas que, el 15 de enero, le acompañaban en su viaje a Filipinas.

La jerarquía burkinesa concluye defendiendo que los cristianos de Níger “no tienen nada que ver” con las citadas caricaturas, pues “han respetado siempre a los musulmanes y han procurado convivir en amistad con ellos, participando en la instrucción y educación de los niños musulmanes, y han contribuido solidariamente para hacer frente a las calamidades que acontecen”.

Al cierre de esta edición, estaba previsto que, durante la jornada de ayuno y oración del día 28, se celebrasen sendas eucaristías en las catedrales de Uagadugu, la capital, y de Bobo-Dioulasso por las víctimas del levantamiento de octubre en Burkina (VN, nº 2. 916) y por las de los recientes disturbios en Níger, “para que Dios nos conceda el don de la reconciliación y reinen la justicia y la paz en nuestros dos países”.

En el nº 2.927 de Vida Nueva

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