Cáritas se alza ante la angustia de no llegar a fin de mes

Desde esta Navidad hasta 2017, impulsará una campaña de concienciación social

DE LA ANGUSTIA AL ALIVIO GRACIAS A LA EXPROPIACI”N DEL USO DE LA VIVIENDA

M. A. MALAVIA | Ama y vive la justicia. Con este lema, que parte de una pregunta que no puede dejar indiferente a nadie –“¿qué haces con tu hermano?”–, Cáritas pone en marcha una campaña de concienciación social que, desde esta Navidad, se extenderá hasta 2017. En conversación con Vida Nueva, Eva San Martín, coordinadora de esta iniciativa, explica que, frente a los discursos que afirman que la crisis ha acabado, la realidad es que “hay 1.770.000 familias que tienen a todos sus miembros en paro”. 

Así, según denuncia San Martín, “hoy se vulneran para muchas personas derechos fundamentales, como el acceso a la vivienda, la recepción de una educación digna y justa, la posibilidad de estar en un trabajo que nos desarrolle o, por ir a lo más básico, la propia alimentación. Hablamos de personas que reclaman unas mínimas condiciones de bienestar, que quieren vivir en un clima de paz y seguridad, sin estar angustiadas por tener lo suficiente para llegar a fin de mes”. “La crisis no ha terminado para ellas”, zanja.

Pese a este duro mensaje, que parte a la vez del realismo y de la denuncia profética, la coordinadora de la campaña de Cáritas insiste en que ha de prevalecer una visión positiva, que continúe y ahonde la dinámica de compromiso y acción fraterna que ya viven en la institución eclesial en estos años duros de crisis: “No es casualidad que en este tiempo, sin necesidad de grandes campañas, hayamos aumentado en Cáritas las aportaciones económicas recibidas y alcanzado los 78.000 voluntarios. Toda esta es gente que cree que, efectivamente, las cosas pueden cambiar, que se puede construir una sociedad más justa. Frente al desánimo, nosotros y muchas otras entidades de todo tipo constatamos que la solidaridad está creciendo”.

San Martín expresa un deseo que va más allá de 2017, cuando la campaña se cierre: “Que la sociedad recupere las raíces y no se mire para otro lado cuando hablamos de excluidos. Como se ha demostrado, muchos somos los que podemos caer en esta situación. De hecho, ya se está avanzando mucho en este sentido. Estoy convencida de que vivimos un cambio de época, aunque este, tal vez, solo se vislumbre claramente dentro de 50 años. La apuesta por la dignidad y la justicia es algo de todos, pues forma parte intrínseca de nuestros valores”, más allá de las ideas y creencias.

En el nº 2.922 de Vida Nueva

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