Claudio Maria Celli: “Los medios de la Iglesia no le hablan a los jóvenes”

Claudio Maria Celli. Presidente del Pontifico Consejo para las Comunicaciones Sociales

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TEXTO: JAVIER DARÍO RESTREPO FOTOS: MIGUEL ESTUPIÑÁN | La comunicación, el uso de los medios o los problemas pastorales que plantea la cultura de la tecnología digital son temas que hoy preocupan a la Iglesia, que sus obispos estudian y que la pastoral ha incluido en su agenda. Sobre ellos reflexiona en esta entrevista Claudio Maria Celli, presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, quien recientemente ha impartido seminarios sobre comunicación con obispos de Venezuela, Ecuador y Colombia.

“Los medios de la Iglesia no le hablan a los jóvenes” [extracto]

PREGUNTA: ¿Cómo valora estos encuentros con los obispos latinoamericanos?

RESPUESTA: Es un momento providencial para ayudar a los obispos a comprender lo que está aconteciendo en el mundo de la comunicación, donde ha terminado una lectura instrumental de los medios. Una lectura instrumental que era relevante en el Concilio Vaticano II, porque entonces existían tan solo cuatro medios: la prensa, la televisión, la radio y el cine. Cuando el Concilio habla en Inter mirifica, la lectura que hace de los medios es una lectura instrumental, pero al mismo tiempo es la primera vez, a nivel conciliar, que la Iglesia toma conciencia de la importancia de los medios en el camino evangelizador. El mismo título es bellísimo: Inter mirifica, Entre las cosas maravillosas… Y un Pío XII, que, hablando de la radio y la televisión, los llamaba “don de Dios”… Fíjese, qué lectura positiva.

Yo me pregunto qué diría ahora Pío XII si tuviese en sus manos la nueva realidad que se ha creado. Los seminarios con obispos responden a esta nueva exigencia: ayudarles a comprender lo que está aconteciendo en el mundo de la comunicación. Ya no calificamos más de instrumentos a las nuevas tecnologías que originan nuevas culturas. Esta dimensión comunicativa cambia la vida, cambia la percepción de ser hombre, porque le pone al alcance de la mano una fuente de conocimiento impensable. Yo recuerdo que, en la universidad, los profesores nos enseñaban lo que era acceder a una biblioteca. Hoy día se tiene acceso a las bibliotecas más grandes del mundo, sus conocimientos se abren a una dimensión planetaria; pero no solo los conocimientos, sino la dimensión relacional.

Un profesor amigo en España me decía que una tarde su hijo estaba jugando on line con su amigo en Japón… Esto cambia los paradigmas, las coordenadas culturales de una persona. Por eso hablamos hoy de una cultura digital. Nuestra vida ya está en una dimensión ambiental distinta, y piense lo que son las redes sociales, donde el ambiente es una red, una interconexión… Es un continente digital de cientos de millones de usuarios.

Archbishop Celli embraces Pope Francis during audience with journalist at VaticanP: ¿La Iglesia ya entró en ese continente?

R: Sí, la Iglesia ya está presente en él. El último mensaje del papa Francisco dice: “No tengan miedo de entrar en las redes sociales”, lo que no es una evaluación ingenua y superficial. El Papa sabe claramente los peligros y lo que estas realidades conllevan…

P: ¿Son los mismos peligros de andar por la calle, como dice él?

R: No hay duda… Usted sabe que la pedofilia, al menos en el 50% de los casos, empieza en Internet, solo por hablar de una dimensión dramática de nuestra cultura. Pero, al mismo tiempo, el Papa dice “no tengan miedo” y él está promoviendo esta cultura del encuentro, de ir hacia el otro hasta las periferias existenciales. Es indudable que el discípulo de Jesucristo vive en un contexto en que le resulta más fácil la proximidad, y es interesantísima, para mí, la visión de una comunicación que se hace próxima para con el otro.

P: ¿Se trataría de convertir la conexión de cable en conexión de vida?

R: Sí, el Papa lo dice: ¡las redes sociales no son solo un conjunto de cables! Son un conjunto de personas. Una lectura humano-cristiana de una realidad que todos vivimos hoy, por ejemplo, cuando tengo mi smartphone conectado… Un estudiante africano me decía: “¿Tiene Whatsapp?”. “Sí, claro”, respondí. “¿Me puede dar su número?”. “Claro, no es secreto”. Eso significa que ya los chicos que pertenecen a otras dimensiones culturales, donde muchas veces, lastimosamente, existe una brecha digital, como en Latinoamérica, se encuentran con sectores de separación, de desconexión. En estos seminarios estamos ayudando a los obispos a comprender esto. Yo estoy acostumbrado a decir que no se evangeliza utilizando Internet, que es una visión instrumental, sino que se evangeliza en Internet. La urgencia es que en este continente digital mucha gente puede encontrar a Jesucristo y su Evangelio, y eso solo se hace si los cristianos presentes dan testimonio de estos valores. El Papa tiene una frase: “Ha terminado el tiempo de los bombardeos religiosos, no hacemos proselitismo”. Él invita a los discípulos del Señor a que habiten este continente y a ser testigos de estos valores.

P: ¿Cómo ve el uso de la radio y la televisión para transmitir rosarios y misas?

R: Yo hablaba con los obispos de este tema. Hay radios que se dirigen a un público mayor de edad y, muchas veces, enfermo. Yo digo: bien. Pero, para mí, la radio de ese tipo no responde a las profundas exigencias de la radio católica; lo mismo la televisión, en la medida que sabe entrar en diálogo con esas franjas de personas. Ponga, por ejemplo, un hombre de 30 ó 40 años que tiene problemas de vida con sus hijos, que están creciendo. ¿Quién dialoga con este hombre? ¿Quién le ayuda a reencontrar el sentido de su vida? Porque, queramos o no, este hombre o esta mujer están sumergidos en problemáticas de vida y la vida no es fácil hoy día… ¡Es muy difícil!

De nuevo, el problema no es bombardear con mensajes religiosos, sino más bien una radio que se hace cercana al hombre de hoy, una Iglesia que muestra simpatía al hombre de hoy. Hay una frase muy hermosa de Francisco: “Estoy soñando una Iglesia que es madre”. ¡Cuántas veces nuestra madre no comparte nuestros comportamientos y los juzga negativamente, pero siempre nos acoge! Una Iglesia que camina con el hombre, que lo acompaña y que, a veces, podría ejercer una diaconía en las culturas.

El poeta, la mula, el arpa y el corazón

“Cambiar el corazón”. Así responde Claudio Maria Celli cuando se le pregunta por los cambios que debería hacer la Iglesia en el uso de los medios de comunicación. Y lo ejemplifica con lo que hacen los padres y madres con sus hijos. “No siguen recetas. El amor los hace bajar al suelo si el niño está jugando en el suelo. Nosotros, a los obispos, no les hemos ofrecido recetas técnicas en estos seminarios. Cuando uno tiene una radio y su corazón ha cambiado, ¡uff!, va a encontrar los modos de cómo expresarlo”. Y lo ejemplifica también el responsable de medios del Vaticano con una historia de un poeta uruguayo que iba a cantar a todas las fiestas de las aldeas, montando en su mula y con su arpa. “Y dice el cuento que, una noche, unos bandidos le llevaron la mula y el arpa, lo golpearon y lo dejaron medio muerto. Al día siguiente, lo encontraron y él dijo de manera muy sencilla: ‘Unos bandidos se han llevado la mula, el arpa, pero no se han llevado la música de mi corazón’. Para mí, el problema es qué música tengo en mi corazón. Si tengo música verdadera, no necesito ni arpa ni poderes que me ayuden a llevarla adelante; yo sabré cantar y comunicar algo que llevo adentro. Hay una afirmación del papa Francisco citando al papa Benedicto: ‘La Iglesia crece por atracción, no por proselitismo de propaganda’”.

Mediación cultural

P: ¿Ese sería el sentido del uso de los medios de comunicación?

R: Hoy, el Papa nos recuerda lo que es una radio católica. ¿Por qué hablo más de radio que de televisión? Porque la radio se moldea mejor al camino de los hombres, tú puedes escuchar mientras te duchas, trabajas… La radio se adapta más, se modela a tu estilo de vida; es más plástica.

P: ¿Los medios de la Iglesia les están hablando a los jóvenes?

R: Yo no quisiera hacer una evaluación negativa, pero todavía nuestros medios no hablan a los jóvenes.

P: Dicho de otro modo, ¿la Iglesia no habla todavía en el Atrio de los Gentiles?

R: Exactamente, con el Atrio de los Gentiles tenemos una profunda interacción. Nuestros medios deben ayudar a hacer una mediación cultural, acercarse a quien está lejos, a quien tiene nostalgia de ciertos valores, porque ciertos valores no son propiedad nuestra o de los cristianos. Hay hombres que no pertenecen a una dimensión cristiana de la vida, pero tienen una profunda nostalgia de ciertos valores y una profunda nostalgia de Dios.

En el nº 2.921 de Vida Nueva

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