Tres obras sobre la liturgia
PEDRO BARRADO | Presentamos a continuación tres obras que tienen que ver con la liturgia, dos de ellas especialmente orientadas a la liturgia de la Palabra. Se trata de obras útiles que, sin duda, ayudarán a los lectores a acercarse o a profundizar en esa verdadera representación (actualización celebrativa) del misterio pascual de Cristo y su salvación.
Título: Reflexiones incómodas sobre la celebración litúrgica
Autor: José Manuel Bernal Llorente
Editorial: PPC, 2014
Ciudad: Madrid
Páginas: 183
José Manuel Bernal es un reconocido especialista en liturgia (fue el primer presidente y cofundador de la Asociación Española de Profesores de Liturgia). En Reflexiones incómodas sobre la celebración litúrgica, el profesor Bernal recoge una serie de consideraciones a propósito de diferentes cuestiones litúrgicas que inicialmente fueron viendo la luz de forma dispersa en publicaciones periódicas (convencionales o digitales). Diez capítulos estructuran la obra: 1. Teología; 2. Liturgia; 3. Ministerios; 4. Liturgia de la Palabra; 5. Eucaristía; 6. Ciclo de Navidad; 7. Cuaresma; 8. Pascua; 9. Cincuentena pascual; 10. Cantoral.
A pesar de la “incomodidad” que anuncia el título, en realidad el libro no asusta ni hace propuestas revolucionarias. Al contrario, con sencillez y brevedad ofrece, desde un vasto conocimiento litúrgico –y sentido común, que quizás es lo más importante–, algunas reflexiones muy oportunas sobre cuestiones como si tiene sentido decir todos juntos la plegaria eucarística o comulgar del sagrario, o si un laico puede presidir la Eucaristía.
Aunque se hacen algunas críticas, el libro sobre todo apunta horizontes y abre pistas de futuro. Como el mismo autor reconoce, la intención es ofrecer una aportación “al sentido crítico y a la mesura, a la creatividad pastoral y al desarrollo de la sensibilidad litúrgica”, en definitiva, “al rejuvenecimiento pastoral de la renovación litúrgica”.
Título: La liturgia de la Palabra
Autor: Cesare Giraudo
Editorial: Sígueme, 2014
Ciudad: Salamanca
Páginas: 187
El libro de Cesare Giraudo, La liturgia de la Palabra, también es una recopilación de escritos. En este caso publicados anteriormente en la revista italiana de formación litúrgica La Vita in Cristo e nella Chiesa (2005). El autor es profesor de Teología Dogmática y Liturgia en el Pontificio Instituto Oriental y en la Pontificia Universidad Gregoriana, de Roma. Los doce capítulos que componen la obra se ocupan de analizar diversos elementos que integran la liturgia de la Palabra (asamblea, saludo del presidente, rito introductorio, proclamación de la Palabra, homilía, oración de los fieles, etc.), ofreciendo precisiones sobre su finalidad, origen e historia, además de las normas litúrgicas que se deben observar (e interpretar).
A veces, los apuntes históricos que se ofrecen resultan tan extraordinarios como el siguiente. Hablando de la oración de los fieles, Giraudo recoge una anécdota tomada de una carta del escritor Jean de La Fontaine (+ 1663) a su mujer. Cuenta el fabulista: “El domingo salimos de madrugada [pero en Bourg-la-Reine] tuvimos que esperar cerca de tres horas [por una avería en la diligencia]. Para no aburrirnos, o para aburrirnos todavía más –no sé bien cómo debo decirlo–, oímos una misa parroquial. La procesión, el agua bendita, el prône [oración de los fieles], nada faltó. Tuvimos la gran suerte de que el cura era un ignorante y, gracias a Dios, no predicó” (pp. 140-141). ¿Cómo extrañarnos de la preocupación del papa Francisco por la homilía, como se observa en el amplio espacio reservado en su exhortación Evangelii gaudium?
Título: La Palabra celebrada
Autor: Nuria Calduch-Benages
Editorial: Centre de Pastoral Litúrgica, 2014
Ciudad: Barcelona
Páginas: 493
Por último, el tercer libro se lo debemos a Nuria Calduch- Benages, profesora de Antiguo Testamento y Antropología en la Pontificia Universidad Gregoriana (Roma). La obra, La Palabra celebrada, consiste en una explicación bíblica (presentación y comentario exegético) de las lecturas de todos los domingos y fiestas, como indica el subtítulo. También en este caso los materiales fueron apareciendo previamente en la publicación Misa Dominical.
Salvo escasas excepciones, en estos comentarios no se encontrarán aplicaciones a la vida cristiana, sino las explicaciones adecuadas para interpretar correctamente y con provecho los textos bíblicos. Labor del predicador será llevar a cabo luego esas aplicaciones en la homilía. Vendría a ser el equivalente al primer paso de la lectio divina –de la que, por cierto, la autora es una gran especialista–, imprescindible para las posteriores meditatio y oratio. El tenor de las explicaciones es claro y sencillo, accesible a cualquier persona, tanto presbíteros y diáconos –responsables de la homilía– como laicos que quieran o necesiten preparar la celebración o profundizar en sus textos.
En el nº 2.920 de Vida Nueva
