Tres sacerdotes detenidos y nuevas víctimas

El Ministro de Interior ha confirmado las detenciones y ha recordado el trabajo del Vaticano por poner orden en su casa

ARZOBISPO DE GRANADA SE POSTRA ANTE ALTAR PARA PEDIR PERDÓN POR "ESCÁNDALOS"

BLANCA RUIZ ANTÓN | San Juan María Vianney es el nombre del Santo Cura de Ars, un sacerdote famoso porque acercaba a miles de personas a Dios. Se cuenta que, a la puerta de su parroquia, en el pequeño pueblo francés de Ars, se formaban largas colas de personas que querían confesarse con él. Durante más de 40 años confesaba diez horas al día. Por su humildad, predicación y su capacidad para generar el arrepentimiento en el penitente, fue nombrado patrón de los sacerdotes.

San Juan María Vianney es también la parroquia de Granada donde desarrollaban su ministerio algunos de los sacerdotes supuestamente implicados en los abusos sexuales. Dolorosa paradoja que pone aún más en evidencia el terrible pecado que habrían cometido miembros del llamado ‘clan de los Romanones’, en alusión al nombre de uno de los cabecillas.

Después de los primeros días tras el escándalo, Javier Martínez apareció en Madrid. Llegó tarde a la Asamblea Plenaria porque tenía que poner orden en su diócesis. Pero en medio de todo el revuelo, tuvo tiempo para atender brevemente a algunos medios seleccionados, no así a Vida Nueva. El arzobispo afirmó que siguió “absoluta y escrupulosamente el protocolo previsto por el Vaticano” y que durante un tiempo paralizó la investigación canónica para no entorpecer la civil.

De vuelta a Granada el domingo día 23, tumbado en el suelo de la catedral y visiblemente emocionado, el arzobispo pidió perdón durante la misa por sus pecados y por los de los tres sacerdotes que protagonizan el mayor escándalo de abusos en España:

“Yo pido perdón de manera especial como pastor. En nombre de la Iglesia le pido al Señor que perdone, que ayude y sostenga a todos aquellos que hayan podido ser escandalizados por la conducta de la Iglesia. Que perdone especialmente por la conducta de los pastores”.

Avanza la investigación

Mientras tanto, la investigación avanza implacable y los tres sacerdotes y el profesor de Religión ya han pasado varias noches en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía y se prevé que próximamente pasen a disposición judicial.

El Ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, confirmó las detenciones y también recordó el trabajo del Vaticano por poner orden en su casa: “La más alta jerarquía de la Iglesia, el papa Francisco, ha sido el más beligerante para que este caso saliera a la luz. Nadie puede poner en cuestión que Juan Pablo II, Benedicto XVI y ahora el papa Francisco están siendo absolutamente beligerantes para arrancar del seno de la Iglesia este tipo de comportamientos que nos conmueven y nos hace un daño muy grande”.

Conforme pasan los días, surgen más datos, entre ellos, el texto de la carta que Daniel, la víctima, había enviado al Papa. Tras la publicación de párrafos literales de la misma, su abogado declaró a los medios de comunicación que el afectado no había dado su consentimiento para su publicación y pedía que no se continuara citando su contenido, pues podría no solo comprometer la investigación, que se encuentra bajo secreto de sumario, sino lo que es peor, revelar la identidad de la víctima, que, tras años de terapia, había rehecho finalmente su vida.

El terrible dolor de revivir los peores momentos ya ha tenido fruto, porque ha servido para que otros se llenen de valor y pasen de prestar testimonio a presentar su denuncia como víctimas. Por eso, uno de los que Daniel sabía que había podido sufrir también abusos en su día, ahora lo ha reconocido ante la Policía.

En el nº 2.919 de Vida Nueva

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