La revolución de las duchas llega a los sin techo del Vaticano

Diez parroquias de Roma siguen el ejemplo del Papa e instalarán baños para indigentes

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ÁLVARO DE JUANA. FOTOS: DANIEL IBÁÑEZ | Cada día, miles de personas acuden en Roma a la Plaza de San Pedro atraídas por diversas razones: por su enorme significado histórico, por su valor patrimonial o por ser el centro de la catolicidad. En la mañana y en la tarde, una interminable cola humana hace tiempo para poder acceder al interior de la basílica vaticana. Al mismo tiempo, San Pedro y sus alrededores cuentan con unos vecinos que a veces pasan desapercibidos; otras, no tanto. Cuando no lo hacen es porque se han visto obligados a ser inoportunos y a pedir limosna, hora tras hora y día tras día, o a rebuscar en los contenedores más cercanos algo que llevarse a la boca. Son los sin techo que habitan las calles aledañas a San Pedro.

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Hace unos días, se dio a conocer que el papa Francisco ha autorizado la instalación de tres duchas en los baños situados en la parte derecha de la columnata (según se mira la basílica de frente) para que los indigentes hagan uso de ellas y puedan asearse. Apenas tres días después del anuncio, varios operarios se pusieron manos a la obra para que las duchas se encuentren disponibles lo antes posible. Una labor que, según comenta a Vida Nueva uno de ellos, se demorará entre dos y tres meses. Mientras se desarrollan los trabajos, se han instalado dos baños prefabricados –para hombres y para mujeres–, de los que podrán hacer uso los peregrinos hasta que finalicen los nuevos servicios con las duchas incluidas.

duchas2La iniciativa ha sido idea del limosnero pontificio, Konrad Krajewski, conocido por todos como “Conrado”, encargado por el Papa de ayudar personalmente a los indigentes y necesitados, también a los que viven en los alrededores del Vaticano. Pero, ¿quiénes son? ¿De dónde vienen? ¿Conocen ya la nueva iniciativa del Papa? La mayoría son polacos y rumanos, pero hay sin techo de otras nacionalidades. Por la noche se congregan unos 15 en los soportales en los que se encuentra la Sala de Prensa del Vaticano, allí donde se une la Vía della Conciliazione con la Piazza Papa Pio XII y la Plaza de San Pedro. A otro lado de la calle ocurre lo mismo.

Uno de ellos es Piotrek, del norte de Polonia. Lleva en Roma ya más de treinta años y llegó a la Ciudad Eterna en busca de trabajo… Pero nunca lo encontró. “He tenido que pedir siempre en la calle y creo que siempre estaré aquí”, confiesa. Apenas quiere hablar porque dice estar cansado después de solicitar limosna todo el día y necesita dormir. Cerca de él se establece otro compatriota, que se pone una manta encima. Los dos afirman que alguien les ha contado que el Papa ha mandado poner unas duchas para ellos, pero no saben ni dónde están ni cuándo las podrán utilizar.

Además de Cáritas y de la propia Santa Sede, existen otros organismos o instituciones eclesiales que ayudan a los indigentes en Roma. Es el caso de la Comunidad de Sant’Egidio, movimiento de laicos comprometido con la evangelización y la caridad desde hace ya medio siglo. Cada jueves por la noche se reúne un grupo numeroso de personas en su iglesia del popular barrio romano del Trastévere. Allí celebran una vigilia de oración que les sirve de preparación para lo que harán después: repartir alimentos a los sin techo por las calles del centro de la ciudad.

Artículo íntegro para suscriptores en el nº 2.920 de Vida Nueva

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